Pт. 3 "Fιгsт тιмε"

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Entramos al cuarto de enfermería buscando a la señorita Clerk la enfermera, sin embargo ésta no se encontraba, fue en ese momento cuando inesperadamente el profesor dejó su maletín seguido de avanzar hasta el botiquín.

El cuarto se mantuvo en completo silencio puesto que sólo éramos él y yo, así que decidí sentarme en una de las sillas del cuarto. Cuando el profesor terminó de buscar las cosas que necesitaría regresó a lado mío.

—Por favor siéntese en la camilla —Dijo con voz grave.

Lo obedecí y me senté en la camilla, entonces el chico frente a mi puso cara de asombro e interés. Me di cuenta que al subirme a la camilla la falda dejo ver mis piernas muy al descubierto, así que la baje rápidamente. Él aclaró su garganta y avanzó, ahora la distancia entre nosotros es más corta, tanto que pude respirar su masculino perfume que olía extremadamente bien.

Comenzó a poner alcohol en mi pierna la cual estaba raspada, sus toques eran suaves, puso más alcohol en la rodilla para después colocar un curita.

Mi corazón estaba latiendo un poco rápido, no entendía por qué.

Él puso una de sus manos muy por arriba de mi pierna, me sobresalte un poco ante su toque, él se dio cuenta de esto.

—lo siento, ¿te duele aquí? —señalo donde había tocado.

—no... —mi nerviosismo es aún más notorio.

—y... aquí —dijo de nuevo colocando su mano aun mas arriba que la ves anterior, mi falda esta un poco alzada, incluso podría decir que se noto el color de mis bragas.

Aun no quito su mano de mi pierna, aquello me provoco una oleada de calor pero a la ves incomodidad.

—Pro-profesor esto... — no alcance a terminar la oración debido a que sus labios ya yacian pegados a los míos, seguí el beso no muy segura de mis actos. Me tomo muy por sorpresa.

Nos separamos a falta de aire

—Profesor Taehyung... no sé si esto sea correcto —mi corazón late rápido y mi respiración es agitada.

—shhh —coloco su dedo índice en mis labios

Fue ahí cuando me di cuenta de su erección. Mi corazón estaba al mil por mil y sentí ligeros cosquilleos. Él me miro de arriba abajo, pronto siento sus manos subir poco a poco hasta llegar a mis caderas las cuales jaló con fuerza, así quedé con mis piernas a los costados de él. Estamos cerca, muy cerca uno del otro, incluso puedo sentir su sexo creciente en mi feminidad, su inconstante respiración era tibia y su aliento chocaba contra mis labios, su aliento, el cual olía a menta, cada vez tenía más ganas de besarle, entonces como si leyera mi mente, me besó con apetito. Accedí sabiendo que estaba mal, la creciente lujuria me estaba matando. Era un beso el cual quería que durara para siempre, nada tenía repercusión en este momento, entonces sus manos subieron por debajo de mi camisa y comenzó a tocar esas zonas prohibidas que nadie ha tocado antes. Prosiguió a desabrochar la camisa que llevaba puesta junto con el sujetador, dejándome expuesta antes su ojos intimidantes, los cuales veían a los míos con indecencia, el control de mis sentidos se esfumo, le quité su saco y desabroché poco a poco su camisa, repartiendo con timidez pequeños besos en su cuello, el al igual que yo desabrocho mi estorbosa falda junto con mis bragas rosadas las cuales lanzo lejos. Hasta que los dos quedamos sin algo que nos cubriera,

Me estremecí al sentir su miembro tocar mi parte íntima. Pronto se adentró en mí a un paso lento, cerré mis ojos con fuerza y sentí sus húmedos labios contra los míos.

—Seré cuidadoso. —lo escuche susurrar.

La velocidad aumento y sólo escuchaba sus graves jadeos. Fue entonces cuando tomándome por las caderas me cargo a horcajadas llevándome hacia un escritorio de madera, seguido de recostarme y subirse teniendo el control de todo. El ritmo no cesaba por lo que supuse que llegaría al clímax, los gemidos fueron callados con besos. Ninguno de los dos podíamos dejar de soltar jadeos que salían por inercia, estos me envenenaron de lujuria. Como supuse llegamos al clímax.

Él se sentó a lado mío, nuestras respiraciones estaban calmándose, cada quien recogió su ropa del piso, mis mejillas estaban enrojecidas debido a que estaba acostumbrada a cambiarme de ropa en lugares privados, y ahora tenía que hacerlo frente a un profesor.

—No seas tímida, tus mejillas explotaran de lo rojas que están, de todas maneras ya te vi desnuda, hace un rato no te importaba -Dijo con diversión, entonces guiño un ojo.

Ahora estaba más avergonzada que antes.

—Gracias Taehyung. —dije en mis adentros.

Cuando termine de vestirme, me senté en la camilla, mientras que el profesor se acomodaba su corbata.

Alguien entro por la puerta. Instintivamente di un saltito del susto, por fin la enfermera había llegado, mis nervios habían regresado.

— ¿Que ha pasado, se siente bien? —Me pregunto Clerk

— ¿eh?... digo... si

¿Acaso puedo sonar más normal?

—No se preocupe ya me he ocupado de eso. —Taehyung se dirigió a la enfermera.

Al decir "eso" me miro y alzo una ceja, yo solo sonreía con nerviosismo.

—solo se ha raspado la rodilla un poco, no es nada grave. —Concluyo él.

—De acuerdo —la enfermera suspiro.

—Bueno, yo ya me voy, con su permiso... —Hice una reverencia y salí de la enfermería. Camine a paso acelerado ya que se escuchó un trueno terrible, sin duda tengo que apresurarme a tomar el autobús, si no quería atrapar un resfriado.

After School ⇜ Kim Taehyung Where stories live. Discover now