After School ⇜ Kim Taehyung

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Desvié la mirada incomoda, tenía que suceder en algún momento, me sorprende que esta mentira haya durado tanto, intente mirar con cautela a Taehyung y él estaba totalmente serio. Algo en mi se rompió en ese preciso instante, me siento inmóvil ni siquiera puedo respirar con normalidad como la gente común y corriente. Los golpeteos de los dedos del director sobre la mesa me hizo volver a la realidad.

—¿Tiene algo que decir sobre esto? —Me miro con seriedad.

—No, no tengo nada que decir. Usted lo dijo, tiene las suficientes pruebas.

—Lilly salga de mi oficina, será expulsada de esta institución —Dijo sin expresión e hice un ademan para poderme de pie—. En cuanto a Taehyung, usted será sancionado, tiene suerte de que la señorita Mitchell sea mayor de edad, me parece que hoy cumple años —Respiro hondo—, por suerte no cometió algún delito.

—¿¡Expulsada?! —Alce la voz exaltada —. ¡No puede expulsarme! Faltan tres meses para acabar el curso —suplique.

—Esas son las consecuencias —dijo el director, mientras escribía algo en un papel usted —. Rompió una de las reglas.

—Director si me permite, quisiera presentar mi renuncia a cambio de que Mitchell siga sus estudios en esta institución, aceptare toda la responsabilidad —en cuanto Taehyung dijo eso, abrí mis ojos más de lo usual debido a la impresión, Joy se volvió hacia el mirándolo incrédula y con el ceño fruncido.

—Pero si usted no puede irse de esta institución —interfirió Joy.

—El curso está por terminar, mañana por la mañana presentare mi renuncia —hablo Taehyung con suavidad alivianando el ambiente.

—Mitchell y Park vayan a su salón de clases —ordeno el señor Kwan esta vez más tranquilo.

Acomode mi falda e hice una reverencia, le di un vistazo a Taehyung quien estaba de perfil mirando la pequeña biblioteca en la oficina del director pensativo sosteniendo su barbilla con el dorso de la mano. Suspire instintivamente, me hubiese gustado que nada entre nosotros haya sucedido, observándolo detrás de un arbusto. Honestamente sigue causando sensaciones en mi interior, aun si me cuesta trabajo aceptarlo.

Salí detrás de Joy caminando sin decir nada hacia nuestro salón de clases, el suyo quedaba a dos puertas del mío.

La pelirroja exhalo un suspiro con decepción —Es una lástima que no te hayas ido de esta institución.

Entonces la empuje contra los casilleros, con mis manos a cada lado acorralándola. Estaba conteniéndome desde segundo grado. Ante dicho acto de sus labios se asomó una sonrisa burlona.

—Más te vale que me dejes en paz Joy, te he estado soportando por mucho tiempo te aseguro que no te saldrás con la tuya —amenace antes de poner distancia y adelantar mi paso.

—¿Eso es todo? —dijo con presunción aun de pie recargando su espalda en los casilleros.