Capítulo 11: Tú

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Deidara Namikaze

Me había quedado dormido junto a mi hermano y sentía sus fuertes brazos entorno a mí apretándome como si me protegiera y es que me encantaba que lo hiciera, me sentía muy seguro estando con Naruto, era mi hermano y le adoraba. Yo siempre había querido ser como él, desde niño había tenido muchos amigos, jugaba a Lacrosse y aunque yo intenté seguir sus pasos, al ver cómo me defendía y se peleaba con otros niños por meterse conmigo al ser un patoso... decidí dejar de jugar, no quería ser el culpable de que odiase ese deporte por mi culpa, él tenía que tener su vida, así que yo dejé de jugar y me dediqué a ir a sus partidos.

Me encantaba ir a verle, siempre disfrutaba, se reía mucho y luego se solía marchar con sus amigos a celebrar los partidos y las cosas... pero yo al no ser del equipo, acababa siempre un poco triste y en casa sin nada que hacer, mirando por la ventana para ver cuando venía mi hermano y podía disfrutar de un rato con él. Al final... sin nada que hacer excepto esperar a que llegase mi hermano, empecé a estudiar, estudiaba día y noche y sólo descansaba cuando escuchaba la puerta y corría escaleras abajo saltando a los brazos de mi hermano contento por que estuviera allí.

La habitación la compartíamos, así que por las noches era cuando más estábamos juntos y hablábamos de todo, pero yo nunca le conté que me entristecía cuando me quedaba aquí solo, porque él tenía derecho a divertirse. Cuando empezamos el instituto y sus notas cayeron, yo le ayudé a remontarlas como pude pero Naruto... acabó deshaciéndose de todas sus amistades para estar más tiempo conmigo y no sé si eso era culpa mía porque todos se metían conmigo, porque nadie quería sentarse en mi misma mesa, porque sólo se aprovechaban de mi cerebro y eso a mi hermano le sentaba muy mal. Ahora siempre estaba conmigo y yo me alegraba en parte, pero también sabía que necesitaba un amigo.

Minato vino a despertarme a la habitación de Naruto al ver que no estaba en la mía y es que desde que nos habían cambiado uno a cada habitación, seguíamos durmiendo juntos casi siempre. A mí padre le hacía mucha ilusión y se le iluminaba la cara al ver cómo nos queríamos, porque creo que aunque de pequeño me pelaba con Naruto, ahora ya no lo hacía, era mi hermano, mi mejor amigo, era todo en mi vida, le quería con locura tanto como él me quería a mí y eso alegraba a nuestros padres.

Me arreglé y desayuné con la familia mientras Naruto seguía durmiendo y es que él no quería venir a presentarse a los nuevos vecinos. A mí no me terminaba de gustar eso de ir sin él, pero también era cierto que era una oportunidad para mí de hacer amigos, jamás había tenido un amigo y en el instituto todos me conocían ya como el patoso, nadie sería mi amigo pero esos chicos nuevos que habían venido aún no me conocían, quizá ellos sí podrían ser amigos. Supongo que fue por ese motivo por el que Naruto me dijo que fuera a verles con mis padres.

Mientras caminábamos por la calle y yo hablaba animadamente con Kakashi que llevaba un bizcocho en sus manos, me di cuenta que por el otro extremo de la acera venían unos alumnos de mi clase y entre susurros empezaron a reírse, por lo que se me heló la sonrisa en la boca y agaché un poco la mirada. Sé perfectamente de qué se reían, era de mí, de mi familia... ellos no entendían que pudiera tener dos padres... porque Minato aunque era un doncel y prácticamente lo sabían en este barrio residencial... él se negaba a que le llamasen mamá, decía que era un chico y como tal le tratábamos y es que aparte de eso... de que tanto Naruto como yo teníamos dos padres, encima Minato se había negado a casarse y eran tan religiosos aquí que no concebían en su visión de la vida que no estuvieran casados, pero para mí... eso era sólo un papel, lo que importaba a ojos de Dios era que se quisieran y no el papel y mis padres se querían con locura.

Hidan también aprovechaba al verme así de desanimado a intentar meterme mano cuando nadie se daba cuenta y a mí me ponía de mal humor, porque le dejé muy claro que no quería que nadie se enterase de esto pero él seguía tratando de darme palmadas en el trasero o algo en plan de juego cuando nos podían pillar y lo odiaba, odiaba que se comportase como un crío imbécil, así que sólo podía tratar de apartar su mano cada vez que intentaba algo aunque yo no tenía tanta fuerza.

Sangre del pasado (Naruto: Fugaku-Minato, ItaDei, Sasunaru)Where stories live. Discover now