𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁

14.3

—¿Estás seguro que quieres hacer esto? No hay vuelta atrás, Nate.

—¿Dices eso porque tienes miedo, Skyler? —preguntó el moreno, causando que el resto hiciera murmullos.

—¿Miedo? Por favor —respondió.

—Bien, el primero que termine el vaso lava los trastes sucios —respondió Bryan—. ¿Están listos?

Ambos asintieron al mismo tiempo. Selina sirvió una combinación de alcohol en cada vaso, algo bastante potente si nos ponemos a pensar de que esos dos no han dejado de beber en el resto de la tarde. Bryan dio la señal y ambos comenzaron a beber con rapidez. Miller se atoró, así que Skyler ganó. Alzó el vaso en señal de victoria, mientras chocaba las manos con Harper y Selina.

—Oh, creo que ya está empezando a hacer efecto —habló Skyler, quien ya no estaba sobria desde hace unas cuantas horas—. Hiciste un buen trabajo, Selina. —arrastró las palabras.

—Creo que nunca te he visto borracha —comentó Harper, riendo por el estado de su amiga.

—Pero siempre hay una primera vez para todo —carcajeó Nathan, sosteniendo a su amiga que casi se cae.

Pasó una hora y ella seguía bebiendo, mientras hablaba con Selina y Katherine, quienes eran las personas en turno para escuchar las desgracias y cosas ridículas de Skyler.

—¿No crees que has bebido suficiente? —le preguntó su hermana, preocupada ya que Skyler no quería dejar de beber y nadie sabía con exactitud por qué ese cambio tan repentino de humor.

—Si, hija. ¿Por qué no mejor duermes? —le dijo Katherine, con cariño.

Katherine quitó con cuidado el vaso de la mano de su hija, pero Skyler se rehusó de inmediato, adelantándose para que no se lo alejara de ella.

—No, necesito esto —siguió, bebiendo otro sorbo. Seguía arrastrando las palabras, pero al menos podía ponerse de pie—. Digo, esto es una tragedia. La mitad de mis hermanos muertos, al igual que mis amigos, mi novio, o ex, mató a mi gente, mis padres biológicos están vivos, tengo una hermana del cielo. Esto es tan confuso. Mi cabeza duele. —rió, cada vez más fuerte, contagiando al resto.

—¡Ahí vienen! —exclamó Harper, abriendo la puerta del hangar.

El rover entró, así que todos se dirigieron a él para encontrarse con el resto y ver si estaba Luna. Selina pasó un brazo de Skyler por sus hombros, pero al parecer la castaña caminaba bastante bien, aunque lento. Ambas reían por los confundidos pasos de la chica.

—¿Dónde está Luna? —preguntó Raven al ver que no se encontraba con ellos.

—Luna dijo que no —respondió Octavia.

Cuando Clarke vio a Skyler la rubia no pudo contenerse por la desesperación e ira. Cogió lo primero que vio, una de las flechas de Skyler, y fue directo hacia ella. Le tomó del brazo bruscamente, dejando la flecha en su cuello.