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Los disparos se podían escuchar desde la cueva de Lincoln, estaban demasiado cerca del campamento. No querían seguir escuchando esos disparos, los mataban por dentro. 

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Tobias.

—Si vamos hasta allá, nos encontraremos a Anya, Zak, Tristan, Caius, a nuestro padre. No estamos listos —respondió Lincoln.

—Lincoln tiene razón —coincidió Skyler—. No podemos ir.

Estaba totalmente rendida. No había acudido al llamado del cuerno de Bellamy, y le hacía sentir horrible. Estaba aterrada, porque sabía que Zak reconocería a ambos hermanos, y los mataría con sus propias manos si era necesario.

No tenía idea qué hacer. Su mente estaba en blanco.

—¿Qué estás diciendo? ¡Skyler, tenemos que ir! —exclamó Tobias— Tus animales están ahí, los matarán.

—No puedes rendirte ahora, Skyler.

Tenían razón. Estaba acobardada. Su mente viajó hacia los últimos momentos que han pasado durante la semana, intentando idear un plan. 

—¿Cuánto tiempo nos demoramos en llegar hasta allá? —preguntó finalmente.

—Veinte minutos, si corremos rápido —calculó Lincoln.

—Entonces, vámonos —decretó.

Tobias y ella se levantaron para recoger las armas que habían tomado del resto de los guardias. Su hermano guardó una espada, mientras que tenía hachas en cada mano. Skyler se colgó el arco y flechas, mientras guardaba cuchillas en todos los bolsillos vacíos, mientras se sacaba la túnica y la dejaba en algún lugar del suelo. Por suerte, logró recuperar su espada negra, la cual era custodiada por Penn, así que estaba feliz de tenerla con ella. La guardó en su estuche, listos para partir.

Escucharon cómo alguien removía cosas desesperado. Salieron de las sombras, impresionándose al ver a Finn. Lincoln estaba a punto de atacarlo, pero se relajó al reconocerlo.

—Lincoln, lo lograste —saludó Finn.

—¿Lograr qué? —preguntó Skyler.

—Les dije que se fueran —respondió un enojado Lincoln, ignorando la pregunta de su hermana. 

—Lo intentamos. Pero los exploradores ya estaban —explicó.

Unos murmullos se escucharon desde el bolsillo de Finn, revelando un aparato bastante tecnológico, y no tenían idea de lo que era.

—¿Por qué no estás ahí? —preguntó confundido Tobias.

—Le dispararon a Raven. Necesitamos medicinas para frenar la hemorragia

—¿Viniste a salvar una vida? —preguntó Lincoln, aún más enfadado que antes.

—No tengo tiempo para explicarlo. ¿Tienes la medicina o no?

—La tengo.

Lincoln buscó la medicina entre sus pertenencias, algo desordenadas. Aquel aparato seguía emitiendo voces de gente extraña. Hasta que, Skyler, y todos los presentes, pudieron reconocer a una. 

No. Manténganse firmes. Si toman la puerta, todos moriremos —dijo Bellamy.

Skyler tuvo ganas de hablarle, pero no podía. Su mirada cambió a una preocupada, poniendo toda su atención en el aparato. Tobias lo tomó, quitándoselo a Lincoln, mientras escuchaba lo que estaban diciendo.

𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁Where stories live. Discover now