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Kane estaba esperando a que llegara Abby junto con su compañía, mientras unos cuantos guerreros de Trikru y Skyler se escondían en los arbustos para esperar y matar a Roan

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Kane estaba esperando a que llegara Abby junto con su compañía, mientras unos cuantos guerreros de Trikru y Skyler se escondían en los arbustos para esperar y matar a Roan.

Esto es lo correcto. —comentó uno de ellos.

Sé que sí, Seymour —habló su Comandante con una sonrisa—. Por fin tendremos venganza.

El hombre asintió hacia su Comandante, convencido.

Desde hace unos días, el estado de salud de Skyler era deplorable. Su cara estaba pálida al punto de parecer que estaba sin vida, sus manos huesudas y frías, tenía ojeras y solía tener los labios morados. Pero aún así estaba de pie, sintiendo las pequeñas pataditas que su hijo (o hija) daba.

Caballeros —se escuchó de Kane—. Me alegro de verlos. Espera aquí.

¿Dónde están los guardias? —preguntó Roan.

Nuestra gente aún no volvió de Arkadia.

Kane, no. ¡Roan! —se escuchó de Clarke.

Ahora.

Los guerreros salieron en busca de Roan, pero fueron atacados por Azgeda. Antes de que Skyler saliera otro guerrero colocó su espada en su cuello, y ella alzó los brazos. Golpeó su estómago con su codo y antes de que la espada cortara su cuello se agachó, quitando esta misma de su mano y matándolo con ella.

Al ver que los guerreros enemigos tenían al resto bajo ellos sacó otra pistola y desde las sombras disparó, matándolos a todos menos a Roan y Echo. A esta última le apuntó en la cabeza.

—Agáchate si no quieres que ponga una bala en tu cerebrito. Ahora —ordenó.

Echo intentó forcejear, pero Skyler era más astuta, así que con fuerza quebró dos dedos de su mano derecha, controlando sus ganas de no quebrar su cabeza.

El resto de los guardias vinieron para ayudar, llevándose a Echo y a Roan, y por suerte no había más guerreros de Azgeda, porque no tendrían un final feliz.

—Voy a ser lo suficientemente clara para ambos —habló una vez los llevaron a su embajada junto con Indra y Clarke—. Están vivos sólo por lo que vivimos juntos en el pasado, o sino no lo estarían. Así de simple. Ustedes serán los únicos miembros de Azgeda que verán el interior del búnker.

—¡¿Qué?! Skyler, no puedes hacer est... —comenzó Roan antes de que Skyler le golpeara en la mandíbula.

Le enfadaba que Roan no le respetara.

¡¿Cómo me llamaste?!

Ni siquiera estaba con ganas de derribarle. Y ese tono de voz tan grave que utilizó, le convenció de no hacerlo.

𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁Where stories live. Discover now