1.4

2.7K 259 158
                                    

—En nombre del rey Roan, como cuidadores del trono de los Comandantes, Polis queda ahora bajo el mando de Azgeda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En nombre del rey Roan, como cuidadores del trono de los Comandantes, Polis queda ahora bajo el mando de Azgeda. —se escuchó.

Eso jamás significó algo bueno.

Echo se encontraba ahí junto con el resto de Azgeda. Skyler se quedó entre medio de la multitud. No estaba para nada de acuerdo con lo que la espía hacía, pero sabía que llegaría el momento para borrar la sonrisa cínica en el rostro de la rubia.

—Claro que no —habló una embajadora—. ¿Dónde está tu cacique, muchacha?

—Nuestro cacique está muerto, embajadora. Como miembro de la guardia de la Reina, tengo el mando del ejército hasta que el rey despierte.

—Si despierta. Hasta que un nuevo Comandante sea designado, Polis será gobernada por los Comandantes Praimheda y Proripa. Si Azgeda la quiere, debe tomarla por la fuerza.

Antes de que Skyler apareciera entre la gente, Echo cortó la garganta de la embajadora, causando que se desangrara.

—Considérala tomada —habló hacia el cadáver—. Nadie de la Gente del Cielo se va. ¡Por la Nación de Hielo!

El resto le siguió el grito, mientras Echo alzaba su espada. Una flecha hizo que la espada se viniera abajo, Penn la había lanzado. Skyler apareció entre la gente, quedando frente a frente con Echo. Zak le siguió.

Echo supo no temerle a Skyler, pero jamás pudo controlar su nerviosismo contra el terrible e imparable Proripa. Además de su profunda mirada, su manera de caminar. Todo en él podía colocarla nerviosa.

—¿Estás segura de que quieres una guerra contra nosotros, Echo? —preguntó Skyler, viendo como los lobos y felinos se comenzaron a juntar alrededor de los guerreros restantes.

—Tú y Proripa jamás podrán igualar el gobierno de un Comandante Principal

Skyler alzó una ceja, demostrando seriedad. Zak iba a hablar, pero su hermanita alzó la mano. Con la espada que tenía Echo empuñada, colocó su palma justo en el filo. Sin ninguna mueca o expresión de dolor, dejó que el filo traspasara su palma. Alzó la mano, enseñando la sangre negra que caía por esta misma.

Los terrestres comenzaron a murmurar, sorprendidos. Murmuraron la palabra "Comandante", cada vez más fuerte. El ceño victorioso que mantuvo Echo alguna vez desapareció, dejando paso a la rabia, envidia e impotencia.

—Es imposible.

—¿Segura? —preguntó, acercándose para que viera la palma sangrante en negro— Ambas sabemos que una verdadera Comandante es mejor que tu Rey indigno, desterrado, y utilizado.

—Y si quieres tomar el mandato por la fuerza, tendrás que pasar sobre nosotros —alzó la voz Zak—. Matar a un futuro Comandante y a un Felidae son crímenes bastantes peligrosos. Ash.

𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora