GRACIAS, LINCOLN

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*por favor escuchen la canción antes, durante, después, como sea, va demasiado acorde con este especial*

*por favor escuchen la canción antes, durante, después, como sea, va demasiado acorde con este especial*

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«For Lincoln»



Hace veinte años...

Harum regresó hasta el penúltimo piso de la torre, específicamente hacia el comedor, donde su familia estaba segundos atrás. Llegó con aquella misma bebé, quien ahora dormitaba tranquilamente en los brazos del hombre. Allondra se levantó de su asiento, llegando hasta él y mirando a la pequeña. Su corazón se derritió, algo le decía que tenía que protegerla.

—Estaba en la cápsula —explicó Harum, llamando la atención de todos su hijos—. No podía dejarla ahí.

—Está bien. La cuidaremos —le aseguró Allondra.

Llamó a sus hijos mayores, Lincoln y Zak. Los niños se acercaron, quedando igual de hipnotizados al ver a la niña dormir tan tranquila.

—¿Puedo tenerla? —preguntó Lincoln, mirando a su madre. La mujer asintió, totalmente encantada al notar que su hijo mayor no había despreciado a la bebé. La meció en sus brazos, viendo que sus ojitos se abrieron por primera vez para él. La niña le miró y sonrió, dejando ver los espacios que serían para sus dientes. Lincoln sonrió, acariciando las mejillas regordetas de la niña— ¿Tiene nombre?

—¿Tienes algo en mente? —preguntó su padre.

Estaba a punto de negar, hasta que vio esos ojos. Ojos celestes como el cielo. Eran absolutamente preciosos. Podían ser letales si te quedabas mucho tiempo viéndolos, y eso fue exactamente lo que Lincoln hizo. A través de esos ojos, pudo ver a su compañera eterna, a su hermana.

—Skyler —habló. Alzó la mirada a sus padres, quienes le veían confundido, mientras que Zak seguía hipnotizado con los ojos de su nueva hermana—. Su ojos son iguales al mismo cielo.

—Entonces Skyler es —sonrió su madre, acariciando el cabello de Lincoln.

Su madre desapareció, indicando que iría a preparar de inmediato una habitación para la nueva integrante de la familia. Zak volvió a su asiento en la gran mesa, continuando con su cena. Harum siguió a su esposa, dejando a sus hijos bajo el cuidado de sus guardias.

—Hola, pequeña Skyler —habló Lincoln, mientras seguía meciendo a la niña. Skyler abrió otra vez los ojos, escuchando su voz, como si pudiera entender todo lo que dijera—. Me llamo Lincoln, y soy tu hermano. Prometo protegerte hasta el final de mis días.

hace quince años...

when you were young you used to dream about fires
(cuando eras pequeña solías soñar con incendios)

𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁Where stories live. Discover now