El poder de los dragones

3.3K 431 136
                                    

*FOTO: PRÍNCIPE HOSEOK, EL DRAGÓN DE JADE.


- Espérame en el campo de entrenamiento, JungKook. - Habló JiMin. - Iré a acompañar a TaeMin a sus aposentos y volveré. - Habían salido del edificio de reuniones y ahora se encontraban frente al palacio de oro donde vivía la familia real.

- Claro. - Aceptó el otro. JungKook y JiMin entrenaban juntos casi a diario. De entre todos los dragón del reino, ellos dos eran los más poderosos. De normal, un dragón transformado en su forma original, era fuerte por sí solo. Sus grandes alas podían formar un torbellino al ser batidas. Sus dientes y garras, atravesar el metal de una armadura. Su cola podía, de un solo golpe, mandar a volar pesadas cargas. Pero además, algunos dragones poseían magia. Jin transformaba en oro todo lo que tocaba. JiMin era un dragón de zafiro capaz de controlar las tormentas y los rayos. Su padre, Ken, había sido capaz de controlar los vientos. Normalmente, sólo la realeza tenía esta clase de poderes singulares, pero JungKook era la excepción. Él, siendo de una familia noble, pero no una familia real, poseía una magia poderosa. Cuando se transformaba, era un hermoso dragón de escamas escarlas capaz de escupir fuego.

- Ve directamente. - Dijo TaeMin. - Yo puedo subir solo. - Aseguró.

- No importa, príncipe TaeMin, no hay prisa alguna. - Se apresuró a decir JungKook con una reverencia. - Por favor, déjese acompañar. - TaeMin cedió, siempre cedía ante esos reclamos. TaeMin, técnicamente, no tenía el título de príncipe, al menos no aún, pues él y JiMin no habían celebrados sus votos. Eso era porque ninguno de los dos eran muy dados a las tradiciones y, con el embarazo de TaeMin todo se había ido retrasando. Sin embargo, a ninguno de los dos parecía importarle, y tampoco le importaba a JungKook, para quien TaeMin ya era su príncipe. Además, ambos dragones tenían debilidad por los cuidados del preñado dragón y tenían sus razones. Por no decir, que JiMin estaba totalmente aterrorizado por lo que pudiera pasarle. Habitualmente, todos los miembros de la realeza se emparejan con las casas reales de otros reinos. Eso puede sonar como el mero capricho de una tradición sin fundamento, pero tiene una razón. Los embarazos de dragones que nacen con magia eran más complicados y largos, requerían cierto poder y eran agotadores. JungKook lo sabía bien pues durante su nacimiento, su padre había perdido la vida trayéndole al mundo. JiMin, JungKook y muchos otros en el reino estaban asustados por la idea de que el vástago de JiMin y TaeMin tuviera el don de la magia, pues, de ser así, TaeMin corría grave peligro durante el alumbramiento. Las gestaciones en los dragón podía ser muy diferentes. Un dragón normal solía tardar entre 10 y 16 meses en nacer. Un dragón con el don de la magia podía permanecer entre 19 y 27 meses incubándose en el vientre de su progenitor. Pero la duración sería aún más impredecible en un dragón gestado por un dragón normal como TaeMin y uno de la realeza, como JiMin. TaeMin iba por su mes 17 de embarazo y estaba cada día más agotado a pesar de lo mucho que se esforzaba en no demostrarlo. JiMin no hacía otra cosa que cuidarlo y consentirlo, aún con el terrible pensamiento de que podría perder al amor de su vida siendo tan joven. A veces, le dolía tanto la espalda, que JiMin tenía que cargarlo fuera para que pudiera transformarse en dragón y así descansar su vientre sobre el suelo. Otras veces, echaba de menos volar, pero se sentía tan cansado, pesado y débil que no podía emprender el vuelo por mucho que lo intentara. Pese a todo, incluso pese al miedo a morir, no lo cambiaría por nada. TaeMin quería a ese bebé que crecía en su vientre y no dudaría en dar la vida por él si fuera necesario. Sólo quería que no le ocurriese nada malo a su hijo.

HoSeok se mantuvo observando como su hermano menor dejaba que su compañero se apoyara en su brazo. Daba pasos cortos junto a él y le sonreía con absoluta devoción. A veces les tenía envidia, porque, a pesar del miedo, JiMin era feliz. Otras veces sentía pena por ellos, ambos eran tan jóvenes, rezaba a los cielos porque no le pasase nada. Otras veces, se sentía culpable. No eran pocos los que decían que el don de nacimiento de HoSeok era la razón por la que TaeMin se había quedado embarazado tan pronto, pues JiMin y él llevaban "sólo" 10 años emparejados. Para algunos, aquella noticia había sido una locura, pero JiMin y su compañero había aceptado la sorpresa felizmente. HoSeok tenía una habilidad peculiar y hermosa, que, para su desgracia, no le servía para el combate. Allá por donde pisaba, surgía la vida. Desde que había nacido, los campos de cultivo del reino eran más fértiles que nunca y el ganado no faltaba. Se comentaba que esa magia suya también era el motivo por el que Jin había sido capaz de concebirle siendo tan joven. Y todos le agradecieron cuando, no muchos años después, porque 30 años no son demasiados en la vida de un dragón, el rey había tenido un segundo hijo, lo cual no siempre era posible para los dragones. Debido a este poder tan singular, a menudo HoSeok se despertaba con su habitación llena de plantas a medio crecer. Además, muchas personas del reino sospechaban que HoSeok debía ser tremendamente fértil, por lo que, si no había quedado embarazado o no había embarazado a nadie, seguramente significaba que él aún no se había acoplado con ningún dragón. Además, jamás se le había visto con ninguna potencial pareja. En otras palabras, la mitad del reino comentaba que el príncipe heredero, a sus 240, aún estaba sexualmente intacto.

El Reino De Los Dragones [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora