El Reino De Los Dragones [BTS]

El Grimorio Sagrado

FOTO: REY REGENTE JIN, EL GRAN DRAGÓN DORADO.

Lo oscuridad volvía a cernirse sobre él. Aquella fría humedad. Aquel dolor sobre sus muñecas y su hombro. YoonGi no se adaptó nunca a dormir de noche y vivir de día, por eso, cuando el rey llegó, él estaba despierto.

- Las leyendas cuenta que los humanos robaron el Grimorio Sagrado y usaron sus conjuros para convertirse en algo parecido a los dragones, obtener parte de su poder y así enfrentarse a ellos. Lo único que nos diferencia es nuestra capacidad de transformarnos por completo en dragón. - Pronunció el rey.

- Eso dicen. - Dijo YoonGi.

- No funcionó con las mujeres. - Siguió narrando el rey al otro lado de los barrotes. - Quizá porque no hay dragones hembras. De algún modo ella no pueden obtener nuestro poder.

- Quizá. - Volvió a decir YoonGi sin saber muy bien que opinar, pues nunca se lo había planteado demasiado.

- Cazador blanco, si voy a poner en tus manos el futuro de miembros de mi familia necesito una garantía de que volverás con el libro. - Opinó el dragón dorado.

- No tengo nada más que ofrecer que mi palabra. - Jin negó.

- Siento que no sea suficiente, chico. - Aseguró el rey. - Pero lo podemos arreglar. Te daré un motivo para regresar aquí. - YoonGi se limitó a mirarle sin decir nada. - Guardia. - Llamó al que estaba más cerca de la celda. - Entra ahí. - El guardia obedeció sin dudar. - Levanta su camiseta. - El guardia dudó un segundo sorprendido por la orden, pero obedeció. Tal y como Jin esperaba, había una especie de tatuaje en el pectoral del cazadragones. El guardia, pudo ver la espalda del cazador y su expresión fue de sorpresa. - Esa marca... ¿me explicarías que significa?

- Es parte de un ritual que cada cazadragones realiza pocos días después de nacer. - Afirmó. - Es la marca de Enoc.

- Guardia, salga. - Le pidió el rey. - Todos, salgan. - El guardia que había entrado, le dijo algo al rey al oído. - Déjenme a solas con el prisionero. - Ordenó después y esperó a que se fueran. - Enoc fue el primer humano que se transformó en cazadragones, ¿no es así? - Quiso saber el rey cuando ya estaban solos. YoonGi asintió.

- Es una recreación de la marca que el hechizo le dejó a Enoc. Todos los cazadragones la tenemos. - Aseguró. - Por supuesto, las nuevas generaciones, los que ya nacimos como cazadragones, no necesitamos ningún encantamiento para tener ser lo que somos, pero llevamos la marca por tradición.

- Comprendo. - No parecía del todo convencido. - Has dicho que conoces el Grimorio. ¿Has visto alguna vez el hechizo que transforma a humanos en cazadragones?

- No, majestad. Ese hechizo estaba en la última página del libro y fue arrancada. - Dijo YoonGi.

- Sí, eso había oído. - Aseguró Jin. - Por eso tu padre necesita el poder de mi hijo, HoSeok. Si tuviera esa página, él podría transformar a más humanos, ¿no? - YoonGi se encogió de hombros. Aquello debía ser cierto. - Lo que tu padre no sabe es que yo ya había visto esa marca antes. Y no en el pecho de un cazadragones, sino en un dibujo. La página arrancada del Grimorio Sagrado fue robada por un ancestro de mi esposo y, por lo tanto, está ahora en mi poder. - YoonGi abrió mucho los ojos ante la afirmación, sobretodo porque no entendía porque le daba esa información. Era malo para el rey que un cazadragones lo supiera.

- ¿Por qué me dice esto?

- Porque es el motivo por el que volverás. - Le confirmó. - Esa página contiene un secreto que debes saber. Un secreto que no creerás aunque yo te lo diga y que tu padre y el resto de reyes cazadragones conocen bien.