El Reino De Los Dragones [BTS]

El secreto

- ¿Tiene ya vuestro hermano nombre para su primogénito?

- TaeMin y él siguen discutiéndolo por el momento. Parece que MinMin va ganando. - YoonGi rió alegremente al oír eso de labios del príncipe HoSeok.

- Suena muy adorable.

- Sí, pero cuando sea mayor no querrán que suene sólo adorable, supongo. - Afirmó el dragón de jade.

- Me temo que eso ya no dependerá de ellos. - Opinó el cazadragones. - Cada hombre forja su propia identidad. Es lo único que no nos pueden arrebatar. - HoSeok se quedó mirándole fijamente demasiado tiempo. - ¿Qué ocurre? - Preguntó extrañado por la actitud del príncipe, quien rápidamente desvió la mirada.

- No os tomaba por un filósofo, ni por un poeta. - Respondió cohibido.

- Supongo que me tenéis por no más que un burdo soldado y no tendríais menos razón. - Aseguró. - Pero hasta un estúpido soldado como yo tiene sus momentos de lucidez.

- Soldado, por supuesto. Estúpido... - Fingió pensar. - ...puede que alguna que otra vez. - Sonrió burlesco. - Pero burdo no. - Declaró. - A pesar de ser mi enemigo nunca fuiste parco en modales conmigo.

- ¿Ni siquiera cuando atravesé vuestra pierna con mi magia de hielo? - Le recordó.

- Ni siquiera entonces sentí semejante actitud por vuestra parte. - Confirmó.

- Entonces, príncipe HoSeok, o sois tan estúpido como yo, u os gustan los retos.

- ¿Retos? - Se extrañó.

- Eres tú el que intenta reformar con bellas palabras a alguien como yo, quien ha causado tanto daño a vuestro reino. - Le comentó el cazador blanco. - ¿Vuestros campos acaso no quedaron blancos tras mi ataque?

- No conseguirás que crea que eres un tosco soldado sin sentimientos ni raciocinio, YoonGi. - Le habló directamente. - He visto la bondad en tus palabras y la compasión en tus gestos. No eres tan despiadado como finges ser ahora. La cuestión que me intriga, sin embargo, es por qué os empeñais en que os vea como un rufián. - YoonGi se giró sin poder aguantar su mirada. No tenía una respuesta clara para su pregunta o, quizá, simplemente, no quería dársela, ni siquiera plantearse la él mismo.

- La verdadera pregunta que deberíamos hacernos es por qué el rey regente ha decidido mandarnos llamar a los dos aquí. - Dijo cambiando radicalmente de tema. - ¿A dónde conduce este lugar? - Los guardias le habían pedido que les acompañara y le habían conducido hasta la entrada de unas siniestras escaleras de bajada oscuras que no parecía tener fin. Por un momento pensó que aquello era malo. Que alguien poderoso del reino de las montañas nubladas había decidido deshacerse de él. Sin embargo, cual fue su sorpresa cuando el que apareció sólo un minuto después fue el príncipe HoSeok, quien aseguraba que su padre le había hecho llamar y que estaba tan perdido como él.

- Es la entrada al laberinto de los reyes. - Anunció HoSeok. - Es una inmensa cantidad de pasillos, recovecos y salas donde se guardan los tesoros y los secretos de este reino.

- Y vuestro padre nos ha pedido que estemos aquí porque... - Comentó sin tener ni la más remota idea.

- Querrá mostrarnos algo. - Propuso el príncipe.

- ¿Y por qué iba a dejarme a mí entrar en el laberinto secreto de los reyes? - Habló con alarde.

- ¡Oh! No te preocupes. Es imposible que te aprendieras el camino a cualquiera de las salas. - Aseguró. - Se dice que el laberinto cambia a voluntad del rey.

- Eso es una tontería. - Opinó YoonGi, lo que hizo reír a HoSeok.

- Sí, bueno. En realidad, fue construido por mi tatarabuelo. Le llamaban el rey reloj. Con su poder era capaz de construir engranajes y maquinarias. - Explicó. - Así que supongo que habrá alguna clase de... cosa, que haga que el laberinto cambie de alguna forma.