Primerizos y plantas sin nombre

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- Príncipe YoonGi. - La voz del rey regente sonó lejana las primeras veces que le llamó. Luego la escuchó cada vez más cerca. - Príncipe. ¿Puedes oírme muchacho?

- El despertar de la droga anestésica es lento, padre. - YoonGi reconoció aquella voz. Era la de HoSeok. Saber que estaba junto a él le hizo querer despertar. Algo dentro de él quería desesperadamente volver a ver su rostro, pero no podía aún. Sentía que no podía encontrar el origen de las voces.

- Debe ayudarnos lo antes posible. - Comentó el rey regente.

- Lo sé. Pero ten un poco de calma. No servirá de nada estar agobiándole. Él no puede acelerar el proceso aún si quisiera. - YoonGi intentó despertar y finalmente consiguió moverse un poco y soltar un gemido angustioso. HoSeok cogió su mano. YoonGi consiguió abrir los ojos, pero no tardó en cerrarlos de nuevo. - Tómalo con calma. Aún tenemos algo de tiempo.

Pasaron unos minutos en los que YoonGi puso todo su esfuerzo para despertar. Sabía la razón por la que el rey regente le necesitaba despierto. El príncipe TaeMin necesitaba su ayuda.

- No te levantes, hermano. - Le pidió JiHoon, quien no se había separado de él ni un momento. - Aún estás convaleciente.

- Estoy bien. - Habló YoonGi mintiendo bastante. Estaba lejos de estar bien, pero estaba lo suficientemente curado como para ayudar a los dragones a salvar al príncipe TaeMin. Si hacía sólo unos días le hubieran dicho que estaría en esa situación, habiendo desertado de su reino y ayudando a dragones no lo habría creído.

Al verle despertarse e incorporarse, alguien debió avisar al rey regente, porque se presentó allí inmediatamente.

- ¿Cómo te encuentras, chico? - Preguntó a pesar de lo apresurado que debía estar por la salud de TaeMin.

- Traiga el grimorio. - Fue la respuesta que le dio YoonGi. El rey, agradecido por que no se andará con habladurías ordenó traer el sagrado libro a la enfermería donde estaba el cazadragones.

- Entendemos como llevar a cabo el conjuro. - Empezó explicando el dragón de oro mientras esperaban a que les trajeran el libro. - Debe beber un brebaje y luego debe dibujarse un símbolo en su vientre con sangre...

- Con sangre del padre del bebé. Del otro padre, quiero decir. Del príncipe JiMin, aclaró. - YoonGi siempre había tenido padre y madre por lo que hablar de alguien con dos padres le era extraño. Pero en el mundo de los dragones no había hembras.

- Sí, eso lo entendí. - Aseguró el rey Jin. - Y, para finalizar, alguien con magia debe pronunciar las palabras del libro. El problema es que los ingredientes para el brebaje que a de tomar nos son desconocidos. - Dijo preocupado. - No creo que esas plantas crezcan aquí.

- Supuse que ese sería su problema. - Comentó. - De haber podido se lo habría explicado a TaeHyung, pero he pasado casi todo el camino de vuelta inconsciente.

- Aquí le traigo el grimorio, señor. - Se apresuraba a traerlo el guardia. Jin lo cogió y se sentó junto a YoonGi, en la camilla.

- No conocemos ninguno de estos nombres. Hemos mirado en nuestros libros pero... Me temo que esas plantas no crecen aquí. Y no tenemos tiempo. - Se lamentó el rey, pero el cazador blanco negó.

- El problema es que el dragón brujo de Babel, que fue quien escribió el grimorio, procedía de las tierras del norte, como yo. Allí los nombres de las plantas son distintos, nada más. - Explicó. - La seta que aquí llamáis "huevo del rey" nosotros la llamamos "amanita de los césares" y lo que para nosotros es la planta "cola de león", para vosotros es la agripalma. - Aseguró haciendo muy feliz al rey. - Todas ellas son plantas medicinales bastante comunes. Es casi imposible que no las tengáis.

El Reino De Los Dragones [BTS]Where stories live. Discover now