Años de dragón

1.8K 298 180
                                    

Ni el propio TaeHyung podía creer lo que estaba pasando. Estaba vivo. Y no sólo eso. No tenía ni un raguño y se encontraba perfectamente. Por supuesto, no tenía ningún agujero en el estómago. Cuando había despertado estaba convencido de que había muerto, pero un embarazado HoSeok estaba allí velando por su sueño, así que no podía ser. Estaba vivo. No entendía cómo por mucho que HoSeok le dijese que había usado su magia. ¿Cómo de poderoso se había vuelto el príncipe?

Por otro lado, estaba el hecho de que no le dejaran ver a JungKook. Había preguntado por él, pero algo horrible debería haber pasado después de ser atacado. Y nadie quería decirle nada. ¿Qué había pasado? La incertidumbre le estaba matando y él sólo podia esperar abrazado a la espada del general.

Alguien llamó a la puerta, con suerte traerían noticias de JungKook.

- ¿Estás despierto? - Le preguntó una viz más que conocida.

- ¡JiMin! Claro que estoy despierto. - Aseguró. - ¿Cómo iba a poder dormir si aún no sé nada de JungKook? ¿Cómo está? ¿Por qué nadie me dice nada?

- Cálmate, TaeHyung. - Le pidió su amigo, que no parecía muy contento. - JungKook va a ponerse bien. - Tampoco al decir eso se le notaba muy feliz.

- Pues con esa expresión en la cara cualquiera lo diría. - Ironizó preocupado. - ¿Que ha pasado, JiMin? - El príncipe resopló. En realidad, TaeHyung no tenía la culpa de lo que había sucedido. Ni siquiera podía echarle la culpa a HoSeok, ¿qué habría hecho él en su lugar si tuviera el poder de salvar a un amigo? Resopló. - No te ves bien. Dime que le ha pasado a JungKook.

Explicárselo no fue tarea fácil porque sabía que TaeHyung se sentiría igual que él. Aunque para él era aún peor, porque esa desgracia le daba la oportunidad que siempre había soñado. Pero, ¿a qué precio? ¿Era justificable? En cuanto lo entendió, TaeHyung se sintió terriblemente culpable por obtener alguna felicidad de todo aquello. Ahora, ¿cómo podría disfrutar de ello?

- Yo... no lo puedo creer. Él no merece esto. - Pronunció TaeHyung aún en shock. - JungKook siempre ha sido bueno y formal y responsable y... y yo... Yo huí porque era incapaz de enfrentar la realidad y seguir aquí. Él se quedó y no sólo eso, sino que cumplió con un deber mayor que no le correspondía.

- A JungKook le habría terminado correspondiendo ser rey casi de cualquier manera. - Mencionó JiMin.

- Me refiero a lo de hacer de padre del hijo de YoonGi y HoSeok. - Explicó. - Lo que quiero decir es que él no debería haber hecho eso. Él es necesario aquí aún.

- De todas formas, JungKook lo entregó voluntariamente. HoSeok le preguntó y él no se lo pensó ni un instante.

- No se lo pensó bien o desconocía las consecuencias reales de sus actos. - Opinó TaeHyung. - En ese momento, conmigo muriendo en sus brazos, JungKook habría dicho cualquier cosa sin pensarlo. Pero no puede querer esto de verdad.

- ¿Tú crees? - Le preguntó JiMin. - Yo creo que incluso teniendo todo el tiempo del mundo para pensárselo hubiera querido lo mismo. No creo que se arrepienta de ello.

- ¡Pues debería! - Exclamó lleno de dolor.

- Lo hizo por amor, TaeHyung. ¿Tú no habrías hecho lo mismo por él?

- Por supuesto que sí. Pero es que no hay nadie como JungKook. Él es irremplazable. Su vida vale mucho más que la mía. - Expresó convencido.

- Dices eso porque lo amas. Te entiendo. Yo también creo que él es una persona excepcional y es mi mejor amigo pero dices eso porque estás enamorado de él. Todo el mundo es reemplazable. - Mencionó JiMin con dureza. - Por eso él te salvó. Porque, para él, tú tampoco eres irremplazable.

El Reino De Los Dragones [BTS]Where stories live. Discover now