XVIIII. Projekt Gabriele

52 9 11
                                    

― ¿Qué quiere decir? ― le pregunto confusa a la Mayor.

― Lilith, por favor, no te hagas la tonta conmigo ― Dirige su mirada al Capitán ―. Y tú no dejes que tu subordinada sea la única que hable.

― Estoy tan confuso como ella, sinceramente.

La Mayor se levanta de su asiento y nos da la espalda, cruzando los brazos tras ella. Suspira.

― Mi intuición no ha fallado jamás. Me extrañó cuando me notificaron que Lilith había decidido salir en uno de sus días de descanso así que mandé a uno de mis soldados de confianza a seguirla ― explica dándose la vuelta para mirar al joven oficial ―. Es el arma más preciada de este ejército, ¿cómo no pensaste que llamaría muchísimo la atención al decidir salir sin más cuando nunca antes lo ha hecho? Sabes que está muy bien vigilada.

― Muy lista, Andrea ― escupe con sorna el Capitán cruzándose de brazos.

― Con errores como esos tú no deberías encabezar esa misión que tenéis entre manos. Tenéis suerte de que he sido yo la que os ha descubierto ― El Capitán y yo intercambiamos miradas confusas.

― ¿Si lo sabías por qué no has intervenido antes? ― pregunta él reclinándose hacia delante.

― Simple. Porque quería ver hasta dónde eráis capaz de llegar por vuestra cuenta. Uno de nuestros mejores capitanes y nuestra arma más efectiva unidos para desmantelar al ejército ― Ella pasea erguida de un lado a otro mientras nos habla ―, es una visión gloriosa. O eso pensaba hasta que decidisteis dejar morir a una tropa entera ― Sube la voz y da un golpe sobre la mesa.

El Capitán suelta una carcajada. ― Ojalá, Andrea. Ojalá fuese tan cabrón como para poder dejar morir a una tropa sin más y seguir con mi vida.

― No fue tan simple como eso, Mayor ― intervengo con duda en mi mente, ¿debería contar lo que sucedió de verdad?

― Ni lo intentes, Lilith. Todo esto es un teatro, ellos saben perfectamente lo que pasó en Sahel y ahora nos mandan a la Mayor para que haga el trabajo sucio. No quieren oírnos, saben que hemos descubierto su secreto y nos quieren fuera del mapa ― El hombre se levanta de su silla y apoya las manos en la mesa ―. Si estás aquí para matarnos al menos dinos qué demonios sacáis de esos experimentos.

― Capitán Heller, entiendo tus sospechas. Haces bien al no fiarte de nadie ― Hace una pausa y nos mira a ambos ―, pero te equivocas. No me ha mandado nadie ― Aparta la silla y vuelve a sentarse ―. Hace un mes, después de una de nuestras reuniones rutinarias, el General de División y yo nos quedamos a solas en la sala. Me dijo que se acercan cambios positivos para el país y que quería que formase parte del equipo que dará vida a este cambio. Es un plan llamado Projekt Gabriele. Le comenté que no digo que sí a las propuestas de las que sólo conozco el nombre ― Ella se acerca la jarra de cristal y un vaso que hay en el centro de la mesa y vierte agua en él.

― Me dijo algo parecido tras la reunión sobre los presupuestos que hubo hace unos días ― murmura el Capitán casi para sí mismo.

― Parece como si estuviese intentando reunir a altos cargos para ese proyecto... ― deduzco con el ceño fruncido.

― No lo parece, es así ― responde la Mayor tras haber dado un trago ―. De todas las personas tuvo que ser el Coronel Weiss el que hizo mucho hincapié en que debo formar parte del plan. No me gusta cuando me insisten, pero me aseguró que no me arrepentiría de unirme cuando viese "las innovaciones que estamos creando en el laboratorio de la base central". Quería ver esas innovaciones con mis propios ojos así que hace una semana más o menos fui con él a la base central. Lo que vi en aquel laboratorio me tiene sin dormir desde entonces... ― Sujeta el vaso entre sus manos con fuerza ― Han montado una especie de morgue. Las estanterías estaban llenas de botes que contenían ojos, dedos, incluso fetos ― trago saliva y ella agacha la cabeza, sin apartar la mirada del vaso ―. Tienen mesas de operaciones y en una de ellas yacía el cuerpo de un niño pequeño. Sabía que mostrar algún signo de contrariedad me traería problemas, así que hice lo posible por mantener la calma, seguirle el juego al Coronel y salir de allí cuanto antes. Estoy convencida de que han decidido vigilarme muy de cerca. Negar la propuesta del General es peligroso, pero unirme al proyecto significa venderles mi alma de alguna manera u otra ― suspira ―. Unos días después me informaron de vuestra pequeña escapada a Lia. Creo que no me equivoco si digo que los tres tenemos un enemigo en común.

Lilith: ave de fuego [COMPLETA | SIN EDITAR]Where stories live. Discover now