En la memoria de mis sentimientos

Fuiste

Fuiste mi envidia más grande, todo lo que quería y alguien más tenía, poseía.

Fuiste esa conversación en un banco de cemento que nunca debió terminar.

Fuiste esas ganas tremendas de abrazarte y nunca soltarte.

Fuiste aquella primera despedida que dejó un vacío que nunca se llenó, solo creció.

Fuiste esas ganas de parar el tiempo.

Fuiste esa belleza repleta de timidez que provocó mi risa.

Fuiste gratitud, amabilidad, respeto, confianza y amistad.

Fuiste invitación que rechacé sin razón.

Fuiste esas llamadas desprevenidas que me vi obligadas hacer.

Fuiste esa inquietud mientras dormías.

Fuiste el secreto que me reservé y no por vergüenza sino por idiota, por no saber qué hacer con tanto.

Fuiste el desastre que no vi venir.

Fuiste una variable externa que se volvió prioridad.

Fuiste mensajes ocasionales y bien recibidos.

Fuiste ese repetido "NO" que gritaba mi mente.

Fuiste lo que mi miraba siempre encontraba cuando coincidíamos en el mismo contexto.

Fuiste esas lágrimas que deseé desaparecer.

Fuiste dolor y angustia que no pude sanar.

Fuiste esa sensación de ahogo que me hacía correr lejos y querer ser una pared.

Fuiste cada pequeño gesto fotografiado en mi mente que olvidé minutos después.

Fuiste ese encogimiento de hombros al no entender mi prisa.

Fuiste ese punto que se convirtió en signo de exclamación sin mi permiso.

Fuiste esa imagen de pareja feliz que me creí.

Fuiste pinzas sosteniendo recortes informativos de tu vida, colgados en la terraza de mi mente.

Fuiste esa imagen que iba cambiando mientras compartía contigo.

Fuiste esa visita que llegó tarde.

Fuiste ese parloteo sin sentido que no supiste controlar, pero que igual escuché.

Fuiste esas gotas de lluvia que recibimos, mientras yo no sabía que era un presagio.

Fuiste esa fotografía que secó mi boca y la cual me costó dejar de ver.

Fuiste sentimiento de pérdida que no me perteneció.

Fuiste momentos e instantes dentro de un baúl al cual nunca le coloqué candado, hasta ahora.

Fuiste aquello que tu voz me reprochó: un momento efímero, que disfruté.