En la memoria de mis sentimientos

Maldita duda

Volvió la maldita duda a invadir su mente dándole paso a la histeria carente de sentido lógico desde mi lado de la historia. Volvió a dudar de mí, de mis sentimientos y, además, del orden de mis prioridades. Mi culpa y responsabilidad, aunque me disculpé no le importó, lo que me hirió justo cuando dijo que no quería herirme. Contradicción total. Entonces entendí que siento el desastre que somos siempre van a existir roces, son pocas las ocasiones en donde vamos a poder estar complemente de acuerdo. Es y fue mi decisión, consciente que termina golpeándome la cara, darle todo incluso lo que no me pide lo que ocasiona que cuando le fallo, sin intención, toda la responsabilidad es mía. Cuando las responsabilidades son compartidas, cuando es parte de nuestro contrato no firmado. Hablarlo no funcionó, su posición es firme cuando soy yo la del fallo; cuando es al contrario opta por callar, por decir (si se atreve): "perdóname", "no sé decirte". ¿Me pregunto si eso que siento que se aproxima es lo que anticipa o es una consecuencia de su apatía?