En la memoria de mis sentimientos

No le contáis

No le contáis, le susurro con desespero al reflejo en el espejo, que la seguís queriendo como el primer día, como aquel día de enero lluvioso, como aquel febrero frío que nos llevó a entrar en calor, como aquel abril de hojas secas bajos nuestros pies, como aquel julio de confesiones y lágrimas de dolor, como aquel octubre distante, como aquel noviembre de decepción y un rastro de sorpresas, como aquel diciembre agridulce.

No le contáis, en pocas palabras, que a pesar de todo la seguís queriendo sin límites, con locura, con anhelo, de manera desmedida y sinceramente; que aunque sienta que muchas cosas han cambiado y que estáis segura que ya no ocupa el primer lugar en la lista, tú la seguís viendo como la dueña de tu mundo y que eso te impulsa ya que te asusta.

No le contáis que estáis dispuesta a volver aceptar cualquier miseria porque ahora existe más interés, atención y miedo. Ocúltale tu oscuro secreto.

No le contáis que sonreíste cuando te confesó que tiene miedo a que algo malo te pase, a perderte, y que no pueda estar ahí.

No le contáis la satisfacción que te dio al escucharla repleta de celos, que por muy absurdos que te parezca, haz visto que son real. Sigue intentado hacerle entender que no hay nada que temer, que aún no tienes ojos para nadie más y que lamentas que de verdad no haya alguien más.

No le contáis que deseas seguir cumpliendo todas sus fantasías, esas que volviste tuyas; que te encanta la idea de unas primeras veces dentro de un campo donde te sede el control pero déjale saber que deseas que te controle, que por fin sientas que te hace suya sin tener la mente en otro lado.

No le contáis como sientes que retomaron todo, como tratas de olvidar lo que olvida, como te presionas para no saber todo sobre su vida amorosa, como te imaginas el día que se vuelva a ir ¡Por qué estas esperando que lo haga!, como observas y escuchas que tu opinión es primordial, mientras peleas con el impulso de ejercer el poder que se te otorgó.