Él...Tú

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Sus besos no se parecen en nada a los tuyos, contienen una cantidad exagerada de desespero y lujuria, puede conocer lo que me gusta, mis puntos débiles y sin embargo la sensación no es la misma. Le hace falta esa entrega desmedida en cámara lenta a la que me acostumbraste, ese subidón de energía antes del bajón que llega en forma de suspiro. Ese olor intoxicante no llegará hacer embriagador provocando en mí querer más; y me quedo, me quedo porque él si está disponible y dispuesto a cubrir mis necesidades, lo cual no es traición de mí parte, soy libre de hacer y responsable de mis acciones. Solo que sigo pensando en ti y deseando que fueras tú, lo que es un tremenda estupidez. Me has negado tantas cosas, una tras otra, que ya no espero nada y lo busco en otro lugar, en otros brazos y en otros labios. Yo tenía razón: con nadie más voy a sentir lo que contigo. Él aprendió a no hacerme promesas y yo aprendí a no creer en sus palabras, algo que no hicimos tú y yo, aunque sigamos intentándolo. Porque mientras él me dice que me gusta perder el tiempo, tú siempre dejaste claro que lo invertía de la mejor manera. 

En la memoria de mis sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora