En la memoria de mis sentimientos

Cinco estrellas

Logré entender porque amarte no me duele, como 'supuestamente' debería de dolerme ya que estás con alguien más. Primero entendí, comprendí y asimilé (gracias a tus palabras) que no estas disponible para ser para mí, ni yo de ti (aunque ya te pertenece una parte de mí); independientemente de lo cómoda que te sientes a mi lado, donde puedes ser tú a plenitud, al desnudo, de manera cruda y real, en todas tus versiones (algunas más abiertas que otras) mientras yo las amo a cada una de ellas, me sorprendo, me divertido, me maravillo y me sigo enamorando, de lleno, profundo, de manera sincera y en carne viva entendiendo, recordando, que te prefiero libre aunque volando no estés. Segundo, trabajo con el hecho de que necesito respirar no tan cerca de ti y de ella, dejar de intentar respirar dentro de todo el océano que quedó producto de un pasado que quise como presente y de un futuro que más que incierto es; pero eso es que no me quedo como te gustaría, por eso es que vueltas doy pero te juro que cerquita de ti estoy. Tercero, asumí la posición de no hacerme daño en el nombre de nadie por mucho que te ame, así en ocasiones mi comportamiento no lo comprendas o te desespere te aseguro que lo hago por mí y pensando siempre en ti. Cuarto, independientemente de lo que hagamos y donde estemos, cuando coincido contigo es una vaina de otro mundo, es natural, tiene su propia fluidez, ritmo, esencia y es imparable, autentica, espontánea y en ocasiones impulsiva. Quinto, número que no me gustaba hasta que me enteré que soy la quinta persona en tu bolsa apreciada, lo cual para mí es un honor; levanto mi frente en alto y le digo al viento, a las cuatro paredes que me rodean, a esa luna que te regalé y más nunca volví a ver, que lo tengo todo, que no me hace falta nada (más allá de ti) y que por eso tengo una excelente valoración de cinco estrellas.