¿Cuántas veces tendremos que hacer como si no conocemos cada parte de nuestro ser?
¿Cuántas veces tendré que callar, cuando lo que quiero es gritar, todo lo que porque ti siento?
¿Cuántas veces me viste herida y ni te atreviste a tocarme o acercarte por no saber qué hacer y si iba a rechazarte?
¿Cuántas veces no deseé salir corriendo y me quedé tan solo para verte a la distancia y deleitarme con el sonido de tu voz, incluso cuando quedarme era sinónimo de herirme?
¿Cuántas veces no me pediste, me suplicaste y hasta me gritaste que te dijera las cosas, que no me las guardara, tan solo para que al hacer lo que me pedías salieras herida justo como yo no quería?
¿Cuántas veces me has negado un abrazo que he necesitado para poder respirar, para seguir en pie, para recordar que estás ahí sin estar como me gustaría?
¿Cuántas veces no estuve a través de la distancia, sin importar el tiempo o la hora?
¿Cuántas veces no nos hemos reído sin cansancio en medio de la noche, a través del teléfono, y hemos sido felices con un gesto tan simple?
¿Cuántas veces me has pedido perdón volviéndome añicos, hiriéndome aún más, convirtiéndome otra vez en esa niña abandonada que siempre esperó que las cosas fueran diferentes, que cumplieran las promesas que le hicieron y al final ni un resultado presenció?
¿Cuántas veces me he preguntado de qué manera me amas, obteniendo tan solo tu silencio?
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En la memoria de mis sentimientos
Короткий рассказEntonces sucedió lo que nunca me di el permiso de imaginar y se sintió como saltar a un abismo sin paracaídas y vistiendo mi mejor sonrisa
