En la memoria de mis sentimientos

¿Cuándo sucedió?

¿Cuándo sucedió? En qué momento te perdiste y te descuidaste en el nombre de algo que no te ha correspondido en la misma medida.

¿Cuándo sucedió? Que permitiste que te desvalorizaran y les dejarás hacer contigo lo que le dieron la gana, dejándote en un lugar al que no estas destinada a reinar.

¿Cuándo sucedió? Piensas, piensas y piensas, para al final no obtener nada, o simplemente un efecto placebo que ni te llena.

¿Cuándo sucedió? Te cerraste a la posibilidad de algo diferente, por miedo a lo desconocido, a lo que te llamo de todas las formas y maneras (a gritos, a susurros, en silencio, con la mirada, con una caricia).

¿Cuándo sucedió? Te diste cuenta que no era el camino pero decidiste quedarte ahí.

¿Cuándo sucedió? Empujaste y rechazaste a la soledad sin saber que es lo necesitas, que es ella quien te abrirá las puertas de todo aquello que te hace ser quien eres hasta hacer las paces con tus partes más miserables.

¿Cuándo sucedió? Robaste miradas, corazones, sueños e ilusiones no te lo creíste y lo dejaste ahí por creer que no te lo merecías.

¿Cuándo sucedió? Que aceptaste anularte para hacer felices a todos y olvidaste tu propia felicidad. Enfocada y pensando que la felicidad del otro sería la tuya. ¡Error!

¿Cuándo sucedió? Que te diste el permiso de drenar y exteriorizar, de que las personas te leyeran y se conectarán con tu pensar. Y eso yo lo valoro, lo admiro y te aliento a que lo sigas haciendo si te sirve, si lo necesitas, si te produce satisfacción y te hace sentir cómoda.