Capítulo 57: Ataque

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Acabar lo más rápido posible, ese era el objetivo. Pain camino por las calles de Konoha, sus caminos se dividieron nada más llegar, con éxito rompieron la barrera, Konoha era vulnerable ahora, perfecto.

Una casa que caía al suelo por un golpe fuerte, información que era recolectada, hombrse muertos tirados por toda Konoha.

—¿Dónde está el Jinchuriki del Kyubi? —preguntó Pain.

El tipo en el suelo, horrorizado, preocupado, apretó los dientes, gritó.

—¡No sé!

Pain sacó un tubo negro de su casaca, lo sostenía con su brazo derecho, acuchilló al hombre, este cayó al suelo sin ejercer resistencia.

Es una lástima que este cuerpo no tuviera formas de recolectar información más eficientes.

Avanzó por las calles, él era el principal, los otros solo eran una distracción, en la distancia, una criatura enorme hizo acto de presencia, Pain se quedó observándolo por un rato.

Encontró a otro hombre, en el suelo, revisaba a su compañero, quien todavía respiraba.

—¿Dónde está el Jinchuriki del Kyubi? —preguntó Pain—. Te mataré si no lo haces.

Pensando y sudando, el hombre tragó saliva.

—No te lo diré.

Pain alzó su brazo, el tubo negro brilló con el sol, un castigo divino, eso es lo que era.

Pero no termino, otro ninja sostuvo su brazo, este se veía confiado, su ojo izquierdo brillaba.

—Así es que lo otro es una distracción —dijo—. Así tu buscabas sin ser descubierto. Iruka, coge al hombre herido y sal de aquí.

—¡Bien! —dijo Iruka, cargó al hombre—. Buena suerte, Kakashi.

Dejó que se fuera, no es que pudiera confiarse contra él, podría darle unos contratiempos. Pain tomó impulso, su pierna se balanceo en dirección del ninja, quien esquivó.

Cerca del suelo, Kakashi colocó ambas manos en el suelo.

—[Doton: Doryuheki].

Una pared hecha de tierra, con cabezas de perros que sobresalían. Pain levantó su brazo en ese momento, un golpe limpio en su hombro. Kakashi lo empujo hacia atrás.

—[Raikiri]

Lo estaba viendo y ninguno de sus movimientos se le escaparía, era impresionante que lo notara, tenía que admitir eso. Pain hizo a un lado su cabeza, el impacto del [Raikiri] de Kakashi dejó un agujero en la pared que había creado.

—Hatake Kakashi, el ninja copia —dijo Pain—. Es un honor. ¿Donde está el Kyubi?

—Esa es una pregunta estúpida —de las manos de Kakashi, el sonido del millar de aves.

Si fuera otro de los caminos, hubiera resultado.

—[Shinra Tensei] —Pain levantó su mano.

Pain uso una onda expansivo que empujó a Kakashi, quien voló varios metros, hasta caer en una pila de concreto.

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Las rejillas de la ventana dejaban que la luz del sol pasara, Sasuke despertó en un futón. Estaba abrigado, su cuerpo adolorido, pero no tanto como debería, según su experiencia.

—Que bien, ya despertaste.

Una mujer sentada en una roca, un palillo atravesaba el cuerpo de un pez, que se cocinaba bajo el fuego de la leña. El viento sopló, las hojas de los árboles se movieron a su alrededor..

—Tú eres la mujer —dijo Sasuke—. ¿Qué haces? ¿Cómo me trajiste aquí?

—Mi nombre es Anko —dijo—. Que te quede bien en claro.

—¿Qué quieres, Anko? —preguntó Sasuke.

—Dime Mitarashi-san si no quieres que te rompa la cara —Anko sonrió, levantó su puño.

Sasuke no respondió, su cuerpo ahora fuera del futón, vendado, el frío recorrió todo su ser.

—¿Me creerías si es una corazonada? —el reflejo del fuego en los ojos—. Que fui capaz de saber que te enfrentarías a tu hermano, que los dos quedarían exhaustos y que es mejor que te recogiera antes de que alguien más lo hiciera, que de hecho no fue fácil.

—Diría que dices mentiras —dijo Sasuke—. No hemos hablado íntimamente, ni siquiera te conozco, no puedes saber esa información.

Sasuke juntó sus mano.

—[Kai] —dijo Sasuke.

Sasuke abrió los ojos, pero todo seguía igual, excepto por Anko, quien ahora intentaba contener su risa con todas su fuerzas.

—Eso fue bastante ridículo. Aunque supongo que algo lógico.

Anko sacó una esfera de cristal, la lanzó al suelo. Imágenes eran percibidas por Sasuke.

Un grupo de casas en llamas, individuos moviéndose de un lugar a otro, algunos llorando. Había un grupo peculiar, quienes tenían el cabello naranja.

—Konoha... ¿qué está pasando? —dijo Sasuke—. Dilo de una vez.

—Eres insoportable —Anko sacó el palillo del fuego, sopló varias veces—. La aldea está siendo atacada.

—¿Atacada? ¿Por quién?

—El líder de Akatsuki —dijo Anko—. ¿Recuerdas? Tu hermano, el mío, están en ese grupo, el líder busca a Naruto.

—¿El dobe? —Sasuke se puso de pie.

—¿Así lo llamas? —dijo Anko—. Sí, seguro, lo bueno es que no lo encontraran, lo malo es que la aldea será destruida... bueno, dependiendo de como lo mires...

—Tengo... regresemos.

—Una vez que termine de comer tengo mucho trabajo por hacer —dijo Anko—. Ve solo, yo iré cuando me plazca. Tu polo está por allá, seco y todo.

Sasuke se puso el polo, era efectivamente como dijo.

—¿...Quien eres?

—Tu consciencia —dijo Anko suspirando—. Vete de una vez, el camino es por allá.

Sasuke fue en aquella dirección.

—Sasuke.

Este giró su cabeza y miró de reojo.

—Hay bastantes cosas que no sabes —dijo Anko—. Pero recuerda que tienes amigos y al final de todo, eso será lo importante.

No tenía tiempo que perder, se introdujo en el bosque a paso apresurado.

—Um... —Anko saboreó—. Que terrible es esto, puaj... ese río no era el ideal.

Anko se acostó en el suelo.

—Mejor como luego.

Unos pasos en el bosque, ramas que caían de los árboles. Anko sintió su pecho palpitar, incluso sus manos sudando.

Pero se mantuvo quieta, al igual que él cuando llegó.

—Eh... hola.

—... Hola.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora