Capítulo 66: Decidido

861 82 0
                                    

Las piedras circundantes rodearon al Kyubi, quien comenzó agitar su enorme cuerpo con todas sus fuerzas. Su cola golpeó con suficiente fuerza y fue finalmente visible.

Ese despliegue de poder, con la capacidad de oponerse, hizo asustar un tanto a Konan, sin embargo, todo esto eran sentimientos en su interior que no salieron a la superficie.

De pronto, grietas se formaron en las diversas rocas, de un vistazo, dedujo que una presión increíble debería de salir desde dentro.

Dos figuras emergieron de la roca, fueron ayudados por los agujeros que el Kyubi había hecho antes, no era descabellado que escaparan.

Movieron sus bocas y conversaron, fijando su atención en todo momento a Pain, Konan no podía entender lo que decían, solo de vez en cuando entendía palabras, aunque no les encontraba significado.

—Ese patrón... —dijo Konan—. ¿El hermano de Itachi?

Esos ojos rojos era iguales a los de él, por lo que tenía entendido, si tenían una forma distinta a tomoes, significaba que se había desbloqueado el [Mangekyou Sharingan].

Sasuke se puso al frente de Pain, corrió lo más rápido que pudo y atacó con sus puños. La chica y el Jinchuriki aprovecharon la oportunidad para alejarse de la batalla.

Sin embargo, a diferencia de lo que pasó con la mujer de cabello rosado, no se ocultaron, en su lugar, se adentraron al bosque, con una precisión increíble parecía... que se acercaban a su posición.

—Nagato... si varios ninjas se reúnen a luchar —dijo Konan—. Será difícil... ¿quieres continuar aquí?

Los únicos que venían aquí no eran Naruto y Karin, un grupo de ninjas de Konoha también, por su comportamiento los habrían encontrado, pero por prudencia optaron por no seguir avanzando.

Ajeno a todo esto, Nagato tosió luego de un rato de estar en silencio, la sangre se acumulo en su mano derecha.

Konan con cautela limpió su boca con una de las hojas de su cuerpo.

—¿Recuerdas...? —preguntó Nagato—. ¿Cuándo me juraste lealtad?

—Nunca se me olvidaría —dijo Konan.

—¿Has sido feliz?

—Sí, no hay nada mejor que servirte a ti, conociendo toda nuestra historia, heredas lo que Yahiko dejí y lo sigues con empeño —dijo Konan—. Mi felicidad está a tu lado, incluso si te vas hasta los confines del infierno, yo te seguiré con una sonrisa.

Dijo con una calma extraordinaria y digna, como palabras ensayadas una y otra vez hasta que fueran creíbles, el pináculo de su devoción.

—Me alegra escuchar eso —dijo Nagato—. Ha sido difícil, ¿verdad?

—Por supuesto, sin embargo, nunca he tenido dudas sobre ti.

Nagato, como si rechazara esa afirmación, quedó en silencio, Konan no entendía aquel proceder.

—No podemos escapar ahora —dijo Nagato—. El niño ha persuadido a los ninjas, incluso si escapamos, ellos nos verán o sentirán. Creo que la chica pelirroja tiene capacidades de ninja sensor muy fuertes.

Konan se había descuidado, había bajado la guardia, tiene suerte de que Nagato siempre fuera tan eficaz.

—En ese caso —dijo Konan—. He preparado explosivos para todos ellos.

—No están viniendo todos —dijo Nagato—. Solo son los niños o... jóvenes, no conozco sus edades.

Se concentró en buscar en los alrededores, había explosivos repartidos por todos lados, pero, al momento de que estuvieron cerca, rodearon los explosivos y siguieron avanzando.

Konan chasqueó la lengua, podría perseguirlos ella misma moviendo los papeles a voluntad, pero de ese modo, este árbol podría salir perjudicado y Nagato sufrir heridas, no iba a permitir eso.

En ese caso, usaría sus habilidades como ninja para detenerlos en la entrada. El Jinchuriki y la chica estaban en la entrada, parecería que llegaron a un acuerdo, al final, solo entró uno.

Era el Jinchuriki quien avanzaba, sus pasos resonaron por toda la habitación, hasta que estuvo frente a ellos.

—¿Uzumaki Naruto? ¿Verdad? —dijo Nagato—. Jinchuriki del Kyubi.

El Jinchuriki se movió errático aún con el poder del Senjutsu, como pensaba, Nagato era omnipotente, eso solo hizo que la confianza de Konan se afianzara más.

—Tengo control sobre tu cuerpo —dijo Nagato—. Ahora, cuidaré bien de ti...

Naruto levantó la cabeza, sus ojos fijos, en forma de cruz, miraban a Nagato, quien tembló un poco.

—Ya veo —concluyó Pain—. Eres un demonio.

—Eso es grosero... —Naruto apretó el puño—. He venido para hablar contigo, tú me diste la oportunidad, así que haré lo mismo, necesito saber una cosa.

—¿Qué cosa?

—Saber como me siento por dentro, una vez que te viera.

—¿Entonces? —Nagato sonrió, nervioso.

—¡Estoy molesto! —Naruto apretó sus puños hasta que salió sangre—. ¡Quiero asesinarte! ¡Ero-sennin! ¡Kakashi-sensei...! ¡Hinata! ¡Tú los mataste a todos! ¡Y seguirás haciéndolo si no te mato ahora!

Naruto levantó su puño, una señal de agresión, Konan, de ser necesario, sacrificaría su cuerpo, por eso se movió adelante de Nagato.

Al final, sin embargo, nada pasó, Naruto se quedó en su mismo sitio.

—A estas alturas... —dijo Naruto—. No es simple lo que tengo que hacer.

—Para mi, es bastante simple —dijo Nagato—. No me dejarás ir, uno de los dos morirá en cuanto acabes tu charla.

—Sí, tienes toda la razón.

—El sueño de Jiraiya-sensei, es demasiado idealista —dijo Nagato—. La realidad es cruel.

—¿La realidad es cruel? —Naruto desactivo el modo sabio, rasco su cuello, en desanimo—. Tienes razón... por ejemplo, ¿cómo te convertiste en esto? Si eras estudiante de Ero-sennin, no debió de haber pasado esto.

Naruto miró por un momento a Konan.

Sabía que esto podía ocurrir, por eso, Konan bajó la cabeza sin decir nada.

—¿Con que objetivo? —preguntó Nagato

—He descubierto algo —dijo Naruto—. Algo demasiado interesante como para quedármelo para mí mismo, lo quiero compartir contigo, pero necesito conocerte primero.

—¿Tienes una respuesta?

—Sí.

El silencio por varios segundos, Nagato volvió a hablar.

—Entonces —dijo Nagato—. Que así sea.

Naruto Shippuden / IridiscenciaWhere stories live. Discover now