Capítulo 110: Recuperar (2)

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El papel permaneció suspendido en el aire, moviendose a su ritmo, a pesar de que era sospechoso, nadie podía notar este pequeño objeto, esa es la razón por la que Konan lo había usado.

Se giró, con el caluroso sol haciendo que tanto ella como Sasuke botaran sudor por sus frentes.

—Son un gran cantidad —dijo Konan—. Los Zetsu blanco están por todos lados, además, todavía queda la posibilidad de que mis antiguos compañeros se encuentren cuidando tal lugar, podría encargarme de uno, pero de dos o más es imposible, en especial con los que quedan.

Sasuke escuchó con atención sus palabras. Durante el recorrido, no habían discutido tanto debido a que ninguno de los dos tendría ningún mérito en hacerlo, sin embargo, ahora, era otra la cuestión. Estaban atados por el mismo objetivo y eso era suficiente, Sasuke sabía que por esos ojos fríos que mostraba, tenía la misma opinión que ella.

Aun así, creía que ella estaba mintiendo. Esa ropa, la capa que lleva y muestra con tanto orgullo, es la razón por la que su hermano ha sufrido, porque existe esa organización, todo el dolor se ha propagado.

Por lo tanto, tenía que preguntar.

—¿Por qué no te has quitado ese traje?

Entonces ella examinó sus ropas, y pareció no entender a que se refería.

—Vienes ante los Kage y aseguras que ayudarás en lo posible por ellos, pero todavía llevas ese uniforme, el uniforme de Akatsuki, ¿no es eso contradictorio? —Sasuke achicó los ojos—. ¿De verdad estás de nuestro lado?

—¿Era Sasuke? —dijo Konan, mirándolo de frente a los ojos.

Ninguno de los dos cedió ante la presión del otro.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Eres el tipo al que Itachi nos pidió no tocar, en ese momento entendimos mal sus aspiraciones... de algún modo saliste beneficiado.

—¿Beneficiado? —Sasuke mostró su indignación—. ¿A qué te refieres?

—Oh, lo siento, use mal las palabras...

Konan miró por sobre el hombro de Sasuke, como si estuviera pensando seriamente en lo siguiente que diría.

—Me refiero a que evitó tu muerte.

—Lo sé, aun así, eso no quita su crueldad.

—Es justo.

—Todavía no has contestado.

—¿Sobre tu comentario inicial? —preguntó Konan, puso su dedo en el mentón—. Supongo que mientras ustedes estén de su lado, yo lo haré igual. Es una fe ciega que tengo, algo sin base ni fundamento salvo los sentimientos y la experiencia que tengo a su lado.

—Irritante, ¿Qué pasará una vez que pierda el camino? Tú lo harás igual.

—Jaja, puede ser —Konan ocultó su risa—. Aunque, espero que cuando llegue ese momento yo haya madurado lo suficiente.

—¿Madurar?

—Crecer, despertar, darte cuenta —dijo Konan—. Mi reloj se ha retrasado por tanto tiempo que dudo que vuelva a funcionar apropiadamente, una costumbre es difícil de romper, pero solo eso, no es imposible. Dime Uchiha Sasuke ¿cuando se detuvo tu reloj?

Sasuke sintió su respiración entrecortarse, negó.

—Nunca me ha pasado.

—¿Es así? Que afortunado, que el odio no te haya consumido y que no te hayas desesperado, ni que hayas encontrado tu vida una desgracia sin sentido. Levantarte con eso todas las mañanas... es doloroso —Konan pareció recordar algo, apretó su capa—. Esta vestimenta, fue hecha con el propósito de traer esperanza, fue así como empezó Akatsuki y quisiera que así termine. Esa quiero que sea mi meta.

—¿El desarrollo no importa?

—Ya que está arruinado, no puedo hacer nada para cambiarlo, aunque quisiera retroceder el tiempo, es imposible. Además, todavía no distingo lo que está bien de lo que está mal, no haría la diferencia... me he perdido y espero volver a encontrar el camino.

—... Ese camino... ¿qué pasa si no lo encuentras?

—... Eso es aterrador —Konan giró la cabeza—. Creo que te enseñaré algo, de todos modos, todavía no estoy segura, pero quiero confiar.

Sasuke no entendió el significado de aquello, ambos salieron de sus escondites y avanzaron por el desierto ya cercano a Sunagakure, si alguno de los dos pudieran usar la técnica de Hajime, la hubieran usado.

—Konan, nos acercamos demasiado —dijo Sasuke.

Y ella no contestó, en su lugar, se le veía temblorosa, pensativa, aunque todavía, determinada. Lo que desbordaba del movimiento de su cuerpo al caminar era eso.

Ambos se detuvieron en seco, Sasuke fue el único en dar un paso atrás.

Una persona estaba al frente de ellos, tenía el cabello blanco, ropas marrones y un rostro lamentable y demacrado.

—Nagato —dijo Konan.

Sasuke no ocultó su sorpresa, de inmediato se alejó varios pasos de ambos, detrás de ellos.

—Konan... —Nagato habló irritado—. Estás aquí.

—La verdad esperaba no volverme a encontrar contigo nunca más, es una... —dijo Konan—. Supongo que así es como es esto en el mundo.

—¡¿Qué significa esto?! —los ojos de Sasuke tomaron la forma de tres aspas.

—Sasuke, te enseñaré mi confianza en él —Konan lo observó de reojo, aclaró su garganta—. La verdad... hasta da un poco de vergüenza decirlo, te soy sincera con eso, Nagato, mi buen amigo.

Nagato levantó su brazo, gotas de esfuerzo se acumularon en su rostro.

—Konan, aléjate, esto es malo, me está controlando...

Mientras tanto, Sasuke no supo como reaccionar ante esta escena. Ni siquiera habían avanzado lo suficiente para acercarse a las fronteras de Sunagakure y tenían que enfrentarse a semejante ser, pensar en vencer a Nagato... de solo recordarlo le producía cierto temor.

—¡Soy más feliz que ayer! —gritó Konan, con una sonrisa algo melancólica.

Konan cubrió sus ojos con los dedos.

—No entiendo porque me puse así, lo siento —dijo Konan.

El esfuerzo que hacía Nagato se desvaneció, su respiración era tranquila y su rostro de quien ha recibido una revelación, levantó sus labios.

—Ya veo... —dijo Nagato.

Sasuke se preparó para atacar en ese momento, tomó un impulso, sus ojos tomaron la forma del [Mangekyou Sharingan].

Si hay algo que podría contrarrestar a este ser es el Genjutsu, por eso usaría el más poderoso que tenía.

Sin embargo, no habían pasado más segundos, Nagato había sonreído, Sasuke se detuvo, al observar como ese enemigo tan poderoso, desaparecía.

Konan bajó la cabeza, sin embargo, no parecía triste de ningún modo.

—¿Tú hiciste...? —preguntó Sasuke—. ¿Cómo es que...?

—Fue Hajime, él me lo contó —dijo Konan—. Que los sentimientos desestabilizan el [Edo Tensei], también lo deduje de ti, además... esas palabras, las puso en mi boca.

Sasuke en ese momento entendió a lo que se refería, sin embargo, todavía se quedó pensante, viendo a Konan, en algo... que le era complicado explicar...

Eran tonterías, no tenía que preocuparse por eso.

—Reunamos más información —dijo Konan—. Tendremos todo preparado luego.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora