5

12.6K 1.1K 143
                                    

GOOD LUCK

En cuanto llegue al círculo de lucha, me posicione en el respectivo lugar que me marcaban

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

En cuanto llegue al círculo de lucha, me posicione en el respectivo lugar que me marcaban. Me di la vuelta para observar un poco, y ahí estaban todos. La mayoría de los tributos estaban al rededor del círculo esperando que la pelea comenzará. No tenían otra cosa que ver, tenían que ver como pasaba el ridículo en ese mismo instante.

Ese fue un buen momento de distracción para mi contrincante, ya que aprovechó para proporcionarme un golpe en la parte baja del estómago. Me retorcí un poco, pero al instante me acerqué a devolver el ataque. Si estuviera en otro lugar hubiera soltado miles de maldiciones, me había dolido. Puedo jurar que sentí como algo se movió dentro de mí.

—No tienes a nadie que te defienda, será lo misma en la arena. Tranquila, yo me encargaré de matarte y no hacerte sufrir tanto chiquita.

¿Cómo podía decirlo tan tranquila? Necesitaba un buen especialista si ya está pensando en matarme. Aunque está cegada de sangre por lo que veo.

La chica se acercó a dar un puñetazo en mi cara que ni yo sé cómo lo esquivé. Un pedazo de alegría me invadió, haciendo que una enorme sonrisa se me escapara hacia su dirección.

—No estarás así de feliz cuando esté por cortarte la cabeza —advirtió—Ten cuidado, princesita—enfatizó en la última palabra—Te cortaré esa linda boquita.

Bueno, creo que se lo estaba tomando muy a pecho. Debía defenderme, no quedar como una cobarde. Por eso le proporcioné una patada en su estómago, lo que para mí gran suerte la hizo tambalear y caer al piso. Magnifico, por una sola vez en mi vida había logrado algo, algo con lo que me sienta victoriosa...ganadora.

—¿Quién le va a cortar la boca a quién?

No había sido tan difícil.

No sé de donde había salido tanto coraje para enfrentarme a una profesional. Al ver que aún no se había levantado, le ofrecí mi mano. Era una ofrenda de paz más que nada, ademas, había visto a los entrenadores hacer eso. Lucrezia rápidamente la tomó e hizo una espectacular llave que me provocó que mi espalda chocará contra el duro y frió piso.

—Te equivocaste de persona—ladró, tal perro furioso y rabioso.

Se escucharon risas provenientes del fondo de donde estábamos, supuse que eran sus estúpidos amigos/aliados.

Tan rápido se fue mi felicidad que por eso me quedé unos minutos sentada en el piso, hasta que extendieron una mano hacia mí. Todo había sido un completo desastre.

Había quedado como una idiota en rídiculo.

—Lo hiciste bien para ser tu primera vez, más porque fue con una de las profesionales.

Levanté mi cabeza y ahí estaba Steven con un cuchillo en su otra mano. ¿Me estaba por desafiar? ¿Quería aprovechar el momento?

—Te estás burlando, ¿Verdad?—pregunté, en un tono de confusión y enojo.

—Anoche escuché que eras buena en los cuchillos, ¿Por qué no se lo demuestras? no dejes que se burlen de ti. Son unos idiotas más que por su arrogancia no sobrevivirán.

Me levanté del suelo con su ayuda y tomé el cuchillo que me daba.

Nos acercamos a la zona de cuchillos. Ahí habían distintos maniquíes que estaban posicionados uno al lado del otro.

—Soy una principiante, solo sé un poco de puntería—aclaré—También lo leí en un manual, solo aprendí como posicionar la mano.

Él me hizo un gesto con la cabeza para que me acercará a intentar. Me acerqué a tomar el cuchillo con mi mano derecha, y visualicé el centro del maniquí. Lo tiré con firmeza y ví como se incrustaba en el centro para luego caer al piso y llamar la atención de todos.

—Eres buena, solo necesitas practicar. Yo iré a la zona de espadas, nos vemos en un rato—me animó, mientras limpiaba las gotas de sudor que caían por su frente.

Estuve un largo tiempo practicando con los cuchillos, en algunos momentos les daba perfectamente bien y en otros había muy poca diferencia con el lugar donde quería dar.

—Disculpa, ¿Podrías enseñarme eso?yo a cambio podría ayudarte con la lucha cuerpo a cuerpo. Eres algo mala para eso. Y no es como amenaza, tómatelo como una ayuda. Además me cae mal esa zorra.

A mi lado se encontraba el tributo masculino del seis o del doce. Aún no los recordaba.

—No soy perfecta en esto, pero acepto —Me acerqué a tomar un cuchillo nuevo—Debes tomarlo con la mano que eres más ágil, marcas el ángulo que tendrás de aquí hasta el maniquí. Respiras profundamente y lo tiras sin dudar— El pequeño cuchillo se incrustó en la cabeza del maniquí, haciéndome sonreír.

Gracias por no dejarme en ridículo.

—Debo ir con mi compañero, tú practica eso— ordene como toda una profesional en el tema. Aunque definitivamente no lo era.

El timbre sonó indicando que el entrenamiento había terminado, me acerqué a donde estaba Steven y sonreí.

—¿Como te ha ido en lo que no estaba?—le pregunté

—Bastante bien para ser el primer día, hasta creo que encontré a mi primer aliado, ¿A ti?

Los dos comenzamos a caminar hacia donde estaba el ascensor. Este era uno muy espacioso y de color plateado, digno del Capitolio.

—Bueno, sacando la pelea con la del uno creo que bastante bien—respondí, encogiéndome de hombros.

Al final decidimos subir las escaleras en vez de usar el ascensor. Eso nos ayudaría a mantener la rutina de estos días. Bueno, eso pensaba.

 Bueno, eso pensaba

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

💖

𝐃𝐄𝐑𝐈𝐕𝐄| 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐢𝐜𝐤 𝐎𝐝𝐚𝐢𝐫Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz