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Después de esa horrible situación, me obligaron a ir hacia mi habitación. Boggs me guió hacia ahí, luego se fue. Al entrar, una mujer alta de cabello negro me recibió. Ella rápidamente se acercó a mi, y comenzó a hablarme. Me empezó a explicar cómo se manejaban aquí; las habitaciones eran compartidas, y había un área para hombres y mujeres. Según lo que me dijo, trataban de evitar sobrepoblación. Luego me comentó cuáles eran los horarios. El baño te tocaba dos veces a la semana si querías tener agua caliente. De otra manera podría hacerlo otro día, pero siempre tenías que respetar el mismo horario. También estaba la comida, te daban una bandeja por persona, y debías repostar el horario. Si no lo haces, simplemente no comes en todo el día.
Y por último me comentó cómo debía estar; tenía que vestir un conjunto color gris. Mi cabello no podía pasar mucho más de mis hombros, si es así, siempre lo tendré que llevar atado. Y la última opción sería cortártelo. Claramente, no lo iba a hacer. Mi cabello era algo de las cosas que más me gustaban de todo mi cuerpo.
—¿Entendiste?—bramó la mujer
Solo asentí con mi cabeza. Debía prepararme para acompañar a Katniss, ese fue él trato. Por lo poco que escuché, esta visita al doce la hará recordar quién es el verdadero enemigo. Aunque, siendo sincera, no sé si lo podrá soportar. Por lo poco que escuché el doce fue bombardeado, no quedará nada. Hasta podemos encontrar cadáveres.
En cuánto terminé de cambiarme, fui hacia el espejo que estaba al frente de mi cama. La ropa no era incómoda, lo único que creo es que será un poco agobiante vestir lo mismo todos los días. Pareceré un personaje animado.
—¿No te dije que no se puede?—dijo la mujer, bajando de la cucheta—Aquí no importa quién eres, debes seguir las reglas.
Su actitud me hacía desesperar.
—No creo que Coin se enojé.
—Le informaré...
Antes de que pueda decir algo más, me retiré de la habitación. Al salir me asusté, Boggs me estaba esperando afuera. Rápidamente y en silencio, comenzamos a caminar por los pasillos. Luego subimos al ascensor y bajamos unos cuatro pisos. En cuánto el ascensor paró, salimos de este. Giramos a la derecha, y al fondo había miles de misiles amontonados. Parecía que este era su armamento de defensa. No dimos tanto pasos hasta llegar hacia la plataforma en donde ya había un aerodeslizador. De este salió un chico alto de pelo marrón y ojos azules. Al acercarse, se presentó, él era Gale Hawthorne. Lo había reconocido, habían pasado por la televisión los latigazos que le había proporcionado Romulus Thread.
Al poco tiempo apareció Katniss, ella rápidamente fue a abrazar a su amigo. Al igual que a mí, fue un poco extraño, pero yo también lo hice. La última vez que la vi fue en la arena, cuando estaba con Johanna.
