1

9.2K 832 161
                                    

I MISSED YOU

A lo largo de todo este tiempo descubrí que si un agente de la Paz está cerca mío, todo se irá al carajo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A lo largo de todo este tiempo descubrí que si un agente de la Paz está cerca mío, todo se irá al carajo. Lo puede verificar, en cuánto desperté en una cama desconocida. Una pequeña punzada en mi cabeza, hizo que me quejará en voz baja, y también, había un insoportable olor a podrido. Lo que me dejaba pensar qué, tal vez, habían cadáveres cerca de mí. O estaban escondidos por aquí.
Estas eran unas de las tantas consecuencias que causaba cuando te inyectaban un calmante. Podías sentir desde mareos, dolores de cabeza hasta alucinaciones, claro, si excedían la maldita dosis de aplicación.
Con un poco de pereza, me senté en la cama. Coloqué la mano sobre mi cabeza, y solté un gran suspiró. Estaba cansada de pasar por estas situaciones. Cansada de que me vida dependiera ni más que menos de: Coriolanus Snow. En estos cuatro años que pasaron, comprendí que mi vida ya no me pertenecía. No podía hacer nada de lo que yo quisiera, ni si quiera podía optar por decidir. Todo lo decía él, o alguna de las personas que estaban en su pirámide. Era agobiante, si me dieran la oportunidad de seguir viviendo, no la tomaría. Porque sabía que mi vida aún dependería de él. Y al cabo de cómo son las cosas, estando muerta también. Ni si quiera podría descansar en Paz, que era la última divinidad que podría tener el ser humano.

Cuando me decidí por levantarme, la puerta se abrió. Dejando ver a un agente de la Paz. Confundida, retrocedí hacia atrás.

—Ya es hora—soltó, sin mirarme

—¿Hora de qué?—Pregunté, confundida.

No entendía nada de lo que estaba pasado. Aunque, tenía mí sospechas de que algo no tan Bueno sería. Tal vez, Snow mandó a asesinarme. ¿Qué tal si salía y uno de estos me encajaba un tiro en la sien? Si iba a morir, por los menos, que no sea de una forma dolorosa. Pueden inyectarme cualquier cosa. Pero una bala en la cabeza, no lo aceptaré.
El hombre se quedó callado, lo único que hizo fue acercarse hacia mi, y tomar bruscamente mi brazo. Tampoco iba a dejar que me traten cómo cualquier cosa, ya lo hacían, pero no dejaría que alguien más lo haga. Moriría con un poco de dignidad, si es que me quedaba.

—No me toques, idiota.

Me resistí tanto hasta que me cansé. Bueno, no, él logró tomarme. Y a la vez, me obligó a caminar hacia adelante. El tipo abrió la puerta, y los rayos de luz cegaron mi visión. No podía ver nada, pero era placentero. Hace tanto sueño con poder ver el cielo de nuevo.
Cuando coloqué la mano sobre mis ojos, lo que vi, no fue para nada lo que yo esperaba.
Sin darme cuenta, el agente de la Paz había desaparecido, dejándome sola. Bueno, no tan así. Miles de personas estaban al frente de mí. No sé cómo habrá sido mi cara, pero estoy segura que es un dibujo. No sabía cómo sentirme, y creo, que había entrado en shock.
Así me quedé por varios minutos, hasta que un toque en mi brazo me hizo reaccionar. Al darme la vuelta, pude encontrar a más personas. Claramente, no estaba sola. Estaba acompañada de gente muy conocida para mí. Aún seguía sin entender lo que estaba pasando, ni si quiera me podía mover. Un gigantesco nudo en mi garganta se había formado, al comenzar a atar todos los cabos; ahora mismo, estaba en el distrito cuatro. Acompañada de: Annie Cresta, Kenny, Mags, Finnick y Beaulfort Fallen. Sus miradas demostraban confusión e impacto. En específico, la del chico, no tan chico, de Finnick Odair. Él estaba más alto, y mucho más musculoso. Vestía unos pantalones holgados y una sencilla camisa color blanco. Y en su cuello, había un lindo collar de diente de tiburón. Bueno, todos ellos tenían uno de esos. Tal vez habían hecho un acuerdo.

𝐃𝐄𝐑𝐈𝐕𝐄| 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐢𝐜𝐤 𝐎𝐝𝐚𝐢𝐫Where stories live. Discover now