10

5.3K 492 201
                                    

MONSTERS

Quería pensar que esto era una pesadilla, pero lastimosamente no era así

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Quería pensar que esto era una pesadilla, pero lastimosamente no era así. Todos están muertos y, ahora, nunca regresarán. La frase que Finnick decía aplicaba para este momento: "Resulta diez veces más difícil recuperarte que hundirte" y es así. El dolor tremendo por la muerte de alguien importante puede suscitar emociones que parecen muy difíciles de soportar o que te asustan por su intensidad. Mamá murió por ayudar a esta causa; los estilistas, Mags y Kenny murieron a manos del capitolio, a manos de Coriolanus Snow. Tuvieron una muerte lenta y dolorosa. Por mi culpa, por entrometerme en esta guerra. Con todo lo que me pasó tendría que haber aprendido, tengo que hacerlo. De otra manera la gente seguirá muriendo por mi culpa. Y ni si quiera lo toleraré, porque este mi punto final. Para mi ya todo acabado, solo queda desgracia.

A lo largo de más de veinticinco años los distritos fueron reprimidos por este tipo, nunca conocí a un dictador tan cruel y gobernador como lo es esta víbora. Desde que nacemos hasta que soltamos nuestro último suspiro le pertenecemos, nunca seremos libres. Por eso, casi toda la mayoría de esta población se acostumbró a cerrar el pico, todos sabíamos que los que iban en contra de él terminaban con una bala en la cabeza. Y eso yo lo sabía, pero fui una egoísta y solo pensé en mi. Nunca pensé en los malos escenarios que podría conllevar esta rebelión.

Lo único que podía hacer para desahogarme era sollozar, en el momento que necesitaba que me apoyarán. No había nadie, desde que desperté en esta habitación lo único que hice fue pensar. Tal vez pasaron días y ni si quiera me di cuenta de eso, pero, tienen que entender que mi mundo se detuvo al mirar esos crueles e inhumanos videos.

—Señorita Sprintkount, no puede estar aquí.

Hace una hora me había despertado, las pesadillas volvieron. Pero esta vez más fuerte que nunca, lo único que podía hacer para calmarme era caminar por los pasillos del hospital. Y esconderme en un pequeño lugar secreto que tenía, bueno, no tan secreto. La enfermera logró descubrir a donde estaba.

—Lo sé...solo denme cinco minutos...

—¿Podemos ayudarla a dormir? Tiene que descansar.

Últimamente estaban muy pesados.

—Les dije que en cinco minutos, luego regresaré a la cama—solté entre dientes

Las linternas que alumbraban el pasillo poco a poco se acercaron hacia donde estaba. Hasta que una luz cegadora fue directo a mis ojos. Ahí estaba la enfermera, acompañada de uno de los doctores que me atendían. Ellos eran un equipo junto al psicólogo que me acompañaba todas las tardes en este calvario. Lo habían asignado porque sin querer golpeé a la presidenta Coin. Digamos que ahora también estaba un poco apresada. Los especialistas eran los únicos que podían entrar al pabellón en donde estaba. Que era pura y exclusivamente para mi.

—Solo cinco minutos—supliqué

Pero nuevamente no fui escuchada, sentí un leve pinchazo en mi brazo que poco a poco me llevó a perder la conciencia.

𝐃𝐄𝐑𝐈𝐕𝐄| 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐢𝐜𝐤 𝐎𝐝𝐚𝐢𝐫Where stories live. Discover now