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KILL ME PLEASE.

Ya no estaba consciente de todo lo que sucedía a mi alrededor, en cualquier momento, sentía que me iba a dormir para no despertar nunca más

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Ya no estaba consciente de todo lo que sucedía a mi alrededor, en cualquier momento, sentía que me iba a dormir para no despertar nunca más. El dolor que sentía era insoportable, preferiría morir en vez de seguir sufriendo.
Nunca pensé que me rendiría tan fácil, pero esto es más fuerte que yo. No hace falta verme la picadura para ver qué está toda hinchada y, posiblemente, infectada. Esta minúscula cosa hacía que me sintiera de los peor, y claro, también faltaba la deshidratación que tenía.
De un momento para el otro, mi cuerpo calló acostado en la hierba. Ya no podía ni controlar lo que podía hacer, mi cuerpo ya no me pertenecía. Lo único que quería era descansar, y estaba auto-obligándome a hacerlo. En ese momento, sentía que la suerte no estaba ni un poco de mi lado.
Sin que me diera cuenta, había cerrado mis ojos. Al abrirlos, me encontré con el hermoso paisaje de la noche. Miles de estrellas estaban en el cielo, y la luna era tan blanca y brillosa. Que podía iluminar casi toda la arena.

Tenía dos opciones en ese momento: quedarme aquí o irme lo más rápido posible. Si me quedaba aquí, lo más posible sería que durmiera y, también, correría el riesgo de no volver a despertar. Pero también estaba la otra, que no tenía sentido. Ya que no podría hacer nada, de una manera u otra estaba sola.
Pero bueno, con las pocas fuerzas que me quedaban, lo intenté. Juro que lo hice, pero mi cuerpo ni si quiera me hizo caso. Y así en menos de cinco segundos, me rendí. Poco a poco comenzaba a aceptar mi destino. Tenía un poco de miedo de este, pero dejaría de sufrir. Y tal vez, me reencontraría con más personas. Entre una de ellas mi mamá, siempre tuve la oportunidad de decirle las cosas. Pero no pude, algo era más fuerte que yo. Por eso, comencé a aconsejar a la gente que digan todo lo que sienten. No importa lo más mínimo que sea, hay que hacerlo. Sea una humano o no, sabía que esa cosa no me permitirá seguir con vida. Este era el adiós, mi adiós. Espero que todos puedan cuidarse, y protegerse. Merecemos salir de todo esto, algún día, sé que lo haremos.
Como si intentara demostrar todo lo que sentía en ese momento, miré hacia el cielo. Con esta mirada, traté de hacer llegar mi mensaje.

El ruido cada vez se sentía más fuerte, y ya cuando pude sentir que algo estaba en mi espalda, cerré mis ojos. De esa manera y en, paz, espere que la muerte rozará mi cuello. Al instante de eso, sentí el filo de algo rozar mi cuello. Tal vez el otro concepto era literal, y la muerte si me estaba rozando los pelos.
Esperando que este sufrimiento ya terminará, comencé un conteo del diez hacia el uno. Cuando llegué al último, raramente, el final no llegó. Sentí cómo esa persona bajó su arma. Dio unos pasos hacia adelante, y ahí, pude observar quién era el que estaba por matarme.

—Chaff...—susurré en un hilo de voz

La luna dejó ver su cara, su ceño estaba levemente fruncido. Espere a que él diga algo, pero no lo hizo. Por eso, decidí hablar yo.

—Lamentó lo de Seeder.

Y era verdad, lo sentía muchísimo.

—Si vas a matarme, hazlo rápido.

Como él no articulaba ni una sola palabra, yo era la que hablaba. En cuánto me escuchó, nunca pensé que lo iba a hacer. Rápidamente, levantó su lanza y me apuntó. Con temor, pero sabiendo lo que iba a suceder en ese momento, cerré mis ojos. Estuve varios segundos esperando el impacto, pero nunca llegó. En cuánto abrí mis ojos, me di cuenta que ya no tenía su lanza en manos. Como pude, giré mi cabeza, y ahí encontré una ardilla dorada. Era mediana, pero parecía feroz. Si tampoco me equivocaba, esa cosa era otro muto. Parecía que todas las cosas salían a este horario.

—¿En serio creías que te iba a matar?— él rió—No haría eso, tenemos que escapar antes de que más de esas cosas aparezcan. Estas asquerosidades siempre atacan en manada.

Bueno, nunca pensé que esa sería su respuesta. En cuánto él comenzó a moverse, lo seguí con la mirada. Había ido a buscar su lanza, que había quedado clavado en el pequeño cuerpo del animal.

—Debemos irnos—repitió

—No puedo.

—¿Por qué?—preguntó

Solo señalé mi cuello, cuando él lo vió, hizo una mueca de dolor. Luego de eso, se alejó de mi, y fue hacia un árbol. Rompió un pedazo de rama, y me lo extendió. Mi cabeza en ese momento no podía pensar literalmente nada.
Al ver que no tomé la rama, él me ayudo a levantarme. Me costó y dolió, pero lo pude hacer.

—Niña, estas que arde—soltó, colocando la rama en el piso—Esto te ayudará como soporte.

Gracias que lo había dicho, porque no entendía nada.

—Entonces...¿No me vas a matar?—de todas las preguntas, esta fue la más estúpida que hice

Su reacción hizo que a mí espina dorsal la recorriera un escalofrío. Él, inmediatamente, hizo que sus facciones se endurecieran. Daba tanto miedo, que quería escapar de ahí.

—Ya lo hubiera hecho si quería—su tono fue seco

Al notar mi reacción, él rió. Y a la par de eso, sus facciones regresaron a la normalidad.
Cuando ya apoyé mi bastón en la tierra, hizo que pasara una de mis brazos por su cuello. Y con su ayuda, comenzamos a caminar en medio de toda las oscuridad. Siendo sincera, no sabía si era una buena opción. Recién nos aliábamos, esto podría salir muy mal. Y además, los mutos comenzaban a salir a esta hora.

—El camino será muy tedioso y más con una bolsa de pescado, ¿Entiendes? de pescado. Como tu distrito, el cuatro—carcajeó

¿Me había llamado bolsa de pescado?

—ja ja ja, entiendo. Porque somos pesqueros—mi risa fue suave, pero notablemente falsa. Solo quería seguirle el chiste.

Pero, claramente, no lo hice. En mi cabeza ese comentario sonaba mucho mejor

—Eso ya está infectado, ¿Lo sabías?

No debías ser un genio para darte cuenta de eso.

—Sí, por eso duele...arde y pica—contesté en un susurró

—También estás muy deshidratada—habló, mientras seguíamos nuestro recorrido—Si sigues así, vamos a enloquecer. Pero no importa, nosotros podemos hacerlo. Debemos sobrevivir—recitó, como si fuera un poema

—Ya busqué, y no hay un miserable rastro de agua.

—Ya lo sé, cerebrito. Por eso me mandaron esta espita, no la había usado porque realmente no tenía sed. Pero al ver tu estado me doy cuenta que la necesitas más que yo.

Sus palabras me alegraron, era lo mejor que podía escuchar en este momento.

—¿Qué es una espita?—pregunté, de pensar varias veces qué diablos era

—Observa la magia de la espita—canturreó

Él me dejó recostada sobre un árbol, se acercó a otro. Y clavó su lanza en el centro de este, luego, colocó suavemente la espita. A los segundos de eso, agua comenzó a caer. Mi felicidad no pudo ser más grande, por fin podría beber un poco más de agua. Al ver la insistencia que tenía, Chaff arrancó una hoja gigantesca de un árbol. La llenó de agua, y la trajo hacia mí. Suavemente, comenzó a dejar caer el agua sobre mi boca. Las primeras gotas que hicieron contacto con mis labios, fueron lo suficiente para darme esperanza. Ya teníamos agua, lo único que faltaba era conseguir algo  para que este dolor se vaya. Si es posible, algo de un patrocinador. Y si no, otra cosa. Al fin y al cabo, siempre se cómo reaccionar al final.

CORTITO PERO BONITO💛
anden bien, y cuídense que los amo muCHOOOOOOOOO
hoy tuvieron premio triple, ni hasta yo me lo creo jsjsj
cada vez faltan menos para el 12
ESTOY EMOCIONADA PORQUE ES EL QUE MÁS ME GUSTAAAAAAA

mañana nos leemos otra vez (;

O quién sabe, en unas horas tal vez...

𝐃𝐄𝐑𝐈𝐕𝐄| 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐢𝐜𝐤 𝐎𝐝𝐚𝐢𝐫Where stories live. Discover now