𝐃𝐄𝐑𝐈𝐕𝐄| 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐢𝐜𝐤 𝐎𝐝𝐚𝐢𝐫

11

SHE IS DEAD.

Luego de Katniss me haya dicho eso, y que ya estuviera libre de sangre. Fuimos hacia la superficie, ahí, nos reunimos todos.
Wirres había sido muy inteligente, nosotros fuimos los tontos que no supimos entenderla. Ahora, las cosas tenían un poco más de sentido. Con razón a cada hora aparecían nuevas amenazas, esto era un reloj. Y uno muy ingenioso, estoy segura de que a cada hora, muere un tributo nuevo. De esta manera, logran hacer que más gente miren los juegos. Aunque, también, estaba segura de que el porcentaje de televidentes había explotado. No todos los días ves un vasallaje lleno de vencedores. Que por desgracia, están  muriendo cruelmente.

—El diseño de la arena es como el de un reloj. Con una nueva amenaza cada hora, pero cada una se queda en su sección. Comienza con los rayos, luego la lluvia de sangre, la niebla y los monos. Son las primeras cuatro horas—explicó Katniss

—A las diez aparece la enorme ola—agregó Peeta

En cuanto la explicación terminó, todos comenzamos a ir hacia la cornucopia. Pero a mí, algo llamó mi atención. Un ruido, mejor dicho. Al voltear, pude ver cómo bajaba un pequeño paracaídas hacia mi. Entusiasmada, lo tomé. Al abrirlo me encontré con un pequeño pote de metal, con un papel que decía: úsalo bien—S. ¿Quién sería la buena persona que me mandó esto? Bueno, ya no importa quién diablos es. Quiero que sepa que se ganó todo mi amor del mundo.
Finnick, al ver que no había ido con ellos, se acercó hacia mí. Cuando vi el paracaídas que estaba en el piso, sonrió. Me sacó de las manos la crema, y untó un poco en su dedo. Con delicadeza, la colocó sobre mi picadura. Al instante, pude sentir un poco de dolor. Pero a la vez, alivió. Que actúe rápido era lo mejor que podía pasar. Ya cuando terminó, ambos fuimos hacia la cornucopia.

—La punta marca las doce—Peeta señaló la punta de la cornucopia con su espada

Por el resto del tiempo, estuvimos tratando de descifrar los horarios, y zonas en donde se encontraban cada una de las amenazas. Y sirvió, estas seis cabezas pudieron elaborar algo bueno. Seis, porque Wirres estaba jugando en la orilla de la cornucopia. Por desgracia, aún estaba en shock. Y desgraciadamente, todos pensamos que quedaría así de por vida.
Ya cuando todo estuvo organizado, comenzamos a pensar lo que podríamos hacer. Algunas de las opciones fueron: escapar de cada estación o quedarnos aquí. Esa fue la que más me gustó, aquí no corríamos tanto peligro como adentro de la jungla.

—¿Entonces, nos quedamos aquí?—pregunto el panadero

—Con tal de no estar cerca de ninguna de esas zonas, por mí, está bien—hablé

—Relativamente—contestó Finnick, en un tono sarcástico y burlón

Él tenía muchos cosas en común con Johanna.

—De diez a once es la ola gigante, ¿Ustedes vieron algo más?—nos preguntó Everdeen, mirándonos fijamente a los ojos

—Solo sangre—contestó Johanna, encogiéndose de hombros

—Yo sí—al hablar, todos me observaron—Dos mutos en menos de una hora.

—¿Qué mutos?

—Escorpiones gigantes y libélulas.

Al recordar lo que me había dicho mi aliado del  once, volví a hablar.

—Cuando estuve con Chaff me explicó que había otro. Él lo llamó la bestia—murmuré—Antes de encontrarme, se cruzó con el cuerpo de un tributo. Dijo que estaba tan desfigurado que ni si quiera se dió cuenta a quién pertenecía el cadáver.

La chica en llamas asistió lentamente, iba a hablar. Pero el grito de Wirres nos distrajo a todos. Al darme la vuelta, pude encontrar a Gloss. Este había clavado un cuchillo en la espalda de la mujer del tres. Todo fue muy veloz, ni si quiera tuve tiempo de tomar mis cosas. Gracias al cielo, Katniss fue la que intervino rápidamente, en menos de segundos, le lanzó una flecha a Gloss. Que se clavó justo en su pecho, produciendo que el cañón sonará, indicando su muerte. Me dió un poco de cosa, pero aquí, nosotros no éramos amigos ni aliados. A continuación, Cashmere salió en venganza a su hermano. Cómo ya había tomado mis cosas, iba a lanzarle un cuchillo. Pero Johanna se me adelantó, lanzó su hacha, que se incrustó en el centro de su frente. Ahora, los dos hermanos Gummer habían caído. A partir de ese momento, todos estuvimos más alerta. Si ellos estaban ahí, sus aliados también. Y no tardaron tanto en salir a pelear. Brutus salió de la nada, al igual que Enobaria. Él primero lanzó un hacha que, por suerte, todos logramos esquivar. Finnick fue el primero que se lanzó contra él. Y después, estaba la de los dientes de piraña. Esa misma, se lanzó contra mí. Tenía unos cuchillos, que supe esquivar rápidamente. Pero por desgracia, uno llegó a rozar el brazo de Finnick. Al ver eso, yo devolví el ataque. Lancé uno de mis cuchillos, que se clavó en su pie, haciéndola caer. Ahí fue cuando me agaché hacia su altura, saqué uno de mis cuchillos y lo clavé en su rodilla. Quería que sufra, se lo merecía. Ella había lastimado a Cecelia, la había matado. Pero, aún, tenia un poco de humildad. Por eso no la maté, le di la oportunidad de vivir.
Ella al igual que su compañero, aprovecharon ese momento para escapar. Los trágicos amantes del doce quisieron ir a buscarlos, pero los detuvimos. Bueno, solo a Peeta, porque Katniss corrió a Enobaria.

—¿Estas bien?—pregunté, acercándome hacia donde estaba Finnick

Como Johanna había acompañado a Everdeen no me preocupaba tanto. En este momento, lo hacía él. El cuchillo lo había rozado, pero había sangre saliendo de ahí. La cortada no había sido tan suave.
Cuando Finnick me iba a contestar, un temblor nos sacudió a todos, haciéndonos caer al piso rocoso. De un momento para el otro, la cornucopia comenzó a girar rápidamente. Lo único de lo que me pude sostener, fue de una piedra. La cornucopia giraba y giraba sobre su mismo eje. Y las cosas malas tampoco faltaron, todos los armamentos comenzaron a caer. Tuve que esquivar muchas lanzas, porque sino, se iban a clavar en el centro de mi cabeza.
Hubo un momento en el que ya no podía aguantar más, estuve a punto de caer. Pero Beete logró tomarme a tiempo. No sé cómo estaba haciendo, ya que Finnick estaba tomando su otra mano. Ahora, él estaba sosteniendo el peso de los dos. No quería ser pesimista, pero no íbamos a aguantar mucho tiempo más así. Finnick no es de roca.
Miles de cosas siguieron cayendo, pero hubo una en particular que golpeó mi cara. Y fue tan fuerte que, sin querer, me solté de Beete. A partir de ahí, todo sucedió en cámara lenta. Sentí cómo mi cuerpo caía al vacío, para luego sumergirse en el agua. Al caer ahí, mi cabeza chocó con algo. No perdí la conciencia, pero quedé un poco aturdida. Inmediatamente, traté de salí a la superficie, pero se me hacía imposible. La fuerza que ejercía la cornucopia, hacia que mi cuerpo giré sobre si mismo. Mis pulmones ya se estaba quedando sin aire, y mi negaba a la idea de morir ahogada. De todas las muertes posibles, esta nunca se me había pasado por la cabeza.
Cuando creí que mi vida iba a acabar, la cosa paró. Tarde unos segundos en salir del agua, pero en cuánto lo hice, llené mis pulmones de aire. Inmediatamente, Finnick se acercó hacia mí. Dió pequeñas palmadas en mi espalda, al igual que Johanna. Que al verme, salió corriendo a socorrerme.

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HOLAAAA, es cortito :c
Pero espero que les guste💛💛💛
Ahora si, NOS VEMOS MAÑANA.
TRATARÉ DE EXPRIMIR TODO DE MI EN EL CAP DE MAÑANA.

no olviden que los amo mucho💛

también les recomiendo que no lean los comentarios a partir de ahora...están llenos de spoilers