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📍para más mejor escuchen la música)?
—¿Él se ofreció como voluntario?—pregunté, sorprendida. No lo podía creer
—Sí.
—¿Pero por qué?
—Dijo que te debía algo.
Mi ceño se frunció.
—Ninguno le debe algo al otro.
No sabía cómo sentirme, el idiota estaba arriesgado su vida. Y solo porque me debía un favor, pero él no me debía nada. Los años ya pasaron, las cosas que sucedieron antes quedaron en el olvido. No tiene porque arriesgarse a ir allí, no lo debió hacer. En esa misión corrían el riesgo de morir, es muy difícil infiltrarse al Capitolio. ¿Qué tal si a ellos también los secuestran?¿Qué tal si lo matan, otra vez? No sé si podría soportarlo, tener que conllevar una carga de una muerte sería la gota que demararía mi vaso. Con un golpe así estoy segura de que se me hará imposible levantarme. Ahora estoy en un momento de mi vida en el cuál es el más estresante de todos; tengo que ayudar en esta rebelión, debo poner en riesgo a miles de personas, incluyéndome.
Luego de momento raro, la Sra Everdeen se nos acercó. Me indicó que debía estar mínimo media hora con oxígeno, mis pulmones estaban un poco saturados. Una vez que ya tuve el oxígeno, me quedé sola con Finnick. Nos quedamos hablando de varias cosas, entre ellas cómo el grupo voluntario había ido al Capitolio. Me sorprendió escuchar varios nombres conocidos, entre los voluntariados estaban: Steven, Chaff, Bogs y Gale.
Según lo que entendí de esta charla, habían roto una de las represas de luz. Esa era la que le proporcionaba electricidad al capitolio, por lo cual solo tenían pequeños grupos electrógenos. Los cuales solo servían para iluminar un poco la ciudad, las demás cosas estaban, supuestamente, en completa oscuridad. Ahora que supe un poco más pude entender que era una buena oportunidad, no se nos volvería dar. Pero de igual manera, no debieron arriesgar sus vidas.
Después de esto, la única pregunta que se me vino a la cabeza fue, ¿Cómo ayudar? . Y la respuesta de Odair fue que nosotros daríamos una pequeña charla de distracción. De esta manera estarán ocupados en nuestras fuertes declaraciones hacia Coriolanus Snow.
Una vez que terminé de usar el respirador, Cressida vino hacia nosotros. Nos habló un rato y luego nos guió hacia arriba. En el transcurso pudimos observar lo destruido, él quería hacernos saber que estuvo aquí.
—¿Lista para destruirlo?—me susurró finnick al oído
