¿Alguna vez has soñado con conocer a tu artista favorito? Eso es lo que le sucedió a Martina; ella adoraba a Shawn Mendes y, como el sueño de toda fanática, lo conoció. Pero todo dio un giro inesperado.
Hay cosas que valen la pena esperar,
cosas que...
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I swear I thank you so much, and you don't know how much❤️
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Quedé en ir a la casa de Sofía, aunque la muy desgraciada vive en el otro extremo de Buenos Aires. De todos modos, ya estaba lista. Agarré un bolso con mis cosas y, justo cuando estaba por salir, pedí un Uber para que me llevara hasta su casa.
Durante el viaje, miraba por la ventana mientras tarareaba "Mutuals". El auto se estacionó frente a la casa de Sofía, saqué el dinero, pagué al conductor y salí.
Estaba un poco nerviosa, esperaba que la sorpresa saliera como yo quería. Toqué el timbre y, unos minutos después, ella abrió la puerta.
- ¡Martina! -exclamó, abrazándome. -Te he extrañado tanto.
-Y yo a ti -respondí. Rompimos el abrazo y entramos a su casa.
Ella vive con su madrina y su prima. Sus padres fallecieron hace varios años.
Saludé a su madrina y a su prima, luego nos dirigimos a su habitación. Dejé mi bolso a un lado y nos sentamos en su cama.
-¿Y todo bien? -me pregunta ella.
-Sí, ¿por qué debería estar mal? -respondo confundida, riendo ante su pregunta.
-Vamos, no te hagas. Estás triste por no poder conseguir las entradas -se acerca y me abraza-. Tranquila, seguro que Shawn sacará otra fecha, y si no, participaremos en sorteos.
-Sí, tranquila. Aunque, ojo -la miro con picardía-. Cuando venga, nos instalaremos en su hotel. No pienso quedarme de brazos cruzados mientras él pasea por todo Buenos Aires -reímos.
-Tienes razón. Debemos planificarlo todo bien, llevar bolsos grandes con mantas y comida.
-¡Wow! -exclamo levantando los brazos-. ¿Vamos a ver a Shawn o a acampar? Porque no lo entendí bien -ella suelta una carcajada.
-Hola, las interrumpo para almorzar -dice entrando la prima de Sofi, cuyo nombre, por cierto, no recuerdo.
Asentimos y salimos del cuarto.
Sofi se adelanta, su prima y yo nos quedamos atrás. Le agarro del brazo y ella me observa.
-¿Pasa algo? -me pregunta, y le hago señas para que baje la voz.
-Sí, tengo una sorpresa para Sofía y necesito tu ayuda -sonríe y asiente, así que le cuento mi plan en su oído.
Sin decir más, nos dirigimos hacia el comedor.
-¿Por qué se tardaron? -pregunta Sofía mientras ayuda a su madrina.
-Le estaba enseñando un paso de baile -responde su prima.
-Ah, sí, Sabrina tiene una competencia dentro de dos semanas -agrega la madrina de Sofía.
¡Sabrina! Así se llamaba.
La madrina de Sofía trae una bandeja con pasta y nos sentamos todas a almorzar.
-¿Este año te recibís? -me pregunta la madrina de mi amiga.
-Así es.
-¡Qué bueno! Te felicito -exclama mientras me regala una sonrisa y empieza a juntar los platos sucios de la mesa.
-Gracias -le devuelvo la sonrisa-. Déjame ayudarte.
-No, tranquila. Ustedes vayan a divertirse. Yo me encargo de esto -me guiña el ojo.
Nos levantamos y fuimos a la habitación. Me acosté boca arriba en su cama mientras miraba el techo, Sofía me contaba sobre un chico que conoció en Instagram. Su prima estaba sentada en la silla del escritorio, aparentemente sin hacer nada.
-¡Oh, qué aburrimiento! -exclama Sabrina. Esa era la señal.
-¿Y si mejor comemos chocolate? -propongo.
-Sí, pero no tengo -responde.
-Tranquila, yo traje -saco de mi bolso una caja azul con una nota y un moño encima.
Veo cómo Sabrina saca su celular y comienza a grabar disimuladamente.
-Feliz cumpleaños -digo divertida, y Sofía rueda los ojos y ríe-. Pero primero, debes leer la nota en voz alta.
Ella alza una ceja y mira a la prima confundida.
-¿Acaso quieres hacer un conjuro o qué? -las tres estallamos en carcajadas-.
-¡Debes hacerlo!
-Okey -suspira-. ¿Tú quieres? -le pregunta a su prima-.
-No gracias, soy alérgica a la lactosa -me río ante su respuesta.
-No sé por qué tanto escándalo por unos chocolates -contesta-. Okey... -observa el trozo de papel sobre la caja-. "Cuando te conocí, supe que nos convertiríamos en muy buenas amigas porque me caíste simpática desde el primer momento y me siento feliz de compartir estos momentos de confraternidad. Espero que mi regalo sea de tu agrado" -lágrimas resbalan por mi mejilla-. ¿Amiga, estás bien? -me pregunta, y yo asiento secándome las lágrimas-. Es la primera vez que me dan chocolates de la manera más rara -susurro. Abre el envoltorio y lee lo que dice dentro de la caja, su rostro cambia a una expresión de sorpresa-. No, ¡no puede ser verdad! ¿Es una broma? -revolea el papel y suelta un grito que parece escucharse en todo el vecindario-. ¡MARTINA! ¡NO PUEDE SER VERDAD, NO PUEDE SER VERDAD! -y se derrumba llorando desconsoladamente en el suelo.
En ese momento entra la madrina a la habitación, visiblemente asustada.
-¡¿Qué pasó?! -exclama, y Sabrina estalla en carcajadas.
-Este vídeo va a tener muchas vistas -dice entre risas.
-¿Entonces...?
-¡Sí, sí, sí! ¡Aceptó ir al show de Shawn contigo! -me abraza muy fuerte.
La madrina, desconcertada, no entiende nada.
-Sofi, ¿qué decía la carta de adentro? -pregunta Sabrina mientras la enfoca con el celular. Sofía se limpia las lágrimas y busca el papel que había lanzado momentos antes.
-¿Aceptas ir conmigo al show de nuestro poderosísimo Shawn Mendes? -y entonces se echa a llorar.
-Oh, qué lindo -dice la madrina de Sofía-. ¿Eso es todo lo que había en la cajita?
¡Espera, señoraaa!
Sofía niega con la cabeza, agarra la caja y de ella saca la entrada y un carnet con una cinta negra en él.
-Es un meet&Greet -dice llorando y se tapa la cara.
Aunque les cueste creerlo, tiene la cara roja de tanto llorar y se ahoga con su propio llanto.
-¡Mamá! Dale un vaso de agua, que se va a morir y no va a asistir al show -dice Sabrina, y la madre sale corriendo por un vaso de agua.
Sofía se tranquiliza y mira la entrada-. ¡ES EN PRIMERA FILA! -y empieza a saltar como loca. Deja la caja arriba de su mesita de luz y se tira sobre mí a llorar. Ambas llorábamos desconsoladamente. Todavía no puedo creer que vayamos al show de Shawn.
