Conociéndote ~ SM

-055-

Se me cae la cara de vergüenza. Shawn salió de la habitación enfadado, y todo fue culpa mía.

Soy una estúpida.

Sentía un nudo en mi pecho. No puedo creer que hayamos discutido. En el año y medio que llevamos de amistad, nunca imaginé que llegaríamos a esto. Discutí con Shawn, con mi persona favorita.

Me levanté y comencé a caminar. Necesitaba tranquilizarme. Debo hablar con él y decirle que cambiaré. Pero no quiero perderlo.

No quiero que todo acabe en la basura.

Inhalé una gran bocanada de aire y lo solté. Debo armarme de valor y enfrentarlo.

Cuando estoy decidida a salir y hacerle frente, oí sus pasos pasar velozmente. Y al poco tiempo, la puerta principal se cerró. Se había ido.

Salí de la habitación, buscando con la mirada. Pero él ya no estaba.

Esto no era un juego, no estaba bromeando. Esto era serio. Y lo mejor sería que yo no estorbara. Ya hice lo que debía hacer en CK. Es hora de regresar a Argentina.

Aunque él se enojaría mucho si me marchara sin avisar. Pero ya es tarde.

Busqué un pasaje de vuelta, y había uno para mañana por la noche. Lo compré.

Hice y ordené mis maletas, dejándolas acomodadas en un rincón. Ya estaba hecho.

De seguro, si me voy ahora, significará decirle adiós a nuestra amistad.

Sentí mi mejilla húmeda, lágrimas cayendo sin parar.

Salí de la habitación y fui al baño, esperando que un baño caliente me relajara.

Tomé la toalla y me encerré en el baño. Abrí el grifo hasta que el agua estuvo caliente y me metí. Me lavé el cabello y el cuerpo, tratando de despejar mi mente.

Shawn debía estar muy molesto con algunas de mis actitudes, y nunca se quejó ni me dijo algo al respecto. Hasta hoy, que explotó. Hice explotar a Shawn.

La persona más pacífica y dulce de este planeta, la persona que no le gusta la discusión ni los problemas. La persona con más paciencia que hay en este mundo. Yo, hice que explotara, acabando con su paciencia y discutiendo con él. Soy un monstruo.

Mis dedos ya estaban arrugados, así que decidí salir de la ducha. Me envolví en la toalla y salí del baño.

Me paralicé al ver a Shawn parado ahí. Su rostro no mostraba ninguna emoción, estaba sereno. Me intimidó tanto que bajé la cabeza y caminé hasta la habitación.

— Llevabas mucho tiempo allí adentro. Pensé que había ocurrido algo. — Dice. Ni siquiera lo miré.

— Todo está en orden — Susurré y me adentré al cuarto. Solté aquel aire que llevaba acumulado desde que lo vi ahí parado. Dios, ¿en qué momento llegó? Removí mi cabeza y me puse ropa cómoda. Me peiné y me quedé encerrada en la habitación hasta que cayó la noche.

— Tina, debemos hablar. — Dijo él.

Estaba acostada, tapada. Obviamente no iba a hablar con él.

— Tina... — Dijo él dando golpecitos a la puerta. No respondí. Solo quería que se fuera.

Escuché la puerta abrirse, y cerré los ojos haciéndome la dormida.

— Tina, sé que estás despierta. — Dijo. Resoplé y lo observé — Tenemos que hablar.

— Ya lo aclaraste hoy. — Dije. Me encontraba dolida.

— Tina, por favor. Fue un momento de estrés acumulado. — Se defendió— No todo es cierto. Lo siento si te herí — Dijo y desvió su vista. — ¿Por qué tus maletas están hechas? — Preguntó confundido.

— Mañana ya me vuelvo a Argentina. — Dije mirando la nada.

— Dime que esto no es por la discusión. — Negué con la cabeza mintiendo— No quiero que te vayas sin haber arreglado las cosas, Tina. — Vi de reojo cómo se acercaba— No quiero que nos distanciemos por una estupidez — El costado de la cama se hundió— Tina, mírame. — No podía, si lo hacía, lloraría— Por favor. No guardes rencor. — Dijo y sentí mi respiración acelerar— Te quiero mucho, Tina. — No debí caer. — Eres mi mejor amiga. No quiero verte triste. — Una lágrima resbaló por mi mejilla— No, no llores. Odio verte llorar. — Sin más, me abrazó. Y perdón, gente, pero sus abrazos son mi debilidad. Me rompí en llanto.

No quiero alejarme de él, no quiero volver a pelear con él. Y mucho menos, quiero que esto se acabe.

Shawn Mendes, ¿qué has hecho conmigo?