Conociéndote ~ SM

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- Tina... - Escuché la voz de Shawn al otro lado de la puerta de la habitación.

- Pasa - respondí, acomodándome en la cama y pausando la película de Netflix que estaba viendo.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó él, entrando con una bandeja en la mano. - Te traje algo para tu estómago, ya que no quisiste almorzar. - Sonreí débilmente al ver el té de limón y las donas en la bandeja.

- Gracias, Shawn - dije, sintiéndome apenada.

- Come algo, por favor - suplicó él.

- Lo haré - prometí, tomando un sorbo del té.

- Aún te noto triste - observó, buscando una respuesta en mi rostro.

- Lo siento - suspiré. - Me siento tonta por lo que pasó aquella noche. Me comporté como una inmadura.

- No entiendo, Tina ¿De qué hablas? - frunció el ceño, desconcertado.

- Si no hubiera tomado el alcohol que me ofrecieron, no hubiera pasado todo lo que ocurrió, y tú no hubieras tenido que lidiar con semejante situación - expliqué, sintiéndome culpable.

- Oye, no digas eso - alzó la voz. - No fue ninguna carga, y mucho menos un papelón. ¡Tina, te drogaron! - exclamó, visiblemente alterado. - ¡Pudieron haberte matado!

- Shawn...

- No, escúchame. Eres mi prioridad. Si te pasaba algo... No me lo perdonaría - aseguró.

- Por eso mismo te digo. No quiero cargarte con todo, o que siempre estés pendiente de mí. Tienes una carrera y cosas mucho más importantes en qué preocuparte. Y esa noche la arruiné. Arruiné tu salida, preocupándote y dejándote mal frente a tus amigos - confesé, sintiéndome aún más culpable.

- Tina, eres mi mejor amiga - se levantó de la cama y me observó fijamente. - Deja de verme como un artista de una vez por todas - dijo, notoriamente molesto. - ¡Soy tu amigo, maldita sea! - Su cuerpo se tensó y su vena del cuello resaltó. - Estoy harto de que siempre pongas excusas relacionadas con mi carrera. ¡Olvídate por un momento de mi carrera y disfrutemos juntos nuestras salidas! - a pesar de su enojo, su hermosa sonrisa aún no desaparecía. - ¡Quiero que me veas como tu amigo, no como tu artista! - hizo gestos con las manos. - Porque, de lo contrario, Tina... - me miró con tristeza. - Esto no funcionará.

Sentí cómo mi corazón se desgarraba en mil pedazos. Las lágrimas inundaron mis ojos y las ganas de abrazarlo y gritar eran abrumadoras.

- No, Shawn... - Una lágrima escapó de mi ojo derecho. Él negó con la cabeza y salió de la habitación sin decir una palabra más.

Me dejó destrozada con sus últimas palabras.