-020-

1.8K 111 2
                                    

— Me muero de calor con esto — Bufó Shawn.

— Te lo advertimos, pero siempre eres terco — intervino Camila.

— Como si no te reconocieran tus fans — Reí—. ¡Mides dos metros, Shawn!

Él rodó los ojos.

Nos encontrábamos caminando por las calles de Buenos Aires. Nos escapamos del hotel, bueno, ellos se escaparon. Me rogaron que les hiciera un tour.

— Oye, ¿y si vamos en esto? — Señalé los monopatines. Camila emocionada dijo que sí.

— Está bien, pero yo pago — Dijo Shawn.

— Lo siento caballero, pero necesitas la aplicación. Y eso solo lo tengo yo, aquí — Señalé mi móvil. Camila rió.

Sacamos los monopatines y empezamos a andar por Buenos Aires.

— Vengan, los llevaré a un sitio — Dije.

— ¿No nos vas a secuestrar, Martina? — Dijo Shawn. Salió una carcajada de mi parte.

Camila iba grabando mientras tanto. Hasta que llegamos a nuestro destino. Dejamos los monopatines y nos adentramos al sitio.

— Este lugar es genial — Dijo Shawn.

— ¿Lo es, no? Se llama el jardín japonés — Añadí.

— ¡Amo las flores! — Chilló Camila.

Recorrimos cada rincón del parque. Camila no paraba de sacar fotos y grabar, aunque los videos o las fotos no las subía.

— Vengan — dijo Camila y extendió su móvil—. Vamos a sacarnos una selfie.

Los tres posamos, y Camila sacó la foto.

— ¡Genial! — Exclamó ella.

Luego de recorrer, salimos y esta vez agarramos unas bicis. Lo que fue más difícil, porque Camila aún no sabe andar en ellas.

Camila estaba arriba de la bici, pero Shawn la empujaba mientras caminaba a su lado. Ambos charlaban y se reían.

Yo, por mi parte, casi me atropellan con bici y todo, por ver la escena.

Dos horas después nos encontrábamos en Puerto Madero, íbamos a comer algo, ya que tanto paseo nos dio hambre.

Fuimos a un restaurante de sushi y esperamos a que el mesero nos ubicara en un lugar.

— ¡Hola! ¿Son solo ustedes tres? — dijo una chica bajita de pelo negro.

— Sí — contesté.

— ¿Podemos tener un sitio un poco más discreto? — Habló Shawn. La chica lo miró sin entender.

— Lo siento, no soy buena hablando inglés. — Rió avergonzada.

— No te preocupes. Lo que acaba de decir es que si no tienen una ubicación más discreta — Le sonreí.

— Oh, claro, síganme — Sonrió ella y la seguimos hasta el segundo piso del lugar.

En la segunda planta, no había mucha gente. Al contrario, solo dos mesas estaban ocupadas.

— Oh, mira ahí, Shawn — Camila señaló el balcón. Él sonrió.

— ¿Quieren ahí? — Camila asintió.

La chica nos ubicó en la mesa de la terraza del lugar, no había nadie, el lugar era prácticamente para nosotros, había dos mesas con cuatro sillas alrededor. Las vallas eran de cristal, había plantas a su alrededor y teníamos vista al gran puerto.

Conociéndote ~ SMWhere stories live. Discover now