¿Alguna vez has soñado con conocer a tu artista favorito? Eso es lo que le sucedió a Martina; ella adoraba a Shawn Mendes y, como el sueño de toda fanática, lo conoció. Pero todo dio un giro inesperado.
Hay cosas que valen la pena esperar,
cosas que...
— No, no es eso — Metió un poco de pasta en su boca — Te conozco. Y no, no es eso.
— Bueno..., es que es una historia larga. Y siento que no me vas a creer — Mordí mi labio inferior.
— ¿Tienes novio? — Me miró confuso.
— ¿Qué? ¡No! — Reí.
— ¿Te gustan las mujeres?
— No..., aunque no estoy en contra del amor igualitario.
— ¿Estás embarazada? — Se alarmó.
— ¡No, papá! — Mis mejillas se tornaron rojizas.
— ¿Entonces? — Dijo divertido.
— Es que — Suspiré — ¿Te acuerdas de Shawn? El cantante — Asintió.
— ¿Vuelve? — Me miró preocupado.
— No, por ahora — Tomé un trago de agua — Bueno, el punto es... Somos amigos — Él soltó una carcajada.
— ¡Claro, hija! Por qué no se me ocurrió — Alzó las manos divertido.
— Es en serio — Lo miré seria — Tengo pruebas — Le mostré el chat y unas capturas de videollamada.
Sí, tengo capturas de nuestras videollamadas. Y sé que no estoy cumpliendo todas las reglas, pero ustedes tienen que verla. Se ve muy adorable.
Él me miró sin entender nada.
— Hay algo que no te conté — Suspiré — El día que fui a ver a las chicas al hotel, Sofía te mandó un mensaje diciendo que estaba con ellas. Bueno... Te mintió — Mordí mi lengua.
— ¿Qué me estás contando? — Dijo mi papá, sorprendido.
— Bueno, ese día iba hacia el hotel para verlas, pero ocurrió algo en el camino — Respiré hondo — Me crucé con Shawn y fui a saludarlo, pero en ese momento intentaron robarme — Mi papá me miró sorprendido — Pero estoy bien, eso es lo importante. Él vino a ayudarme y me llevó a su hotel. Llamó a un doctor y me cuidó.
— ¿Qué? ¿Por qué no me avisaste? — Me miró enojado.
— Es que... Empecé a tener un ataque de pánico y no quería preocuparte, ya sabes cómo eres. No me dejaron irme sola a casa. Shawn se tomó la molestia de llevarme hasta su hotel y me atendió bien — Sonreí tímidamente.
— ¿Durmieron en la misma cama? — Alzó una ceja.
— ¡No! No, no, no. Me llevó a la habitación de Judith, su masajista. Además, estaba su novia — Me reí.
— Martina, han pasado seis meses. ¿Cómo pudiste contarme esto ahora? — Avergonzada, bajé la cabeza — Lo siento, hija. Sé que lo hiciste porque no creías que te creería — Suspiró — Gracias a Dios, es un buen muchacho y te ayudó. ¿Pero por qué estás mal? Pasaste por algo bastante peculiar con tu ídolo.
— Es que... Sofía no lo sabe — Suspiré — Bueno, ella sabe que estuve en el hotel. La llevé al segundo show y todo, pero...
— ¿Pero? — Dijo él sin entender.
— Ella aún cree que lo que pasó ese día quedó atrás. Que Shawn nos olvidó o incluso que ya no tengo contacto con él. Pero no es así — Suspiré cansada — Con el paso de los meses, Shawn y yo nos volvimos muy cercanos, al igual que con su novia Camila. Pero ella no sabe nada, Sofía no lo sabe.
— ¿Y por qué no se lo dices?
— No es tan fácil, además prometí no decírselo a nadie.
— Entiendo. Pero hija, ella se enterará de una u otra manera. Si no es por ti, será por las redes sociales o incluso si algún día él vuelve a venir y te reúnes con él. ¿Qué mentira le dirías a Sofía? Es mejor que se lo cuentes o no, pero esa es tu decisión — Le sonreí.
— Está bien.
Después de esa conversación, terminamos de cenar y fuimos a casa. Mi papá fue directo a dormir, mientras yo daba vueltas en la cama.
