Conociéndote ~ SM

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Si pudiera detener el tiempo. Sería cuando te tenga en mis brazos.✨

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— Está bien, papá, tranquilo. Me quedo con las chicas. Cualquier cosa, tienes mi ubicación — aseguré.

— Bueno, hija, cuídate mucho. Te quiero — dijo mi padre.

— Y yo a ti — suspiré y colgué la llamada.

Miré a mis amigas, que estaban sentadas juntas junto a las vallas, hablando animadamente.

— Son las ocho de la noche y este chico no da señales de vida — comentó Sofía con un suspiro.

— Ten paciencia — dije, riendo. — Ya bajará.

Todavía faltaban dos días para el show de Shawn y aún no podía creer que estuviera aquí.

Las chicas se pusieron auriculares y cada una estaba viendo una serie en su móvil. Excepto Macarena, que se recostó en el hombro de Mayte y se quedó dormida.

Suspiré y me alejé un poco de ellas, apenas unos centímetros. Me senté en el suelo, me puse los auriculares y comencé a reproducir música de Shawn en YouTube.

Después de literalmente quince minutos llorando viendo videos de Shawn, me sequé las lágrimas y revisé la hora en la barra de notificación: 23:03. Suspiré, y las chicas aún estaban absortas en lo suyo.

Reproduje "In My Blood" para llorar con más intensidad. Obviamente.

La gente que pasaba me miraba de manera extraña. ¿Nunca habían visto a alguien llorar? Dios, necesitamos normalizar algunas cosas.

De repente, sentí una mano tocar mi hombro y me giré con terror.

Oh Dios, Martina, te van a secuestrar.

Unos ojos café me miraban preocupados mientras dejaba de respirar en ese instante.

— ¿Te encuentras bien, cariño? — Su acento. Su increíble acento. No podía articular ninguna palabra. ¿Me acababa de llamar cariño? ¡Oh por todos los santos! Se puso nervioso y relamió su labio inferior. — ¿Hablas inglés? — ¡Dale, Martina, di algo!

— Hmm... Sí, lo siento — pasé un mechón rebelde detrás de mi oreja. — No suelo interactuar mucho... — Él rió. ¡Oh, por Dios!

— No te preocupes. ¿Tú te encuentras bien? — miró mi móvil — Te he visto reproducir "In My Blood" unas cien veces. Aunque gracias por las visitas — reímos. Dios, Shawn Mendes acababa de hacerme reír. — Pero lo que me preocupa es si tú estás bien. No me gusta ver a mis fans llorar.

Las lágrimas volvieron a acumularse.

— ¿Te puedo abrazar? — le pregunté con miedo, y él asintió. Vi que en todo este tiempo, desde que se acercó, estaba en cuclillas. ¿Dios, no puede ser más adorable? Se sentó a mi lado y pasó un brazo por mis hombros, mientras yo pasaba mi brazo por su abdomen hasta llegar a su espalda. Recosté mi cara en su pecho y él apoyó su cabeza en la mía.

Si esto es un sueño, si esto es un jodido sueño, no quiero que me despierten. No quiero despertar nunca.

— No te preocupes, llorar hace bien. Así que llora todo lo que quieras. No te voy a juzgar. Si tuviste un mal día, es normal. Todos tenemos días malos. Si no los tuviéramos, no seríamos humanos — afirmó mientras me secaba las lágrimas.

— ¿Tú los tienes? — pregunté.

— Siempre. Pero ustedes, ustedes hacen que mis días malos sean buenos, y lucho cada segundo para darles lo mejor de mí — respondió con una sonrisa que no pude evitar devolver.