-089-

1.1K 61 17
                                    

Hace unos días hablé con Nathen. Me contó que regresaría a Canadá un día antes de su cumpleaños porque su madre quería hacerle un pastel. Aunque no planeaba una gran celebración, quería que estuviera allí para pasar el día juntos.

Le dije que lamentaba mucho no poder asistir debido a un imprevisto, y que me sentía mal por no poder estar presente. Él me aseguró que no había problema, que entendía y que podríamos encontrarnos después de mi vuelta.

Por supuesto, todo es una mentira. Nathen no tiene ni idea de la sorpresa que le espera.

Por otro lado, Madison me reveló su plan. Ese día, saldrán todo el día a dar un paseo para que Nathen no sospeche nada.

(**)

Ya están en el aeropuerto. Mientras esperaba mi vuelo, me puse a grabar TikTok, fue pura diversión, se los juro.

Al llegar a Canadá, Kim me estaba esperando. Finalmente la conocí, nos abrazamos y corrimos hacia el auto, no teníamos mucho tiempo. Teníamos que apresurarnos.

Cuando llegamos a su casa, que por cierto era muy bonita, me llevó al cuarto de huéspedes para evitar que Nathen sospechara. Me di una ducha y me arreglé con Kim. Ella llevaba un vestido rojo con tacones, y su pelo recogido. Yo opté por un vestido largo negro con lazos cruzados en la espalda, dejé mi pelo suelto y me maquillé.

—Mar, es hora de irnos— dijo Kim. —Mi madre me dijo que ya están de regreso— Asentí, tomé la bolsa con el regalo, mi cartera y salimos de la casa. —Te va a encantar el lugar— dijo ella ansiosa.

—Ya quiero ver su reacción— respondí emocionada.

—Gracias por este gran detalle para mi hermano, Martina, vales muchísimo—me dijo ella con una sonrisa.

—No hay de qué, adoro a tu hermano— le respondí.

Al llegar a nuestro destino, por fuera era hermoso. Había un hombre con una lista de invitados en la mano, era quien verificaba las personas con su invitación.

—¿Cuántos invitados son?— pregunté.

—Son más de cien—asentí. Wow, el lugar era bellísimo, estaba muy bien decorado.

Había varios mozos dando vueltas, colocando vajillas, y el DJ probaba el sonido y las luces. Un barman preparaba tragos. Todo estaba súper bien organizado.

—¡Me encanta!— exclamé emocionada.

—Los invitados están a punto de llegar— dijo Kim mirando la hora, y como por arte de magia, comenzaron a llegar.

Ella me presentó a cada uno de ellos y les asignó sus lugares.

—Aaliyah— dije cuando la vi pasar por la puerta. Ella me observó con asombro y se acercó a mí.

—¡Mar! — nos abrazamos. —Qué alegría verte— dijo.

—Te extrañé— sonreímos. Saludé a su novio y la acompañé a su lugar.

—Algunos invitados llegarán más tarde— dijo Kim. —Les dije que vinieran después de las diez para no arruinar la sorpresa— Asentí.

Comenzaron a ofrecer bebidas y aperitivos a los invitados para que no se aburrieran.

Estaba súper nerviosa y ansiosa, quería que llegara ya.

—Okey, mi madre me acaba de decir que ya se encuentran cerca— anunció Kim, visiblemente nerviosa.

Pedimos al DJ que bajara la música y a los invitados que se agacharan. Apagaron las luces y todos quedamos en silencio. Ya estaba emocionada.

—Okey, cuando él cruce esa puerta, saldrán confites, y todos gritamos '¡Sorpresa!'— indicó Kim con emoción. —Ya están afuera, ¡todos a sus puestos!— añadió con una sonrisa.

Se oyó la puerta abrirse.

—Pero... ¿qué?— exclamó Nathen.

—¡Sorpresa!— gritamos todos al unísono mientras los confites salían volando. Él se dio un gran susto y comenzó a mirar a todos confundido.

Empecé a dar palmadas y me acerqué a él. Al notarme, me miró con asombro y me abrazó muy fuerte.

—¡Mi amor!— dijo emocionado.

—¡Feliz cumpleaños!— le dije. Él seguía sin poder creerlo.

—Creí que...— intentó decir, pero lo interrumpí.

—Era todo parte del plan— afirmé.

—Te amo— expresó.

—Te amo más— respondí, y nos besamos.

Él comenzó a saludar a sus amigos y familiares, admirando cada detalle del lugar.

Por mi parte, saludé a mis suegros y a mi otra cuñada.

Luego nos sentamos a cenar y hablamos de muchas cosas. Después, me encontraba en medio de la pista, bailando con Kim y Aaliyah, mientras seguían llegando invitados.

—¡Shawn! —Oí decir a Nathen y me detuve en seco. Lo observé, y luego miré hacia la puerta, donde estaba parado Shawn. Nathen se acercó y lo saludó con amabilidad antes de llevarlo al bar.

Agarré la mano de Kimberly, y la aparté.

—¿Invitaron a Shawn? —pregunté, sintiendo que mi corazón latía con fuerza.

—Sí, como habías dicho que invites a Aaliyah, creímos que te referías a ambos —respondió ella. Me abofeteé mentalmente. —¿Pasa algo malo? —preguntó, notando mi cambio de expresión.

—No, para nada —sonreí forzadamente. —¿Me consigues un trago? —pedí, y ella asintió.

Suspiré y noté que Shawn ya no estaba con Nathen, así que comencé a buscarlo con nerviosismo. Me calmé al ver que estaba sentado con su hermana.

Empecé a sudar, así que fui al baño para calmarme y tomar un respiro.

Saludé a las chicas que se encontraban en el baño maquillándose y, cuando salieron, solté una bocanada de aire. No lo quería aquí. Sonaba muy estúpido, pero no quería que estuviera presente. Perdón por ser tan orgullosa, pero me lastimó con la forma en que trató a mi novio, y encima tuvo la valentía de venir.

Resoplé y decidí salir. Seguramente Kim me estará buscando.

Al salir, comencé a buscarla por toda la pista, pero no la encontraba.

—¡Oye, Tina!—La voz me interrumpió mientras sentía un agarre en mi brazo. Maldecí para mis adentros y me volteé.

—Te queda genial ese nuevo look— comentó Shawn.

—Hey, Shawn. Pensé que estabas de gira— observé, y él rió.

—Creíste mal— bufó. —¿Ya no? Es mejor que estemos bien. Deja tu orgullo— dijo, y solté una risa sarcástica.

—¿Yo, mi orgullo?—asentí incrédula.— Tú fuiste un idiota

—Te recuerdo que tú me diste una bofetada— señaló su mejilla.

—Pues, te lo merecías— respondí.

—Ya deja de ser tan terca—se rió. —Supéralo.

—Supéralo tú. Tú fuiste quien se puso celoso por Nathan y le dijo cosas, y ahora vienes aquí como si nada— argumenté.

—¿Por qué siempre quieres discutir en los cumpleaños?— preguntó. —Esto se te está haciendo costumbre.

—Cállate— le espeté.

—No, y no me puse celoso de tu noviecito, solo me molestó que no me hayas avisado que te irías. Siempre me plantas por él— se justificó.

—Es mi novio— recalqué.

—Camila también es mi novia, y no te planto a ti— rodé los ojos.

—Cállate— bufé.

—No me callaré hasta que te disculpes, Martina.

—¡Cállate!— lo fulminé.

—Y se acercó a mí, desafiante.








Conociéndote ~ SMTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon