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Entré al salón de belleza con nerviosismo palpable. No tenía ni idea de qué me iban a hacer con mi cabello; no tenía ni la más mínima pista de lo que Sofía tenía en mente. Si quedaba mal, me rapaba.

-Hola, ¿qué tal? -saludó Sofía amablemente al recepcionista-. Tengo una cita reprogramada para esta joven -me señaló. La chica nos observó con una sonrisa.

-Dígame el nombre, por favor.

-Martina Hurley -rebuscó en su computadora y asintió.

-Sí, aquí está -dijo ella-. Tomen asiento, en un momento uno de nuestros profesionales la atenderá -asentimos y fuimos a sentarnos.

-Deja de estar nerviosa -me miró Sofía-. Te quedará divino, ya verás.

-Quiero ser positiva, pero ni siquiera me has dicho el tono de cabello que quieres que me tiña -mordí mi labio inferior nerviosa.

-Es sorpresa -dijo ella.

Sí, una sorpresa que me llevaré si me queda horrible. Oh, cierto, está embarazada. Mierda.

Una muchacha de mi edad se acercó y me invitó a sentarme frente a un espejo. Sofía la alejó de mí y comenzó a hablar y explicar sobre el tono de mi cabello, pero desde aquí apenas oía nada. Bufé, que Dios se apiadara y se compadeciera de mí.

Vi cómo decoloraban mi cabello y me aplicaban la tintura. Esperé unos cuarenta y cinco minutos y luego me llevaron a enjuagar. Me lavé el cabello y volvimos a nuestro asiento.

-Okey, por orden de tu amiga, no puedes ver tu cabello hasta que esté listo -hice una mueca.

Ella giró el asiento, dándole la espalda al espejo, y empecé a rezar a todos los santos que había.

Me lo nutrió, lo secó y me lo planchó, haciéndome también ondas.

-Finalizamos -la oí decir-. Me encanta -dijo orgullosa de su trabajo-. ¿Quieres verlo? -preguntó, y dudé si ver mi cabello o no, pero va, asentí y giré el asiento.

La verdad es que no estaba mal, me gustaba demasiado; el rubio ceniza me quedaba súper bien. No lo creo, esa no soy yo.

-¿Y? -dijo impaciente Sofía.

-M-me... me encanta -dije, y ella chilla de emoción.

Pero noto que se agacha de dolor.

-Maldición -se queja-. Las contracciones -hace una mueca de dolor-. Ya... ya estoy bien -suspiró.

-Joder, ten más cuidado -ella asintió.

Salimos de la peluquería y llevamos comida de McDonald's para la casa, porque alguien está antojada.

Sin más, al llegar, ella se quedó viendo una película y yo hablando por FaceTime con las hermanas de Nathen, ya que estábamos viendo las preparaciones. El salón ya estaba reservado, el DJ también, solo faltaba el catering y la torta.

-¿De tres pisos? -dijo Madison, la menor de los tres, ya que tenía diecisiete años.

-Sí, ¿cuántos pisos quieres tú? -habló la más grande, Kimberly.

-Chicas -llamé su atención-. Solo cuenten los invitados y hagan del piso que quieran, solo mándenme los diseños de las tortas y lo discutimos juntas -dije.

-Tres pisos, y de Marvel. A Nathen le gusta Marvel -dijo Madison.

-Perfecto. Solo falta la decoración -dije.

-¿Podemos colocar bomba de pintura? -asentí emocionada.

-Eso suena genial -dije.

-Podríamos contratar a alguien que decore.

-Tienes razón, Kim. Bueno, ya tenemos todo planeado. Me llaman cuando tengan todo, y les transfiero más dinero -ellas asintieron-. ¿Nathen sospecha algo?

-No, tranquila -dijeron ambas.

-Me alegro. Tengan un lindo día.

Nos despedimos y finalicé la llamada.

-¿Qué tal, todo? -preguntó Sofía.

-Excelente -sonreí con entusiasmo.

Me levanté de mi lugar y fui hacia el dormitorio de mi padre.

-Pasa -me dijo él.

-Oye, pa...

-Wow... ¿qué le pasó a tu cabello? -preguntó asombrado.

-Ah, sí. ¿Te gusta? -asintió-. Hoy fui al salón, y bueno... -hice un gesto a mi cabello-. En fin, a lo que venía. En unos días, viajo de nuevo.

-Hija... no me está gustando que viajes mucho -frunció el ceño confundido-. Nos vemos muy poco, ya casi nunca te veo -suspiró-. Pero te entiendo, solo que a veces me gustaría que tengamos un pasatiempo juntos.

No dije nada y me acerqué a él para abrazarlo.

- Y lo tendremos, pa, no te preocupes. Apenas me desocupe, haremos algo juntos.

-Lo sé, hija. ¿A dónde irás? -preguntó.

-Será el cumpleaños de Nathen, e iré -asintió.

-Está bien, hija. Estoy orgulloso de ti -y esas son las palabras que un hijo siempre espera de sus padres.



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en el instagram de tina, estará su nuevo loook :)

Conociéndote ~ SMWhere stories live. Discover now