Conociéndote ~ SM

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27 de septiembre.

— ¿Estás seguro de que esa app funciona? — Dije confundida, mientras comía una papa y miraba la pantalla de mi laptop.

Como siempre, estaba haciendo una videollamada con Nathan.

— Sí, sí. — dijo él — Es fácil y sencilla.

— ¿Cómo se llama? — pregunté curiosa.

Según él, encontró una app para que veamos Netflix juntos.

— Rave, está en Chrome. Ambos podemos ver una serie juntos y chatear en vivo. — dijo emocionado.

— Eso suena genial — Dije.

— Así es. — Respondió él. — Podemos ver Breaking Bad.

— Sí, aún no la he visto. — Sonreí.

Él apoyó su mano derecha en su mentón y me miró. — ¿Y cómo te está yendo en la academia?

— Bien, supongo. — Encogí los hombros, restándole importancia.

— ¿Supones? — Arqueó una ceja.

— Sí, bueno. Me va bien, es que tampoco hago las mismas cosas que otras chicas. — Dije, mientras él prestaba mucha atención. — Voy tres días a la semana, dos horas, para que me enseñen cómo posar adecuadamente. — Explicó. — ¿No te parece ridículo?

— Sí, me parece ridículo, si tú no necesitas clases, ya naciste con ese talento. — Me ruboricé. — Eres hermosa, Martina. — Desvié la mirada sonrojada. — Bueno, sígueme contando. — Se acomodó en su lugar. Amaba estos pequeños detalles de él.

— Eso es todo, creo. — Reí.

— Pero... ¿Cuándo harías esa campaña? — Preguntó él confundido.

— Según me dijeron, la semana que viene. Sería la última semana que iría a las clases. — Respondí encogiéndome de hombros.

— Oh, entiendo. Entonces, seguro después de eso te llamarán. — Asentí.

Mi móvil sonó y entré para ver qué era.

Benito🤭: ¡Facetime!👀

Ahora no puedo Shawn. :(
✓✓

Benito🤭: Te estoy viendo en línea
😡😡😡😒

— Nath... — Dije. No me gustaba hacer esto.

— ¿Qué pasa, cielo? — Dijo él.

— ¿Te puedo llamar dentro de un ratito? — Dije. Me sentía apenada por hacerle esto.

— Por supuesto, cariño. Mándame un WhatsApp, ¿sí? — Asentí. Él me guiñó el ojo y se desconectó.

Suspiré y busqué a Shawn en Facetime. Suspiré nuevamente y lo llamé.

— ¡Tinaaa! — Dijo él feliz.

— Holis — Sonreí.

— Ya sé que estabas ocupada hablando con Nathen, pero soy tu mejor amigo y hace tiempo que no hablamos — Hizo un puchero.

Me reí.

— Shawn, solo pasó una semana — Rodé los ojos.

— ¿Y? — Bufó. — Encima lo dices como si nada. Con Nathen hablas veinticuatro siete, comen juntos, desayunan juntos, hacen todo juntos — Rodó los ojos. ¿Eso son celos?

— Dios, Mendes, ¿estás celoso? — Dije asombrada. Él no dijo nada y esto se estaba poniendo incómodo.

— No — Dijo él. — Bueno, sí. — Abrí los ojos como plato. — Con Mila también hablas mucho, hasta hacen pijamadas virtualmente — Suspiré tranquilamente. — ¡¿Y con mi hermana?! Faltas que hagas Facetime con mi madre — Volvió a bufar.

— Oh, ya lo hice — Mentí. Él me miró con cara de asesinarme. — ¡Es broma! — Reí.

— No me da risa — Suspiró. — A lo que voy es que mi mejor amiga tiene tiempo para todo, menos para mí, que yo soy su mejor amigo. Pero claro, ahora que tiene novio...

— Nathen no es mi novio — Fruncí el ceño. ¿De dónde sacó eso?

— ¿Ah no? — Dijo él.

— No — Afirmé.

— Ah — Se hizo otro silencio. — Bueno, yo venía a decirte que hoy es nuestro aniversario.

¿De qué me perdí?

— No tienes ni idea, ¿verdad? — Negué. — Hoy es un año desde que empezamos a hablar, Tina.

Lo miré perpleja. ¿Ya ha pasado un año? Santo cielo.

— Qué loco — Dije asombrada. — ¿Ya un año? — repetí con incredulidad.

— Sí, un año que me arrepiento mucho — Fingió llorar.

— Agradece que no te tengo de frente, Mendes — Lo fulminé.

— ¡Oh, eso! — Chasqueó los dedos. — En dos semanas nos vemos.

— ¿Cómo dices? ¿Qué dijiste? — Dije desconcertada.

— En dos semanas, vienes a Nueva York.

— ¿Para qué voy? — Reí. Sabía que estaba bromeando.

— Para hacer la campaña, Tina — Dijo él. Y supe que no estaba bromeando.