Capítulo 18

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Capítulo 18

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Capítulo 18

—¿Se puede saber qué hacemos aquí? —Ginger volvió a contraatacar, a pesar de que ya me había preguntado lo mismo en varias ocasiones y había obtenido la misma respuesta en todas ellas.

Me hundí en mi asiento con cansancio.

El estadio se encontraba abarrotado por una multitud ingente que vitoreaba al son de las dos universidades que se enfrentaban en el juego. Todos los partidos eran en extremo seguidos, pero ese era incluso más especial que el resto. Nos disputábamos la victoria con una universidad de las cercanías, la archienemiga por excelencia en cuanto a de rugby se trataba.

A esas alturas del partido, no quedaba ni un solo asiento libre, todos estaban ocupados por estudiantes que vestían con los colores propios de sus respectivas universidades y gritaban como espartanos. Los seguidores acérrimos ya habían lanzado sus camisetas al equipo rival con intención de que estas funcionaran como boomerang.

¿Que qué hacíamos allí? Habíamos ido por y para solidificar las mentiras que Elliot y yo estábamos contando. Como él decía, ¿quién iba a creerse que éramos pareja si no nos veían juntos?

El problema estaba en que éramos tan falsos que el olor a mierda que desprendía nuestra relación apestaba hasta los rincones más recónditos de Los Ángeles.

—Dijiste que querías ir a la fiesta, pues bien, esta es la entrada a ella.

Deseé que perdiéramos el partido, pues sabía que el equipo tenía planeada una fiesta en la fraternidad en caso contrario y yo tenía más bien pocas ganas de asistir a ella. Y, a pesar de que lo anhelaba con todas mis fuerzas, estábamos ganando.

Al parecer, Newton tenía razón, la suma de todas las fuerzas que actuaban sobre un cuerpo era igual a cero.

—Y quiero ir a la fiesta, pero no sabía que eso implicaba tener que animar a Elliot —noté sus ojos entrecerrados fijos en mí, pero pretendí ignorarlos. En cambio, cogí la chaqueta tejana que llevaba en el bolso y me la puse sobre las piernas para aligerar el frío que se cernía sobre ellas—. ¿Vas a explicarme de una maldita vez qué pretendes saliendo con ese idiota?

—No pretendo nada, simplemente... Surgió —contesté sin despegar la mirada del amplio estadio frente a mí. Estábamos en las primeras filas, por lo cual, podíamos ver a la perfección lo que sucedía en el campo. Aunque yo solo veía a un montón de borregos con el cuerpo de Adonis tras una pelota.

—¿Surgió? ¿De dónde? ¿De tu ojete? —escupió con una mueca de desagrado surcándole el rostro.

La miré tratando de comprender cómo elaboraba respuestas sagaces a esa velocidad.

—Nos estamos conociendo —añadí—. Además, es atractivo, ¿o no?

—Definitivamente ha tenido que salirte del culo, porque es una idea de mierda —sentenció horrorizada mientras se alejaba de mí como si tuviera la peste—. ¿En qué mundo Elliot ha empezado a resultarte atractivo? ¡Es un gilipollas!

El irresistible juego de Midnightemptation (BORRADOR)Where stories live. Discover now