Capítulo 33

5.3K 455 589
                                    

La espesa nubosidad que cubría el manto celeste parecía un mero bosquejo de lo que suponía sería un día gris cuando salí hacia la universidad aquella misma mañana; no obstante, las nubes descendieron y se fueron multiplicando con el paso de las ho...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La espesa nubosidad que cubría el manto celeste parecía un mero bosquejo de lo que suponía sería un día gris cuando salí hacia la universidad aquella misma mañana; no obstante, las nubes descendieron y se fueron multiplicando con el paso de las horas hasta que no quedó rastro alguno del color azul que solía teñir el cielo.

Las elevadas temperaturas del mediodía se habían agravado gracias a la ola de calor que se cernió sobre la ciudad días atrás y hacían de mi trayecto un verdadero suplicio. El aire seco que se respiraba en el ambiente, el bochorno contra el que luchaba para no derretirme sobre la acera y ese olor a neumático quemado que inundaba aquella inmunda y estrecha callejuela perdida en la periferia de Los Ángeles... Más valía que lo que fuera que íbamos a hablar aquel día valiera la pena, porque estaba a escasos momentos de deshacerme como un helado bajo el Sol en verano.

Willow, 12:36:

B, ¿era hoy que te reunías con el cónclave para la tesis?

¿Cómo te ha ido?

El mensaje de mi amiga me dibujó una sonrisa momentánea, lo cual se podía considerar un logro si tenía en cuenta que llevaba los últimos diez minutos martirizándome por no haberme llevado una muda de recambio de casa.

Blake, 12:36:

Sí, era hoy.

Ha ido mucho mejor de lo que esperaba, ya me estaba haciendo a la idea de que me iban a rechazar este también y que tendría que recuperarlo el año que viene.

Willow, 12:37:

¿Entonces te lo han aceptado?

Blake, 12:37:

¡Eso parece! Les habré dado pena, estaba a nada de ponerme a berrear jaja.

Y no mentía. Asistí a la reunión con la profesora Cavanagh, la tutora que me habían asignado para mi tesis —si es que algún día llegaba a presentarla—, con la ansiedad causándome estragos en el sistema e impidiendo que me expresara con algo más que un mínimo hilo de voz. Sin embargo, debía admitir que no lo hice ni tan mal cuando me tocó exponerlo frente a la asamblea de profesores, de hecho, casi diría que parecía segura de lo que decía.

Willow, 12:39:

¡Felicidades! Te dije que lo conseguirías, ¡estaba segura! Ahora toca celebrarlo, ¿no?

Podríamos quedar para tener una tarde de chicas y hacemos lo que tú quieras. ¿Dónde te gustaría ir?

Blake, 12:40:

¡Sorpréndeme! Estas cosas siempre se te han dado mejor a ti que a mí.

Te llamo más tarde, ¿vale? Hoy entro a trabajar antes.

El irresistible juego de Midnightemptation (BORRADOR)Where stories live. Discover now