Capítulo 31

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Este capítulo viene cargado de dosis de intensidad que podrían afectar a los más sensibles y cándidos de mis lectores. Se recomienda extrema precaución al momento de leerlo, dicen por ahí que la temperatura sube y que es mejor que eso no pase en público JAJAJA. 

Ahora en serio, este capi viene cargadito de emociones xD Creo que os estoy dando lo que necesitabais y merecíais, pero dudabais que os diera algún día jajajaja. 

Como sea, este capi me ha tenido en tensión estas últimas dos semanas porque es sumamente importante, solo espero haber estado a la altura.

Dicho esto, disfrutad mucho y espero vuestros comentarios (COMENTAR Y VOTAR ES GRATIS, PUTOS)

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Sin importar cuántas usáramos, definirse con palabras siempre supondría limitarse. El amplio abanico de vocablo que ofrecía el diccionario resultaba insuficiente cuando uno tenía poco por callar y absolutamente todo por decir acerca de su realidad; una llena de matices que abarcaba todos los tonos habidos y por haber dentro de la gama cromática más difusa que ningún artista en su sano juicio se arriesgaría a reproducir.

Una realidad vasta que escapaba a nuestro control, pero sobre la cual deseábamos ejercer el más crudo de los dominios. Nuestras ansias por retratarla nos llevaban a plasmar aquellos pequeños fragmentos que percibíamos desde la sensibilidad individual y subjetiva del arte: Desde tiempos inmemoriales, se pintó, compuso, esculpió, bailó, filmó y escribió en el nombre de cada faceta de esa realidad. Sin embargo, siempre faltaban pigmentos con los que embellecer un lienzo, notas altas en las partituras, vitalidad en las esculturas, gramos de eventualidad en las coreografías y películas y, desde luego, faltaban y faltarían siempre palabras incluso en los mejores libros. Siempre querríamos decir más y nunca diríamos lo suficiente, pero jamás renunciaríamos a intentarlo. Y yo no era la excepción.

Controlarse, eso era exactamente lo que hacía en esos momentos. Socialdemócrata en territorio ajeno, pero un tirano en sus propios dominios, Midnightemptation padecía una fuerte intolerancia a lo que él mismo se encargaba de instar en los demás: Dejarse llevar. No obstante, y aunque poseía una férrea capacidad de contención, su esencia se encargaba de sublevar todos aquellos impulsos que él trataba de oprimir.

Quizá a eso se reducía todo, a la esencia. Esa marca personal, ese sello con el que veníamos de fábrica y al que tratábamos de darle una explicación detallada pese a que sabíamos de antemano que carecíamos de términos suficientes. Esa condición innata que ni siquiera él tenía bajo su mando, aunque lo intentaba, y que nos descubría ante el mundo como lo que éramos por naturaleza.

Y su naturaleza era indómita; como una tormenta de verano en constante desequilibro, con precipitaciones violentas y vientos contrapuestos que coexistían en un mar de relámpagos, truenos y rayos. Cálida y fría al mismo tiempo por esencia. Ni en sus palabras cautivadoras ni en sus silencios más absolutos, podía detectarlo porque, a fin de cuentas, Midnightemptation era como una tormenta: El cielo me advertía de su llegada antes de que sus gotas mojaran mi piel.

El irresistible juego de Midnightemptation (BORRADOR)Where stories live. Discover now