Capítulo 3 {Primera parte}

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No puedo dejar de sonreír todo el día. Decir que estoy deseando que llegue el fin de semana es un eufemismo. Agarrando mis libros, me preparo para justo cuando acabe la clase de arte. Me toma un tiempo llegar al autobús, y luego a la tienda y de regreso a casa de nuevo. Cierro de golpe la puerta de mi casillero y salto un poco. Eric está de pie allí, mirándome.

-Hola -digo lentamente.

-Hola, tu nombre es Alex, ¿verdad?

-Sí -le respondo en estado de shock.

La comisura de su boca se retuerce.

-Sólo pensé en desearte feliz cumpleaños.

-Gracias.

-Entonces, ese chico... -comienza.

De repente, una voz grita.

-¡Eric! -Cierro los ojos en señal de derrota. Sonya se acerca y pone su mano en su hombro-. ¿Qué estás haciendo?

Con una mirada perpleja, responde.

-Hablando con ummm... Alex.

Los ojos de Sonya giran hacia mí. Para ahorrarme un poco de dignidad, murmuro-: Adiós. -Y me alejo. En serio, esa chica está crispando mi último nervio. Sólo tengo que superar la clase de arte. Terminaremos nuestros cuadros y luego estaré libre de mi prisión por un par de días.

Para evitar otro encuentro con mi endemoniada torturadora, agarro mi pintura y suministros de arte antes de siquiera sentarme. Cuando llego a mi asiento, extiendo todo sobre la mesa. Mis ojos miran hacia abajo a mi pintura. Está bien, sólo una simple escena de un lago. Soy grandiosa dibujando, pero sólo medio buena en pintura.

De repente, la sombra delatora pasa sobre mi escritorio de nuevo.

-Entonces, Eric me dijo que era tu cumpleaños y que te cantaron anoche.

-Sí -contesto, sin siquiera mirarla.

Inclinándose hacia delante en el frente de la mesa, Sonya se ríe.

-Qué linda, ¿tienes cinco?

-Todo eso lo hizo Niall. Fue su idea.

Golpetea su barbilla y sigue-: Niall, Niall, Niall, oh, tu novio por pago.

-Debo ser rica, porque paso muchas horas con él -replico, pintando una línea en la página.

Suena la campana y el profesor me salva al comenzar la clase inmediatamente. Sonya se ve obligada a sentarse. Bueno, al menos tengo un tiempo para terminar este proyecto.

Después de que mi profesor deja de hablar, todo el mundo comienza a trabajar en sus pinturas también. Afortunadamente, Sonya es una artista horrible y tiene mucho que terminar en la suya.

Después de veinte minutos de clase, hay un golpe en la puerta. Cada uno por supuesto mira hacia arriba. El profesor se acerca a responderla. Hay un tipo parado en el pasillo. Cuando miro detenidamente, veo que es un hombre que sostiene un ramo de flores, rosas para ser exacta. Camina hacia delante y se las entrega a mi profesor. Mira la tarjeta.

-Alex... ummm... tienes flores aquí para ti.

Hay murmullos instantáneos en el aula. Oh no, Niall, te voy a matar.
A regañadientes camino hasta el frente del salón. Mi profesor me las da, un poco con los ojos abiertos.

-Gracias -le susurro.

Mientras regreso a mi puesto, tengo que sonreír. Son unas hermosas rosas rojas y huelen fantástico. Tratando de no sonreír demasiado, me vuelvo a sentar. Hay una tarjeta y la saco. Juego con ella un tiempo. Cuando levanto la vista todo el mundo está mirándome. Extraño.
Finalmente me aparto de todo el mundo y abro la tarjeta. Antes de que pueda leerla, es arrancada de mi mano.

-¡Sonya! -grito-: ¡Devuélvemela!

Pero es demasiado tarde, ya la abrió.

- Alex -empieza con fuerza-. La pasé muy bien anoche y no puedo esperar para verte el sábado. Espero que esto ayude con la... guillotina. Guillotina... ¿Qué diablos es una guillotina?

-Algo que de verdad necesitas verificar -grita alguien.

Con una mirada de disgusto, me mira embobada. Agarro la parte posterior de la tarjeta y digo:

-Me quedaré con esto, muchas gracias. -Sonya sólo sigue mirándome-. ¿Qué? -suelto-. ¿Nunca te enviaron flores a la escuela antes?

Daniella y Jessica empiezan a reír. Daniella es la que dice-: No, no lo ha hecho. -Sonya se da la vuelta y le da una mirada de muerte. Las otras dos chicas vuelven a sus proyectos.

-Voy a resolver esto -dice furiosa Sonya.

-¿Qué hay que resolver? -Prácticamente grito-. ¿Quieres estás? Aquí las tienes, si eso te hará callar. -Empujo las flores hacia ella.

Dándose la vuelta, responde:

-Ni siquiera me gustan las rosas.

-¡Claro! ¡Eso es! -grita un chico delante de mí. Me echo a reír con todos los demás.

Para mi alivio, Sonya me ignora después de clase. Mi cara se pone roja cuando todas las personas que paso se vuelven para mirarme y luego a las flores. Hablando acerca de tener todos los ojos en ti. Es como si tuviera un gran faro rojo en la cabeza. Decido ir a casa primero y dejar todo.

La casa está vacía. Gracias a Dios por los pequeños favores. Pongo las flores en mi cama y me quedo allí por un minuto. Ni siquiera creo que tengamos un jarrón. Sí tenemos una jarra de cristal sin embargo. Voy abajo y la agarro, llenándola de agua. Con una llamarada artística, arreglo las flores. Nunca me han mandado flores antes. Esto es grandioso.

Mi mente está aturdida por el resto de la noche. Sé que no me las envió por razones románticas, pero se siente muy bien. Cuando estoy allí mirando al techo, tengo una idea. Rodando sobre mi estómago, agarro mi cuaderno de dibujo. La escena viene a mi mente y empiezo a dibujar.

A las 11:45 del día siguiente, estoy sentada junto a la ventana, mirando la calle. Tengo el casco listo en mi cama y mi mochila en mi espalda. Mi madre sigue durmiendo su previa borrachera, pero no quiero correr el riesgo de que me vea. De repente, oigo el acelerar de la moto. Cruzo mi habitación, tomo el casco y vuelo a la planta baja.
Niall apenas se detiene antes de que corra a su lado.

-Hola.

Se quita su casco y se ríe.

-¿Estamos ansiosos?

-No, quiero irme antes de que mi madre se despierte -afirmo, apurándolo con mis manos.

-Bien, bien -responde-, sube.

Me pongo rápidamente el casco y subo a la parte posterior.

-¿A dónde vamos? -grito.

-Ya lo verás.

Mientras conducimos ni siquiera puedo registrar a dónde vamos.

Cuando por fin nos detenemos, abro mi visor.

-Tienes que estar bromeando, ¿verdad?

Riendo, Niall niega con su cabeza.

-No, dijiste que confiarías en mí.

Me bajo y me quito el casco.

-Dije que iba a confiar en ti, ¡pero no tengo ni idea de qué hacer allí!

Me corto en cabello en el centro comercial, como por doce dólares.

-Yo me encargo -dice, bajando de la moto-. Sé lo que estoy haciendo.

-Eso espero -me quejo, mientras me empuja hacia adelante.

Entramos en el salón y sé que estoy hasta el cuello. Allí hay una recepcionista emperifollada y su champú probablemente cuesta más que mi habitual corte de cabello completo.

-Hola -dice Niall -. Estamos aquí para ver a Debbie.

La recepcionista le da una sonrisa muy coqueta y mira hacia abajo.

-Alex-dice ella, mirándome. Su ceja se inmediatamente. Me mira y luego a Niall -. ¿Tu hermanita?

Una mirada de asombro cruza mi cara.

-No -afirma Niall -. Es mi muy cercana amiga, de todos modos, estamos aquí para ver a Debbie.

-Sí -responde, mirándome-. Iré por ella de inmediato.

Cuando se va, me dirijo a y siseo-: ¡Mira! ¡Tengo eso todos los días! ¡Tenemos que irnos ya!

-Relájate -enfatiza Niall, poniendo su brazo alrededor de mí-. Nadie te va a morder.

-Sí, claro -murmuro, cruzando los brazos.

De repente, esta perfecta belleza rubia viene alrededor de la esquina.

-¡Niall! - grita. Me suelta, para ir a abrazarla. Ella le da un beso en la mejilla-. ¿Qué estás haciendo aquí?

-Debbie, requiero un poco de tu experiencia. Esta es mi amiga Alex. Ella en cierto modo... bueno... necesita nuestra ayuda. - Niall hace gestos hacia mí.

-Gracias Niall -chasqueo.

Debbie me mira pensativa.

-¿Qué es lo que quieres hacerte? -pregunta.

-No tengo idea -respondo-. Esto es terriblemente embarazoso.

-Tonterías -se ríe Debbie-. Me encanta dar cambios de imagen.

La recepcionista salta.

-Ella te tiene reservada durante cuatro horas.

-¡Cuatro horas! -escupo-. ¡Niall!

Comienza a retroceder hacia la puerta, con esa increíble sonrisa matadora.

-Estarás bien.

-¡Rata sucia! ¡Me dejarás aquí sola!

-Debbie será buena contigo, te lo prometo. De todos modos, quiero que sea una sorpresa, como abrir un regalo de navidad. Mi tarjeta de crédito ya está registrada para eso, haz lo que quieras.

Ahora, eso me pone loca.

- Niall, no puedes pagar por esto. Sé serio.

Mientras su trasero golpea la puerta, se detiene y dice-: No tengo novia, así que necesito a alguien en quien gastar el dinero que no sea yo. Esto me hace muy feliz, así que por favor disfrútalo. Explora, descubre quién quieres ser. No te puedo dar consejos sobre cabello, no puedo enseñarte a ponerte maquillaje, pero puedo llegar a las personas que hacen que eso suceda. Este es el comienzo de una nueva tú que pueda mostrar al mundo cuán maravillosa eres. Veo eso y quiero que todos los demás vean eso también.

-Gracias Niall -suspiro con una sonrisa suave-. Esto significa todo para mí.

-Bueno -dice riendo-, creo que esto te va a volver loca.

Debbie responde-: Cuando haya terminado con ella, volverá locos a todos.

Niall empuja la puerta abriéndola y me manda un beso. Tengo muchas ganas de levantarle al dedo del medio en este momento. Hace su salida y tengo que girar para mirar a Debbie.

-Soy una chica muy torpe que no sabe nada de nada de esto, así que por favor sé amable.

-Vamos -dice Debbie, animándome con su cabeza-. Empecemos a trabajar.


The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now