Capítulo 22 {1 parte}

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La siguiente semana de escuela es genial. Almuerzo con Eric y sus amigos todos los días. Niall finalmente me enseña a estacionar en paralelo. Incluso sacamos el auto de Cassandra, por lo que puedo aprender a conducir un automático. Es un poco raro, cuando sólo he conducido un manual.

Llega el sábado por la mañana y entro al cuarto de baño.

Bostezando, enciendo la luz. De repente, chillo. Niall viene corriendo. — ¿¡Qué está mal!?

—Mis moretones, ¡se han ido! —grito.

Niall pone una mano sobre su pecho

—Alex, querido Señor, vas a matarme.

—Se han ido, se han ido, se han ido —vitoreo de alegría, saltando de arriba a abajo.

—Es bueno, bebé. ¿Eso quiere decir que podemos ir a celebrarlo esta noche? —me pregunta, con una sonrisa maliciosa.

Estrechando los ojos, digo—: ¿Qué tienes en mente?
—Ir al club... tu.... yo, la pista de baile — Niall murmura presionándose contra mí.

—Tú y un montón de chicas en minifalda —replico—. No voy a ser, incluso, un punto en el radar.

Envuelve sus brazos a mí alrededor.

—Siempre serás más que un punto.

—¿Es noche de MENORES, como ustedes la llaman?

—Lo es — Niall responde alegremente—. ¡Y nosotros iremos!

Con una carcajada, digo—: Me parece bien.

Pasamos el día siendo perezosos, pero alrededor de las cinco,

Cassandra me llama.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—Entonces, ¿vamos al club esta noche? —me interroga rápidamente.

—Sí —contesto, con la misma alegría—. ¿Qué me pongo?

Suelta risitas. —Dile a Niall que te traiga a mi casa. Pon las botas y ese pequeño vestido negro en una bolsa, pero no lo dejes ver.

—No —siseo en voz baja.

—SSSIIII —suelta—. O se lo dices o lo voy a llamar.

Suspiro y miro a Niall. —Cassandra quiere que me lleves a su casa.

—¿Por qué? —replica.

—No sé, para arreglarnos, supongo.

Niall gime. —Muy bien, vamos.

—Llegaré dentro de un momento —exclamo, probablemente demasiado entusiasmada.

—¡GENIAL! —responde Cassandra—. Trae el vestido.

Rodando los ojos, le digo—: Bien, como sea, nos vemos pronto.

Cuando me levanto para ir a mi cuarto, Niall me pregunta—: ¿Qué estás haciendo?

—Recogiendo mis cosas —le respondo—. Tengo que llevar algo esta noche, no puede ir desnuda.

—¡Oh, yo voto por desnuda!

Eso me hace reír. —Lo harías. —Voy a mi habitación y cojo mi bolsa de lona.

Coloco con cuidado el vestido en el interior con las botas. Nunca las he usado, por lo que nada se va a ensuciar.

Unos veinte minutos más tarde, llegamos a donde Cassandra. Mientras abro la puerta para salir del auto, digo—: Te veo en un rato.

—No sé... ustedes dos juntas pueden significar problemas —dice Niall.

—Sí, lo seremos, nos vemos más tarde —enfatizo.

Niall se inclina sobre el asiento. —Dime que me aaaamaaaaassssssssssss.

Echándome hacia atrás, le respondo—: NNNOOOOO. —Y cierro la puerta.

Él pone una mirada horrorizada y me doy la vuelta alejándome.

Cuando llamo a la puerta de Cassandra, abre casi de inmediato.

—¡Esto va a ser EPICO! —grita.

Me río. —¿Por qué?

—Vamos a hacer a los muchachos babear, excesivamente —responde Cassandra, tirando de mí hacia su apartamento.

—¿Dónde está Kent? —pregunto.

Ella cierra la puerta y dice—: Vendrá después. Kent va a hablar con Niall y se pondrán de acuerdo acerca de si alguien va a conducir o no. Eso no es ni aquí ni ahora, tenemos que prepararte. ¿Trajiste el vestido?

Levantando la bolsa, articulo—: Está justo aquí. No me siento cómoda llevándolo.

—Confía en mí, te verás fenomenal cuando termine contigo. —Subimos las escaleras y me lleva a su dormitorio. Nunca he estado aquí, así que solo la sigo.

Cuando entramos, exclamo—: ¡Oh! Un tocador, es tan genial. Siempre he querido uno de esos.

—Pídeselo a Niall, lo conseguirá para ti, porque él siempre consigue lo que quieres —Cassandra se burla juguetonamente—. Ahora, saca el vestido.

Pongo la bolsa en su cama y la abro. —No puedo creer que voy a hacer esto.

—Quítate la ropa y deslízate en ese cachorro —dice Cassandra—. Entonces voy arreglarte el cabello y maquillarte.

—No lo sé —le susurro.

Cassandra se acerca a mí. —Vas a estar impresionante. Ahora póntelo. —Suspirando, empiezo a quitarme la ropa—. ¿Estás segura de que no necesito un sujetador? —murmuro.

—Sí —responde Cassandra—. Vas a estar bien.

Me deslizo en el vestido, tirando de él. —Vaya —finalmente jadeo—. Está cosa esta muy pegada a mi cuerpo.

—Ese es el punto —afirma Cassandra—. Ahora, ven aquí. —Agarra mi mano y me sienta—. Voy a recogerte el cabello.

—Voy a sobresalir como un pulgar hinchado —murmuro—. Con el vestido o no, parezco de doce.

Cassandra ríe. —No cuando haya terminado contigo. Ahora, date la vuelta, quiero que sea una sorpresa.

Poco a poco, me doy la vuelta en el taburete. —No me hagas ver estúpida —gruño.

Cassandra sonríe y alcanza el tocador. Alisa mi cabello para rizarlo, lo que no entiendo, pero ella dice que va a darle un rizado diferente.

Cuando termina, inclina su cabeza. —Perfecto. Ahora, el maquillaje.

Llega detrás de mí y agarra la sombra de ojos que no es más que carbón y negro. —¡Whoa! —exclamo—. ¿Qué estás haciendo?

—Hacerte parecer una zorra —responde— Ahora cierra los ojos. —Estrecho mis ojos hacia ella, y simplemente me mira. Suspiro y los cierro.

Siento como me pone cuidadosamente la sombra y el delineador de ojos. Me hace ver hacia el techo mientras me pone la máscara de pestañas. Por último, Cassandra saca un lápiz labial.

Lo miro y mis ojos se ensanchan. —Eso es rojo, como ¡ROJO, ROJO!

—Shhh —responde Cassandra—. Abre la boca un poco. —Lo hago y me aplica suavemente el lápiz labial. Tirando el envase, dice—: Sin duda puedes pasar como una de veintiuno. Ven aquí, ponte las botas y luego mírate en el espejo de cuerpo entero.

Levantándome, hago lo que ella dice. Cuando camino hacia el espejo, mi corazón salta. Soy algo que nunca pensé que sería, sexy. Mi cabello está asegurado en la parte superior en una espiral de rizos. Mis ojos son oscuros y mis labios de un brillante rojo sangre. Girándome, veo mis piernas parecer más largas con las botas.

—Oh, Dios mío —Es todo lo que puedo susurrar.

—Te ves hermosa —dice Cassandra, sonriéndome—. Ahora es mi turno para prepararme. ¿Qué ropa uso, qué ropa uso?

Mientras comienza a sacar ropa de su armario, me quedo allí mirándome. Me siento tan... hermosa, sexy. Esta es la primera vez en mi vida que siento que debo ser deseada. Ni siquiera sé qué decir.

—¿Qué piensas de esto? —pregunta Cassandra.

Me vuelvo para verla sosteniendo una falda de cuero negro y una camisa de seda de un hombro. —Creo que eso se vería lindo.

Comienza a vestirse. —No puedo esperar a que los chicos nos vean esta noche. Van a perder la cabeza, y no me refiero a nuestros muchachos. Pobre Niall va a tener un ataque al corazón, con toda la atención que vas a conseguir.

—Oh, para —dije tímidamente.

—Lo digo en serio —declara Cassandra—. Espera y veras.

A diferencia de mí, no le toma mucho tiempo prepararse. Ella, obviamente, tiene una gran cantidad de práctica peinándose y maquillándose. Finalmente, se desliza sobre sus tacones.

—También, he terminado. Los chicos llegaran en cualquier momento. —De repente, ella chasquea los dedos—. Necesitas algo más.

Confundida, pregunto—: ¿Qué es?

—Esto —responde y va a su vestidor. Observo mientras saca una gargantilla negra de su joyero—. Esto va a completar el atuendo. —Abro la boca para decir algo, pero no puedo. Cassandra se acerca y la coloca en mí. —Ahora estamos bien.

El timbre de la puerta suena de repente. —Espera aquí —dice riendo—. ¡Quiero que sea una sorpresa!

—Ummm, bien —contesto suavemente.

Con un casi salto en su paso, Cassandra baja. Me doy una mirada más en el espejo y niego con la cabeza. No puedo creer que sea yo.

Oigo murmullos abajo, y luego Cassandra grita—: Está bien, puedes venir Alex.

Nerviosa, camino a la cima de las escaleras. Agita su mano para que vaya hacia ella. Tomando una respiración profunda, doy el primer paso

—. Y me gustaría presentarles, a la muy adulta, Srta. Alex.

Cuando llego a la parte inferior de las escaleras, apenas puedo mirar hacia arriba, pero cuando no hay nada más que silencio, tengo que levantar los ojos. Josh, Kent y Niall están allí simplemente mirándome. Mis mejillas se ruborizan como si estuvieran en llamas. Finalmente, Niall es el primero en hablar. —Tú no vas a usar eso.

Con el corazón roto, miro hacia abajo. —¿Me veo tan mal?

—¡NO! —grita Josh—. Estas caliente como el infierno. Oh, Dios mío, si Niall tiene un problema, yo te llevaré.

Mis ojos se dirigen hacia Niall, la mirada de sus ojos es feroz. —Lo elegiste para mí —finalmente murmuro.

—¡Olvídalo! —dice Josh. Él se acerca y envuelve sus brazos alrededor de mí—. Tú eres mía esta noche.

Eso me hace reír.

—No, no lo es — Niall dice con dureza, casi perdiendo su voz —. ¡Quítale las manos de encima Josh!

Él mueve sus cejas. —¿La escoltas, porque si no es así, lo hare yo?

Niall lo mira y entrecierra los ojos. —Por supuesto, yo la he invitado a salir esta noche. Yo solo... quiero decir... voy a tener que PELEAR con los chicos para alejarlos. ¡No quiero que la miren de esa manera!

Cruzo los brazos. —¿Por qué no? ¡En realidad me siento sexy por primera vez en mi vida! Me niego a dejar que lo eches a perder.

—Malditamente claro —interviene Cassandra—. Vamos. —Ella camina pasando a Niall —. ¿La llevas o vas a tener un infarto?

—No —contesta, sacudiendo la cabeza—. Te seguiremos.

Josh suspira sarcásticamente—: Está bien.

Me quedo parada allí mientras todo el mundo camina hacia la puerta. Niall se acerca y desliza su mano en la mía. Entrelazo los dedos con los suyos, a pesar de que sé que no debería. Con eso, caminamos fuera. Por alguna razón extraña, está muy cálido y no necesitamos chaquetas. Hablan acerca de un verano indio, o... el calentamiento global.

Nos abrimos paso lentamente hacia el auto. Niall abre la puerta para mí. Justo antes de sentarme, me giro hacia él. —Prométeme que no me veo mal. No quiero salir y estar... ridícula.

Inmediatamente los ojos de Niall se suavizan. —No, Alex, no es eso. Estás magnifica, yo solo... no quiero compartirte esta noche.

—Entonces no lo hagas —le susurro, mirándolo.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora