Capítulo 6 (parte 2)

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—Siento llegar tarde. Tuve que ir a casa a bañarme. Estaba bastante sucio, aunque por supuesto que te gusto sucio.


Una malvada sonrisa cruza su cara.

—¡Niall! —siseo. Y volviéndome a Eric suspiro—. No tiene remedio. Lo siento.

—No hay problema —me sonríe en respuesta—. Bueno, si alguna vez necesitas un aventón a tu casa házmelo saber. Con suerte mi hermana me regresará el auto.

Me sonrojo.

—Gracias.

Eric me despide con un pequeño movimiento de la mano y dice—: Adiós.

—¡Adiós! —respondo mientras se aleja.

Volviéndome hacia Niall lo miro con furia.

—¿Es en serio? ¿Tenías que hacer ese comentario?

—Por supuesto que sí —responde, con un gran guiño—. Sube. Tenemos que llegar al DMV antes de que cierren.

—Ya te dije que no quiero aprender en tu auto —enfatizo con dureza.

Niall rueda los ojos.

—De todas maneras sube a la moto.

Desabrocho el casco que tiene atado en la parte trasera de la moto y me lo pongo.

—Eres un mandón.

—Sí, lo soy.

Sacudiendo la cabeza me monto.

La oficina de tránsito no está tan llena así que no nos toma mucho llegar al frente. La señora me da el examen y voy a sentarme. Niall comienza a hablar con una chica que está llenando unos papeles. Guau, qué sorpresa.

El examen no me lleva mucho tiempo. Leí y re-leí el manual como cien veces y por supuesto obtengo una puntuación perfecta. Sonrío ampliamente cuando la señora me entrega mi permiso temporal. Dando la vuelta miro a Niall.

—Lo hice.

—Sí, lo hiciste —contesta—. Ahora necesitas estudiar este manual.

Agarrando el folleto, bajo la mirada hacia él.

—¡Oh no, no, no! ¡NUNCA!

—No es tan difícil manejar una motocicleta —me asegura Niall.

—¿Estás loco? —grito—. No puedes hablar en serio.

Toma mi mano.

—Solo conserva el manual. La motocicleta será otro día. Primero necesitamos enseñarte a manejar con palanca de cambio.

—No hoy —declaro—. Tengo tarea por hacer.

—Está bien, de todas maneras, esta noche tengo planes. Solo quería asegurarme de que tuvieras el permiso.

—¿Cuáles son tus planes para esta noche? —le pregunto mientras salimos.

Niall chasquea la lengua y dice—: Tengo una cita con esa chica, Vicky.

—Guau —tartamudeo—. Eso es bueno.

Mi pecho se aprieta un poco no sé por qué. Sé que tiene una vida aparte de mí. Por supuesto que tiene una vida aparte. Solo porque es mi único amigo no significa que él no tenga otros.

—Bueno, apuesto que lo pasarás bien. Se ve agradable.

—Ya veremos —responde—. No he tenido una buena cita en mucho tiempo. Parece que no encajo con algunas de esas chicas.

Niall sube a la moto. Lo miro pensativa.

—Encontrarás a alguien con quien congenies. Solo date tiempo. Sucederá algún día.

—Seguro, eso espero —suspira Niall —. De otra manera tendré una vida solitaria.

En todo en lo que puedo pensar es en que yo ya tengo una vida solitaria. Sacudiendo la cabeza subo a la moto y Niall me lleva a casa.

—Comenzaremos el jueves —dice sonriendo.

—Ah sí —digo sarcásticamente.

—Hey, si quieres obtener tu licencia necesitas aprender a manejar — me responde Niall.

—Ya sé. —Gimiendo abrocho el caso en su moto y le digo—: Diviértete en tu cita esta noche.

—Planeo hacerlo... con suerte.

—Es bonita —le digo casi forzando una sonrisa.

—Pero eso no lo es todo. Ya veremos cómo va. Te recojo aquí el jueves a las cinco ¿está bien? —dice Niall con un guiño.

—Sí, sí, sí —me rio—. Que tengas una buena noche.

—Tú también.

Después de entrar en casa suelto un profundo respiro. No debería sentirme de esta manera. ¿Por qué me siento así? Es Niall.
Niall tiene citas. Sé eso. Tal vez solo estoy celosa de que tenga una cita. Sí... eso es. Eric me habló hoy, eso es algo por lo que debería sentirme bien. ¡También obtuve mi permiso temporal! ¡Arriba yo!

Al día siguiente me siento en la clase de arte tratando de decidir qué hacer. Mi maestro se acerca.

—¿Dónde está tu foto Alex? —me pregunta.

Tocándome la cabeza contesto.

—Aquí.

—Bueno, normalmente habría tenido un problema si alguien no trajera su tarea completa, pero conozco tu nivel de habilidad. Creo que lo harás bien.

—¿Puedo hacerle una pregunta? —inquiero.

El maestro asiente.

—Por supuesto.

—¿Qué se necesita para entrar a una de las escuelas de arte de San Luis?

Una sonrisa se desparrama por su cara.

—Estaba esperando que preguntaras. Tengo algunos folletos para ti.

—¿Los tiene? —jadeo.

—Sí, tienes talento y ni siquiera creo que nos hayas mostrado tu mayor potencial. Utiliza este proyecto. Úsalo para demostrar de qué estás hecha. Las escuelas de arte querrán ver tus mejores trabajos.

—Está bien —tartamudeo asombrada—, haré mi mejor esfuerzo.

—¿Qué es lo que vas a hacer? —pregunta.

—Creo que voy a hacer mi dibujo a carboncillo. Es mi favorito.

Mi maestro sonríe ampliamente.

—Suena grandioso.

—Mejor me pongo a trabajar —digo levantándome para agarrar un lienzo.

Cuando me siento de nuevo, solamente puedo ver el espacio vacío. ¿Cómo voy a dibujarlo? Quiero decir, ¿cuál sería la mejor manera? Ladeo la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro y entonces comienzo.

El miércoles y el jueves pasan volando. Estoy contenta de que Eric me salude cada vez que me ve. Sonya sigue sin ir a la escuela y eso hace todo más fácil. Por supuesto siento que ahora me importa menos.

El jueves después de la escuela me encuentro a Niall sentado frente al volante de su auto. Un montón de tipos están parados alrededor. Niall los ignora moviendo la cabeza al ritmo de su música. Camino hacia él y me agacho para asomarme por la ventana.

—Hey, semental ¿Me podrías dar un aventón?

Niall se echa a reír.

—No lo sé dulzura ¿Qué me ofreces a cambio?

—Absolutamente nada —digo con una sonrisa.

Finge pensarlo un rato.

—Está bien —gruñe.

Abro la puerta y salto dentro. Niall se inclina y me besa en la mejilla.

—Hola cariño.

—Hola —le contesto sorprendida con la guardia baja.

—¿Estás lista? —pregunta con una sonrisa traviesa.

—Sigo sin querer hacer esto —declaro seriamente.

—Que mal —me dice encendiendo el auto.

—Pensé que ibas a recogerme a las cinco.

—¿Estás decepcionada de que te haya recogido antes? —pregunta.

Eso me hace sonreír nerviosa.

—No.

—Bien. —Nos lleva a un gran estacionamiento vacío—. ¡Sal! — exclama con demasiado entusiasmo. De mala gana hago lo que dice.

Cambiamos de lugar y todo lo que hago es sentarme y verlo directamente. Niall sonríe más ampliamente aún.

—Bien, ahí hay tres pedales. A partir de la izquierda van: el clutch, después el freno y después el acelerador. Para encender el auto necesitas presionar el clutch y el freno.

—No quiero hacer esto.

—Pisa... el... clutch y el freno —enfatiza.

Con el ceño fruncido, presiono los dos pedales.

—¿Ahora qué? —pregunto.

—Enciende el auto.

Cuando logro encender el auto instantáneamente levanto los pies de los pedales y se apaga.

—Upss —murmuro.

—Está bien. Sé que hay un montón de potencia detrás de este carro. Al principio va a intimidarte, pero no importa. Estamos en un estacionamiento vacío. Simplemente puedes soltar los pedales aplastar el freno y el carro se apagará. Lo que lo hará detenerse.

—Es bueno saberlo —contesto.

Haciendo gestos Niall continúa.

—Enciende el auto de nuevo —lo hago—. Ahora pon la mano en la palanca de cambios —también lo hago y pone la mano encima de la mía—, primera, segunda, tercera, cuarta. Comienzas en primera, entonces cambias a segunda y así.

Tomo una respiración profunda y asiento.

—Bien —me dice lentamente—, ahora vamos a quitar el freno de emergencia.

Se acerca y baja el freno al lado de mi pierna.

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —le digo con voz chillona.

Simplemente se ríe.

—Dañarás mi auto si no lo hago. Correcto, ahora cuidadosamente quita el pie del freno, pero mantén el clutch abajo. —Lo hago, realmente lento, pero lo hago—. Ahora presiona el acelerador —también lo hago y al oír el motor revolucionarse quito los pies de los pedales de nuevo.

Niall se agarra la cabeza—. Alex, no quites el pie del clutch a menos que te estés moviendo.

—¡No es tan fácil! —grito.

Niall continúa riéndose encontrándolo obviamente divertido.

—Relájate Alex. Tómalo con calma. Presiona el clutch y el freno y enciende el auto. —Con un molesto ceño fruncido hago lo que dice.

—Sabes qué, olvídalo. Vamos a hacerlo de la manera fácil para que puedas sentir el agarre del clutch. Presiona el acelerador tan duro como quieras, pero no hasta el suelo y después suelta el clutch.

—¿Estás loco?

—Oh, tú hazlo. Puedes pisar el freno después de que lo hagas si quieres. Los frenos son siempre la primera opción si no estás cómoda. Pero para poder usar el freno tienes que presionar el clutch y el freno al mismo tiempo.

Ruedo los ojos.

—Bueno. Para hacer que el auto se mueva ¿piso el acelerador y libero el clutch?

—Sí.

—Entonces para frenar presiono el clutch y el freno al mismo tiempo.

—Síp.

Me quedo mirando a Niall.

—¿Qué pasa si no lo hago?

—Lastimas mi auto —replica guiñándome.

Sacudo la cabeza en shock.

—No haré esto.

—Si lo harás. Presiona el acelerador tanto como te sientas cómoda y deja salir el clutch. Después podemos intentar hacerlo lentamente.

Es más fácil decirlo que hacerlo. Tomo una respiración profunda y presiono el acelerador. Siento las revoluciones del motor y hago un mohín. Veo que Niall agita la mano hacia adelante así que levanto mi pie del pedal y el auto camina. Grito y estampo mis pies sobre los pedales. El carro chilla hasta detenerse. Niall se dobla de la risa.

—¡Cállate idiota! —grito.

—Está bien —me asegura—. Yo ni siquiera pude mover el auto la primera vez que traté de aprender a manejar con cambios. Es por eso que quería que sintieras la marcha. ¿Sentiste cuando el clutch cogió la marcha?

—En realidad sí —contesto.

—¿Ves? —dice con una sonrisa gentil—. Ahora procuraremos que lo hagas lentamente. Lo que vas a hacer es que mientras presionas el acelerador vas a ir soltando el clutch al mismo tiempo. Aprenderás el límite del clutch y posiblemente te tome un tiempo agarrarle el tiro. Así que no te sientas desanimada.

—No confío en mí misma —le digo—. Me desanimo fácilmente.

—Te saldrá bien —suspira—. Tómalo con calma.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now