Capítulo 8 {2 parte}

208 16 1
                                    



Sólo niego con la cabeza.

—No, no puedo ni siquiera imaginar que eso suceda.

—Bien, creo que eres genial y harás a un hombre realmente feliz cuando encuentres a uno con el que quieras estar.

Sonriéndole, contesto:

—Gracias. ¿Entonces, cuánto tiempo has estado con Kent?

—Dos años —replica Cassandra—. En realidad, nos conocimos a través de Joshua. Josh y Kent fueron juntos a la preparatoria, y entonces Josh y yo nos conocimos cuando trabajábamos juntos en un restaurante en el centro.

—¿Qué edad tienen ustedes? —pregunto.

—Yo tengo 22, Josh y Kent tienen 23. Niall es el más joven. Bueno, no, en realidad lo eres tú.

Tímidamente, sonrío.

—Yo no soy parte de su grupo de amigos. De cualquier manera, es probable que sea un poco raro para Niall estar saliendo conmigo.

—Sería raro si tú tuvieras 12 o incluso 16. Tú estás en el último año de la preparatoria, ¿verdad?

—Sí —contesto—. Tengo 18.

Moviendo su mano, dice:

—Ves, eres una adulta. Todo está bien. Aunque no creas que te vamos a dejar beber.

Eso hace que explote en risas.

—No te preocupes, nunca me atraparás bebiendo. Digamos que he lidiado con lo suficiente de ello en mi vida para no querer beber nunca.

—Eh, te entiendo. Mi abuelo era un alcohólico, y me hizo darme cuenta que nunca quería estar de esa forma.

Mordí mi labio.

—Sí, yo también tengo tratos con un alcohólico. Te hace pensar las cosas dos veces.

—Sin duda —responde—. Niall y los chicos no se salen de control y definitivamente no beben y conducen. Una vez que obtengas tu licencia, que no te sorprenda si tienes una llamada en medio de la noche. Ellos salen a todas horas, pero si beben más de dos cervezas, no conducen, y son muy flojos para caminar a alguna parte.

—Bueno, eso será difícil porque no tengo auto —respondo—. Así que están atrapados con lo de caminar.

Con un suspiro pesado, Cassandra continúa:

—No, eso significa que sigo atascada en recogerlos. Niall debería dejar su auto contigo, así podrías hacerlo.

Riéndome, digo:

—Sí, eso pasará.

Cassandra sonríe.

—Oye, una chica puede desear.

Niall viene a nosotras con pizza.

—Bien, esto fue rápido y fácil. Muero de hambre.

—Sí —contesto—. Estás consumiéndote hacia la nada.

—Oye. —Aplaude juguetonamente—. Tengo un asombroso físico y necesito mantenerlo.

Rodando sus ojos, Cassandra gime.

—Ellos son ridículos. Joshua es cinta negra y tiene a Kent y a Niall peleando en cada oportunidad que tienen. Son absurdos. Me refiero a que, no me malinterpretes, están en magnífica forma, pero se vuelve aburrido, cuando los ves luchando todo el tiempo.

—También corro, cada noche —suelta Niall como si estuviera molesto, pero entonces nos da esa asombrosa sonrisa suya.

—Necesitas traerla, quizás entonces yo tenga algo para entretenerme además de mirarlos a ustedes cabezas de chorlito —dice Cassandra con una sonrisa.

Eso me pone muy nerviosa.

—No, él me ve lo suficiente.

De repente mirándome, Niall me pregunta:

—¿Te estás cansando de mí?

—¿¡Qué!? —jadeo—. ¡No! Es solo que... no sé. ¿No te hartarías de tenerme todo el tiempo alrededor?

Frunciendo sus cejas, Niall contesta duramente.

—No. Confía en mí, Alex, sabrás cuando ya no te quiera alrededor.

—Está bien —murmuro.

Dado que está sentado junto a mí, me toca con su hombro.

—Me divierto contigo.

—Sí, eres divertida —agrega Cassandra—. Un día tú y yo necesitamos ir de compras juntas. Necesito conseguirte nuevos sujetadores y cosas.

Niall golpea su mano contra la mesa y exclama:

—¡Yo también tengo que asistir a eso!

—Sí —siseo—. No voy a comprar ropa interior contigo.

—¿Por qué? —Él se ríe—. Yo puedo decirte lo que se ve bien.

Me giro hacia Cassandra.

—¿Todos los chicos son así?

—En general —responde ella con un suspiro.

Comemos nuestra pizza y hablamos de cosas al azar. Cuando terminamos, Cassandra mira su celular.

—Realmente necesito irme.

—Está bien —responde Niall —. Entonces vámonos. —Camino hacia afuera y metemos todo en la cajuela—. Aquí tienes —dice él, dándome las llaves.

—¡NO voy a dar reversa con tu auto! Eso es peor que estacionar. ¡Ni siquiera hemos intentado con la reversa! —grito asustada.

Despeinándome, Niall agarra las llaves de regreso.

—Está bien, yo conduciré.

—Yo iré atrás —digo, organizando mi cabello—. Tienes que bajarte primero Cassandra.

—No discutiré con eso —contesta ella.

Cuando me pongo atrás, cierro mis ojos. No había hecho esto en mucho tiempo. Pasar tiempo contigo misma no es tan estresante.

Pasa un rato, cuando de repente siento un dedo correr por el costado de mi rostro. Abro mis ojos para encontrar a Niall enfrente de mí. Brinco. El auto está detenido, Cassandra ya se fue y Niall movió el asiento hacia adelante.

—¡Oh mi Dios, me dormí! —Cubro mi rostro—. ¡Es tan vergonzoso!

—No, cuando babeas es lindo —dice él con una sonrisa.

—Querido señor, por favor dime que no hice eso.

Niall se ríe.

—No, no lo hiciste. Dormiste sin hacer ruido y en realidad fue lindo.

—¿Dónde está Cassandra?

—La dejé hace unos segundos. ¿Quieres ir a casa?

—No —tartamudeo—. Lo siento.

Agachándose, Niall sonríe.

—No hay razón para lamentarse. Yo soy bastante narcoléptico. Si quieres, podemos ir de regreso a mi casa y tomar una siesta.

Tímidamente, digo:

—No, está bien. Si lo necesitas, puedes llevarme a casa.

Con una sonrisa maligna, Niall responde:

—Nah, estoy bien. ¿Ahora estás despierta y lista?

—Sí —respondo.

—Bien, porque vas a manejar. —Gimiendo trepo hacia el asiento delantero y hacia el lugar del conductor—. Oye —grita Niall —, sé cuidadosa al trepar en el interior. Ups.

—Lo siento.

Sé linda con mi bebé —contesta Niall pasando su mano por el tablero.

—¿Ustedes dos quieren un momento juntos? —pregunto.

Niall se ríe y responde:

—No, ya tenemos mucho tiempo solos.

—Oh. —Enciendo el auto, y lentamente conduzco fuera del estacionamiento—. ¿A dónde vamos?

—La tienda de celulares está en Lincoln.

De repente, brinco arriba y abajo y grito:

—¡Oh! ¡Oh! ¡Tenemos que detenernos en la cafetería de Hickory!

—¡Querido señor ten piedad! ¿¡Por qué!? ¡Acabas de asustarme completamente! —exclama Niall.

—Hay un chico que se llama Jack. Él es un buen amigo de Eric. No podía recordar que clase de carro es este, y él quería que lo llevara para que pudiera verlo. Obtendremos café gratis si lo hacemos, y me haría un poco más genial con alguien. Así que, ¿POOOOR FAVOOOOR? —ruego.

Un bufido y una risa salen de Niall.

—Sí, ve. La próxima vez, bájale algunas rayitas.

—¡Gracias! —digo felizmente, mientras brinco, trato de abrazarlo, y por alguna razón nuestros labios se tocan. Es rápido y me alejo rápidamente. Cubro mi boca—. Lo siento. ¡No se suponía que pasara eso!

—Está bien. — Niall se ríe, poniendo su brazo en la parte trasera de mi asiento—. Sé que es difícil resistirse a mí.

Mis ojos probablemente no podían rodar más de lo que estaban ahora.

—Sí, Niall, eres el corazón de mis fantasías más profundas.

Mientras empezaba de nuevo a manejar, Niall se apoya contra la puerta.

—Así que, dime acerca de estas profundas fantasías oscuras. Exactamente, ¿qué estoy usando? Oh, mejor dime, ¿qué estoy haciendo?

—Para empezar, estás completamente vestido.

Burlándose, Niall dice:

—¿Fantaseas sobre mí con la ropa puesta? ¿Qué clase de fantasía es esa? ¿Al menos me quito la ropa?

—¡No lo sé! —Suelto—. Estaba bromeando. ¡No hay tal fantasía y es mejor que mantengas tu ropa puesta!

—Pero realmente me veo bien cuando no la tengo. — Niall me toma el pelo.

No puedo evitar mirarlo.

—No lo dudo, pero eso no es para que yo lo vea.

—Arruinaría a cualquier otro chico para ti. Soy bastante caliente si lo dijera yo mismo.

—Bueno, apuesto que lo eres, pero eso es para que otras chicas lo vean, no yo —digo con severidad.

Sin embargo, las imágenes de él corren por mi cabeza, e incluso cuando intento realmente detenerlas, ellas siguen viniendo.

En realidad estamos algo callados mientras conduzco a la cafetería. ¿Es este un silencio incómodo? Me refiero a que no nos hemos dicho nada desde esa extraña conversación.

Entramos en el estacionamiento y me estaciono enfrente de la puerta.

Niall se gira hacia mí.

—De nuevo, ¿quién es este chico?

—Su nombre es Jack. Él es amigo de Eric. Supongo que le gustan los autos. No podía recordar cuál era éste cuando me preguntó.

Niall sonríe y enfatiza dramáticamente:

—Un Pontiac G-T-O de 1967.

—Sí, sí, sí —murmuro—. Aun así, no lo recordaré.

—Bueno, entonces vayamos a mostrar mi bebé —suspira Niall, saliendo del auto.

Abro la puerta y salgo.

—No tenemos que hacer esto —digo—. Podemos irnos.

Caminando hacia mí, Niall me da un beso en la frente.

—Haré lo que sea que te haga feliz. Hagamos que este chico se babee. —Él pone su brazo sobre mi hombro y abre la puerta.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now