Capítulo 27 {Parte 2}

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Es un retrato de Niall. Se está inclinando sobre una silla, sosteniendo un lirio, viendo fijamente hacia él.

—Alex —susurra—. Eso es increíble.

—Trabajé en él con mucho cuidado. Quería que fuera perfecto.

—Ni siquiera hay palabras. ¿Llegas a quedarte con esto? —pregunta.

Asintiendo respondo—: Sí, necesito enseñarlo y algo de mi demás arte para tratar de entrar en la escuela.

—¿Puedo tenerlo?

—Claro —respondo—. Es tu retrato después de todo.

Se vuelve hacia mí y suavemente me besa en los labios.

—Eres extraordinaria.

Eso me hace sonrojar mucho.

—Gracias.

Pasamos más tiempo viendo las otras piezas de arte. Niall no deja ir mi mano en todo el tiempo. Eric y todos nos encuentran viendo el arte.

Todos hablan con entusiasmo sobre mi pieza y sólo sacudo la cabeza. No estoy acostumbrado a toda la atención. Por último, todos caminamos afuera. Me dirijo a Niall.

—¿Qué vamos a hacer? Tengo mi auto aquí.

—Vendremos a buscarlo en la mañana —responde—. Debido a que ambos sabemos que no voy a cocinar tu desayuno, te llevaré a desayunar fuera.

Me cuelgo de su brazo.

—¿Puedo al menos usar mi pijama?

—Sólo si es una bonita pijama, como la de seda que compramos.

—Muy bien —gruño sarcásticamente.

Cuando nuestro grupo llega al estacionamiento, todos paramos. Es entonces que veo a Eric. Sonríe.

—Quería venir y darte las buenas noches, ya que nos quedaremos.

—Oh —canturreo—. Gracias. Espero que te diviertas esta noche. Sólo espero que no con Sonya. No te estoy diciendo que no puedas, sólo que estaría más contenta de que no lo hicieras, pero sólo soy yo.

Eric frunce el ceño.

—Sí, creo que han estado bebiendo. Trató de besarme y literalmente tuve que empujarla.

—Vez, así de popular eres, teniendo que ahuyentar mujeres.

—Sólo hay unas cuantas chicas por ahí que no ahuyentaría. Serías una de ellas —me dice.

Mi cara prende fuego debido al sonrojo.

—Gracias, lo mantendré en mente la próxima vez que trate de lanzarme sobre ti.

—Digo que abordemos eso el lunes.

—Huh... —comienzo a decir con mi mandíbula caída.

Riendo, frota mi brazo.

—Estaba bromeando.

—Eso espero —dice Niall en voz baja.

Me doy vuelta y lo veo.

—¡Cállate Niall!

Mueve su mirada de mí a Eric y luego de nuevo a mí.

—Estaré en el auto.

Eso me hace suspirar. Miro de vuelta hacia Eric.

—Va a estar irritable. Te lo advierto justo ahora, muy, muy irritable. Eres mi primera cita real.

—¿Lo soy en verdad? —contesta casi sorprendido—. Muy bien entonces, siento que debo hacer algo especial.

—¡No! —exclamo—. Normal, simplemente agradable y normal. No tienes que hacer nada exagerado.

Con una sonrisa poco convencional asiente.

—Pensaré en algo. Que tengas una buena noche.

—Tú también —respondo—. No dejes a Sonya atacarte demasiado.

Dándome un toque en la nariz con su dedo, dice:

—Puedo garantizar que entenderá el no.

—Está bien —me río, aunque estoy tratando de no hacerlo—. Hablamos luego. —Se despide mientras voy al auto de Niall. Éste se apresura en salir y abrir la puerta para mí.

—Gracias —susurro. Sólo me mira y cierra la puerta. Cuando entra, digo bruscamente—. ¿Qué está pasando contigo?

Hay silencio, mientras va en reversa.

—No tengo ni idea de lo que estás hablando Alex.

—Todo ese comentario a Eric. ¿Era necesario?

—Ya está hablando de meter su lengua hasta tu garganta —gruñe.

Con una mirada de disgusto digo:

—¡No, no lo hizo! De todos modos, sólo ha sido una vez que... —me doy cuenta de lo que estoy a punto de decir y callo.

—¿Una vez qué? —pregunta en voz baja.

—Nada —murmuro—. ¿Qué si un chico quiere besarme? ¿Qué tiene que ver contigo?

Me mira por el rabillo del ojo.

—Yo... no lo sé. Tal vez no quiero compartirte.

Un exasperado suspiro sale de mí.

—¡A menos que vayas a ser mi novio, creo que vas a tener que aprender a compartir!

Ese silencio está de regreso de nuevo. Aprieta su agarre sobre el volante y yo sólo lo miro.

—Bien —susurra finalmente—. Me callaré.

Bien, ahora sólo estoy frustrada. Sé que es infantil, pero cruzo mis brazos para demostrar eso.

—A veces eres imposible.

—Imposible de no amar —bromea en respuesta.

Me echo a reír.

—Estás tan convencido de ti mismo.

—Voy a mantener mis comentarios para mí mismo y conducir —responde.

Estamos en silencio la mayor parte del viaje. Vacilante se acerca y frota su pulgar en mi mano. Agarro sus dedos y los aprieto. Estamos bien ahora. Cuando finalmente entramos en el departamento, me estremezco.

—Está frio.

—Encenderé la calefacción —dice yendo al termostato.

Cuelgo mi nuevo abrigo en el armario. Paso la mano por el suave material antes de cerrar la puerta. Niall se pone detrás de mí.

—Entonces, ¿te gustó? 

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now