Capítulo 15 {2 parte}

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—Oh —chillo—. No somos novios. Niall es mi mejor amigo, nada más.

Agarrándose el pecho, Niall jadea—: Lo dijiste muy rápidamente. Ouch, hieres el ego de un hombre.

Hillary se ríe.

—Es sólo manera en que están alrededor. Claramente hay una conexión. Es bueno tener amigos de verdad así.

—Sí, él es bueno conmigo —afirmo, mirándolo.

Niall me da una sonrisa muy dulce.

—Bueno, ya está todo listo. La entrega será el viernes alrededor de 4. Si hay cualquier problema, no duden en llamarme. —Hillary le entrega una tarjeta a Niall.

La toma y asiente.

—Gracias. —Volviéndose hacia mí, Niall pregunta—: ¿Todo listo cariño?

—Sí —le respondo.

Pone su mano en mi espalda y se despide con la mano de Hillary.

—Adiós.

—Adiós —dice ella, sonriendo.

Niall me hace conducir de vuelta al apartamento. Hago un trabajo perfectamente bueno, si se me permite decirlo. Hacemos sándwich para el almuerzo, mientras esperamos a la señorita Cunningham. Estoy nerviosa. No voy a mentir. Estoy muy nerviosa.
Finalmente, casi a la una en punto, hay un golpe en la puerta. Niall va y la abre.

—Hola —dice él.

—Hola, ¿eres Niall? Estoy aquí para ver a Alex Nimon.

—Sí —le digo, saliendo del otro lado de la puerta—. Hola, señorita Cunningham. Puede entrar si quiere.

Niall se hace a un lado y la señorita Cunningham camina dentro. Mira a su alrededor. Afortunadamente, hemos limpiado un poco. Lo siguiente que hace es mirar hacia Niall. Él sólo le da esa sonrisa brillante. Ella sonríe en respuesta. Sí, es un poco difícil no hacerlo con Niall Hace un gesto hacia el sofá y la silla.

—¿Le gustaría tomar asiento? —pregunta.

—Sí, gracias —responde ella. La señorita Cunningham camina y se sienta en la silla. Niall y yo tomamos el sofá. Trato de sentarme lejos de él, pero se mueve más a mi lado, y toma mi mano. La señorita Cunningham ve eso, y poco a poco dice—. No pensé que ustedes fueran una pareja.

—No lo somos —responde Niall —. Ella ha pasado por mucho y está realmente asustada ahora. Me gustaría que alguien sostenga mi mano en la misma situación.

Aprieto suavemente la mano de Niall y él hace lo mismo.

—Él es mi mejor amigo, señorita Cunningham —digo finalmente.

—Bien, eso es muy bueno —responde. Llevando hacia adelante una bolsa de libros, la señorita Cunningham se la da a Niall —. Estos son tus libros y asignaciones. Tu profesor de arte dijo que puedes terminar su proyecto cuando regreses. No te hará hacer los que te estás perdiendo.

—Eso es amable de su parte —susurro torpemente. ¿Qué digo? —. Entonces —murmuro, jugueteando con mi bufanda—. ¿Sobre qué quería hablar?

La señorita Cunningham dobla sus manos y dice—: Me gustaría hablar de lo que ocurrió, de nuevo, ¿si eso está bien contigo?

Mis uñas se clavan en Niall e interviene—: Es un poco tímida hablando de eso.

—Entiendo —dice la señorita Cunningham en voz baja—, pero necesito saber qué está pasando.

Estirando su mano detrás de mí, Niall frota mi espalda.

—Se lo puedes contar, nena.

Con una respiración profunda, me quito la bufanda.

—El novio de mi madre hizo esto. —La señorita Cunningham jadea un poco—. Sí, es por eso que no estoy en la escuela. Si alguien viera esto, haría mi vida un desastre.

—Entiendo completamente Alex —afirma—. ¿Tuvo éxito?

—No —le respondo—. Howard, ese es su nombre, me sujetó—. Cuento la historia otra vez, respirando profundamente de vez en cuando. Después de lo que pasó donde mi madre, le cuento cómo llegué a donde Niall, y que luego de eso fuimos a la comisaria y al médico, y luego cómo me mudé y lo que sucedió—. Así que, eso es de eso de lo que se trata —murmuro finalmente.

—Entonces, Niall. —Comienza la señorita Cunningham—. ¿Crees que puedes ocuparte de Alex?

Él asiente con la cabeza.

—Sí, estoy muy seguro de eso.

—Sabes que es una adolescente. Necesita comida, ropa, cosas para la escuela. Alex puede tener que ir al médico. Puedo ayudarle a que esté en el seguro médico del estado.

Niall se burla y dice—: No, la haré asegurar. —Mis ojos se mueven y lo miro como si fuera estúpido. Me mira y luego mira a la señorita Cunningham—. Sé muy bien lo que se necesita para mantenerla. Soy más que capaz de hacer eso.

—¿Puedo preguntar en qué trabajas? —pregunta.

—Soy mecánico.

Asintiendo, la señorita Cunningham replica—: A tiempo completo, ¿supongo?

—No, medio tiempo —responde Niall.

Una mirada un poco perpleja aparece en la cara de la señorita Cunningham.

—¿Cómo piensas ayudarla? Quiero decir, ¿cómo te mantienes a ti mismo? ¿Haces tanto dinero? Sin ofender.

—Puedo hacer lo suficiente para mantenerme a mí mismo, pero tengo los medios para cuidar de ella —afirma Niall severamente.

Eso hace que la señorita Cunningham se reacomode en el asiento.

—No estoy haciendo del abogado del diablo, pero no creo que entiendas a lo que te estás enfrentando.

Obviamente, no muy feliz, Niall contesta—: Voy a tener que mostrarle entonces. —Se levanta y camina de vuelta a su habitación.

Me doy la vuelta para mirarlo. No quiero mirar a la señorita Cunningham en estos momentos. Niall regresa trayendo dos papeles. Se acerca y se los entrega a la señorita Cunningham.

—Apreciaría que mantenga esto entre nosotros dos. El primero es mi balance y el otro son mis ahorros. Leerá que estoy más que bien.

Bien, ahora mi interés aparece. Tengo muchas ganas de ver esos papeles. Cuando trato de leer la parte de atrás, Niall se pone delante de mí. Tengo una mirada paralizada en mi cara.

—Oye —digo.

—Alex—gruñe Niall —. Déjalo.

Me siento y me cruzo de brazos.

—Bien.

No ser capaz de ver a la señorita Cunningham es un poco frustrante.

De repente oigo—: Bueno, entonces, veo que estás en lo correcto. Tengo un par de preguntas, pero creo que las mantendré para mí. Muy bien, sugiero que consigas algún tipo de seguro. Es una adolescente y necesita ver a los médicos y eso.

—Lo haré tan pronto como pueda —responde Niall, saliendo de mí camino.

Toma los papeles de la señorita Cunningham, los dobla, y los mantiene en la otra mano. Claramente, no los puedo ver. Bien, ahora mi curiosidad se disparó hacia el cielo. Niall se vuelve a sentar y me mira por el rabillo de su ojo.

Completamente madura, le saco la lengua. Su boca se crispa. Toma mi mano, y besa la parte posterior.

—No quiero ver esos papeles estúpidos de todos modos —escupo juguetonamente.

Él sonríe.

—Sólo te darás cuenta de que estarás bien atendida.

—Gracias —le susurro, poniendo mi cabeza en su hombro.

—Me gustaría que veas a un terapeuta —dice la señorita Cunningham—. Puedo sugerir algunos.

Levantándome, le respondo—: El médico que vi, me dio la tarjeta de alguien.

—Bueno, creo que realmente te beneficiaría —responde.

Niall se vuelve y me mira.

—¿Por qué no me lo que dijiste?

—Porque —gruño—. No quiero ir a ver a un psiquiatra.

—Te guste o no, irás —afirma con naturalidad.

Arqueo una ceja.

—Veré uno si tú lo haces.

Un gran ceño fruncido pasa por la cara de Niall —No le encuentro humor a eso.

—No se supone que sea gracioso —le susurro duramente—. Lo digo en serio. Iré si tú vas.

—¿Quieres decir que vaya a tu cita?

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now