Capítulo 14 {3 parte}

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La recepcionista responde—: Espere un momento por favor.

Escucho un pitido durante un momento y luego señorita Cunningham contesta.

—Hola, esta es la señorita Cunningham.

—Hola, umm, esta es Alex Nimon, necesito hablar con usted.

—Sí, Alex, nos estábamos preguntando qué estaba pasando. No has venido a la escuela y no hemos tenido ninguna llamada telefónica.

Sentándome en el sofá, me paso los dedos por el cabello.

—Bueno, hay algunas cosas que tengo que explicarle.

—Está bien —responde ella—. Adelante.

—Para empezar, me fui de la casa de mi mamá. Mire, ella es una alcohólica. Ha sido así toda mi vida. Aprendí como lidiar con ello cuando era una niña, y honestamente, fue horrible, pero logré salir adelante, pero la otra noche fui atacada.

—¿Perdón? —dice la señorita Cunningham, obviamente preocupada.

Tomando una respiración profunda, trato muy duro de no empezar a llorar.

—Mi mamá tiene, o tenía, este nuevo novio llamado Howard. Hace dos noches, estaba en casa y ellos estaban allí. Creo que mi mamá se fue para ir a la tienda de licores y me quedé sola con Howard. Yo... yo no lo sabía. De todos modos, él entró en mi habitación y... me atacó.

—¿Llamaste a la policía? ¿Fue arrestado? ¿Fuiste a la sala de emergencia del hospital?

—No llegó lo suficientemente lejos para en realidad... bueno, no llegó tan lejos. Mi madre entró y él se detuvo y se fue.

Hay un evidente suspiro de alivio en el otro extremo.

—Eso es bueno.

—Bueno, sí, lo fue, pero la cosa es, que a mi mamá realmente no le importa. En realidad, me culpó y dijo que era mi culpa.

—¿Sabes que eso no fue correcto?

Me muerdo el labio y luego respondo—: Sí, lo sé. Simplemente no puedo vivir más allí, no después de eso. Me mude con mi amigo Niall.

—¿Tienes 18 años? —pregunta la señorita Cunningham.

—Sí, los tengo.

—Mi preocupación es si vas a ser capaz de cuidar de ti misma.

Mis ojos se desvían hacia Niall.

—También estoy preocupada por eso, pero Niall dice que me puede apoyar.

—¿Él puede? ¿Estás segura de esto?

—Eso es lo que dice —replico.

Niall extiende su mano—: Déjame hablar con ella.

—Espere señorita Cunningham —digo, entregándole el teléfono.

—Hola —dice—, mi nombre es Niall Horan. Sólo quería asegurarle que puedo ser responsable de Alex. Tengo más que suficiente dinero y los medios para hacerlo. Estará mejor cuidada conmigo que con su madre. Puedo prometerle eso. —Hay silencio mientras la señorita Cunningham habla con él—. Le llevaré registros financieros si los necesita. —Eso me hace levantar mis cejas—. Bueno, si es necesario, lo haré. —Él asiente con la cabeza—. Sí, con mucho gusto iré con ella. Bueno, espere un momento. —

Niall me pasa el teléfono.

Llevándolo a mi oído, digo—: Hola.

—Me gustaría que vinieras mañana, así podemos analizar todo.

—Umm —murmuro—. Preferiría no hacerlo, todavía no. Tengo algunas lesiones que son muy visibles, que no quiero que nadie vea.

—Puede ser bueno si voy a dónde estás viviendo de todos modos. Para comprobarlo y asegurarme de que todo está bien. Tienes 18 años, pero habrá preocupación porque todavía estás en la escuela —articula la señorita Cunningham.

Levanto la mirada hacia Niall.

—¿Está bien si ella viene aquí?

—Sí —responde Niall —. Eso está bien.

—¿Cuándo podría venir? —le pregunto a la señorita Cunningham.

Responde—: Mañana. Puedo ir después del almuerzo. No tengo nada hasta las 2.

—Está bien —le digo.

—¿Tengo que ir a la policía contigo? —pregunta con calma.

—¡Oh! —exclamo—: No, fui a la estación ayer y presenté un informe.

La señorita Cunningham dice—: Eso está bien. Por qué no me das la dirección de Niall. ¿Necesitas tu tarea? ¿Te gustaría que la recolecte para ti?

—Eso sería genial. Mis libros están en mi casillero, sin embargo —le respondo—. ¿Puede Niall ir a recogerlos?

—Los recogeré y los llevaré conmigo. ¿Puedo explicar lo que pasó a tus profesores, para que sepan?

Frunciendo el ceño, le pregunto—: ¿Tiene que hacerlo?

—No, en realidad no tengo que hacerlo. Esto es algo que podemos mantener en privado entre nosotros. Me limitaré a decir que vas a tener una ausencia prolongada —responde la señorita Cunningham.

—Gracias —suspiro—. En realidad, no quiero que nadie lo sepa.

—Eso es comprensible —replica la señorita Cunningham—. Bueno, ¿puedes darme la dirección de Niall y yo iré mañana?

Miro a Niall.

—¿Cuál es tu dirección?

—1864 Mariner Drive, dile que es el apartamento de arriba —responde.

—Señorita Cunningham, es 1864 Mariner Drive. Las escaleras laterales conducen al apartamento de arriba. Ahí es donde estamos.

Hay una pausa, mientras la señorita Cunningham escribe.

—Está bien Alex, estaré allí, probablemente alrededor de 1. ¿Eso suena bien?

—Sí.

—Está bien, te veré mañana entonces. Trata de tomarlo con calma. Superaremos esto —la señorita Cunningham me asegura.

—Gracias —le respondo.

Con un suspiro, dice—: Adiós Alex.

—Adiós —le respondo, y cuelgo el teléfono. Mis manos están temblando un poco.

Bajo mi teléfono y empiezo a retorcerlas.

Ugh —me quejo—. No debería estar así de molesta. Es simplemente demasiado.

—Estás manejándolo muy bien —afirma Niall, sentándose a mi lado. Pone su brazo alrededor de mí—. Estoy orgulloso de ti.

Girando envuelvo mis brazos alrededor de él.

—Gracias por todo lo que estás haciendo.

—Alex, deja de darme las gracias. Me hace feliz ayudarte. Aprecio que estés agradecida, pero no lo digas más, ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza.

—Está bien.

—No sé tú, pero yo tengo hambre —murmura—. Vamos a ordenar pizza, porque realmente quiero algunos palitos de pan.

Eso me hace reír.

—Está bien, suena bien para mí.

Así que, Niall ordena la pizza, y yo empiezo a colgar mi obra artística en mi habitación. Es mucho tiempo, porque tengo que hacerlo de manera muy específica. Niall pasa el rato en la sala de estar, para ver las noticias. No me importa, es bueno tener un momento para mí.

Más tarde, después de haber comido y visto suficiente televisión para hacerme sentir enferma, bostezo.

—Voy a ir a dormir.

—Está bien —responde Niall —. Voy a dejar la puerta de mi habitación abierta esta noche. Si es necesario, entra.

—Gracias —contesto. Me inclino y lo beso en la mejilla—. Eres demasiado bueno para mí.

Agarra mi mano y la aprieta.

—Si me necesitas, estoy aquí.

Una sonrisa se arrastra a través de mi cara, y susurro—: Gracias. —Girando, voy a mi habitación para prepararme para dormir.

Esa noche, tengo pesadillas de nuevo. Me levanto de repente en la cama con un sudor frío. Estar en una habitación diferente me da algo a lo que aferrarme. Me paso los dedos por el cabello y suspiro. Por mucho que quiero ir a meterme en la cama de Niall, no creo que deba.
Levantándome, voy a la cocina a buscar un poco de agua. Después de eso, apago la luz y voy de vuelta por el pasillo. De repente, Niall está de pie allí, y gritó.

Riendo, Niall toma mis brazos.

—Relájate, soy yo. ¿Estás bien?

—Sí —jadeo, sosteniendo mi pecho—. Me asustaste completamente.

—Veo eso. ¿No puedes dormir?

Sacudiendo la cabeza, digo—: No, pesadillas. ¿Qué estás haciendo levantado?

—De hecho, realmente no he dormido mucho esta noche. Tengo muchas cosas en mi mente —responde.

—Oh —gimo—. Lo siento.

Niall frota mi brazo.

—No es necesariamente todo acerca de ti. Sí, estoy muy preocupado por ti. En realidad, antes de que te levantaras, estaba a punto de venir a ver como estabas. Solo... bueno, hay muchas cosas en mi pasado que me quitan el sueño. Es sólo una combinación de cosas.

—Pensé que te había despertado —murmuro—. No puedo hacer que las pesadillas se detengan.

—¿Quieres venir a dormir conmigo? —pregunta.

Me encojo de hombros.

—Sí y no. Eres realmente reconfortante, y eso me hace sentir mucho mejor, pero no creo que debería acostumbrarme a dormir en tu cama.

—Podemos dormir en tu cama — Niall bromea en respuesta.

Eso me hace reír.

—No, quiero decir, tengo que acostumbrarme a tener pesadillas. No puedo correr a ti cada vez que tenga una.

—Poco a poco empezaran a detenerse a medida que pase el tiempo —dice—. Confía en mí, sé esto.

—Eso espero. Estoy tan cansada y cada vez que cierro los ojos, lo veo.

Niall tira de mí hacia sus brazos.

—Vamos, simplemente ven a la cama. No es nada sexual. El solo hecho de tener a alguien cerca puede ayudar.

—Bien —suspiro en su camisa.

—Podemos dormir en tu cama. Eso colchón es realmente cómodo. Me olvidé de que compré uno tan bueno. —Agarra mi mano y tira de mí hacia mi habitación. Niall salta sobre la cama y se acuesta en el lado opuesto—. Vamos cariño.

The Art Of The Life - NiallWhere stories live. Discover now